Las pensiones que van a tener una subida extra en enero de 2024

La pensión es el único sustento que le suele quedar a una persona que ha trabajado, y cotizado, durante años y años. Actualmente tienen que constar casi 40 años de empleo para poder recibir mensualmente una prestación de la Seguridad Social. Y lo peor es que con el avance de los años ese límite irá aumentando, por lo que las nuevas generaciones deberán acreditar más de 40 años de trabajo para poder cobrar una pensión de jubilación. Ante un escenario así y con la hucha de las pensiones en un estado alarmante, a partir del 1 de enero de 2024 se aplicará un nuevo formato de revalorización extraordinario en ciertas pensiones, dándose en ellas un aumento mucho mayor que a las contributivas. Es decir, que entrará en vigor una parte de la reforma que afecta directamente a la subida de las pensiones más bajas. No será un aumento puntual, sino que el Gobierno se comprometió a que durante los próximos tres años la subida progresiva permitirá reducir la brecha existente entre ambas pensiones. Eso sí, no será la única subida excepcional.

La clave está en la brecha existente entre la cuantía de referencia de la pensión contributiva de jubilación de mayores de 65 años con cónyuge a cargo y el umbral de la pobreza calculado para un hogar de dos adultos. En base a ello el Gobierno acordó un plan por el que esa diferencia debe ir reduciéndose progresivamente año a año, hasta llegar al punto, teóricamente en 2027, cuando esa brecha no exista.

De esta forma, el próximo 1 de enero de 2024 esa referencia de la pensión aumentará la cuantía que le corresponde por ley más el equivalente para recudir en un 20% esa brecha. Este mecanismo se repetirá en 2025, aunque el porcentaje adicional de reducción aumentará hasta el 30%. En 2026 la subida implicará el 50% de la brecha existente en ese momento, momento para el que se prevé que la pensión mínima de jubilación con cónyuge sea de 16.511 euros brutos anuales. Casi 3.000 euros más que lo que se ingresa en esa misma situación actualmente.

Además de ese aumento extra, está previsto que desde el 1 de enero de 2024 las pensiones mínimas de viudedad aumenten entre un 17 y un 30%. La equivalencia sería a tres años vista, cuando para 2027 se espera que las subidas en esta prestación representen entre 40 y 16 euros mensuales. La pensión de viudedad es una de las más bajas del sistema. En los últimos datos publicados por la Seguridad Social tiene una cuantía media de 852,4 euros mensuales.

El desconocido complemento de brecha de género que se puede aplicar en determinadas pensiones también va a aumentar de forma extraordinaria a partir del 1 de enero de 2024. En este caso será una subida sencilla: un 10% adicional al que se aplique con el IPC de referencia. En 2025 se repetirá ese porcentaje.

Las pensiones no contributivas no se escaparán de ese aumento añadido al que deben registrar por ley. Este será otro caso en el que el aumento será más notable con la comparativa que se haga en 2027, cuando subirán hasta equipararse con el 75% del umbral de la pobreza calculado para un hogar unipersonal. Es decir, que por los 6.785 euros actuales, en 2024 serán cerca de 7.300 euros y en 2027, aplicándose el mismo critero, ascenderá hasta los 8.250 euros.

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