Bono cesta de la compra: el pinchazo de la medida estrella de Puig para intentar ganar las elecciones del 28-M

La ampliación de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, los proyectos de las nuevas líneas de metros, el incremento de los fondos para el bono del alquiler destinado a jóvenes, partidas orientadas a paliar la subida de las hipoteca y, por encima de todas estas medidas, el bono cesta de la compra. Esa tarjeta para supermercados y tiendas de proximidad de 90 euros impulsada por el anterior Consell para paliar la subida de los precios de los alimentos y aliviar el incremento de todos los gastos en los hogares valencianos.

Fue uno de los anuncios del expresidente de la Generalitat, Ximo Puig, unas semanas antes de disolverse Les Corts y que se presentó justo dos meses antes de celebrarse las elecciones autonómicas y municipales del 28-M. Casi 50 millones de inversión y un alcance para medio millón de familias fueron las dos grandes cifras presentadas por el jefe del Consell para vestir el alcance de esta medida.

Sin embargo, el impacto ha sido mucho menor de lo esperado, tanto que apenas ha cubierto una quinta parte de lo previsto. En otras palabras, la medida ha pinchado a pesar de toda la pompa con que se presentó, de las negociaciones con supermercados y comercios e, incluso, de las fricciones que hubo dentro del Botánico para su puesta en marcha.

Así, según los datos facilitados por la Agencia Tributaria Valenciana sobre las resoluciones, se han presentado 140.870 solicitudes, de las cuales 100.075 ya han sido estimadas y presentadas en el DOGV (de hecho, la última corresponde al pasado 5 de septiembre). Quedan, por tanto, 38.695 solicitudes pendientes de resolver y notificar, pero, según han indicado fuentes de la Conselleria de Hacienda, 38.200 son denegatorias y 495 están pendientes de revisar antes de tramitarlas.

Es decir, el programa bono cesta de la compra apenas ha llegado al 20,6% de los beneficiarios anunciados, que eran 500.000 familias. Además, frente a los 48,44 millones que iban a destinarse para afrontar esta ayuda, la conselleria únicamente tendrá que desembolsar entre nueve y diez millones, por lo que no será necesario ampliar el crédito inicialmente previsto que asciende esa cuantía de diez millones.

Todo ello a pesar de que los requisitos eran accesibles precisamente para que la medida pudiera tener amplio alcance: unidades familiares que hayan obtenido ingresos menores a los 21.000 euros durante la renta de 2021 y también podían beneficiarse aquellos valencianos que recibieron el Ingreso Mínimo Vital (IMV) o la Renta Valenciana de Inclusión (RVI). Los pensionistas quedan excluidos de esta subvención.

Sin embargo, las resoluciones denegatorias lo son por por incumplir alguno de los requisitos de la ayuda: superar nivel de 21.000 euros de renta que se estableció como requisito, percibir una pensión pública incompatible con la ayuda, etc...

Respecto a los plazos, explican desde conselleria, el plazo máximo de resolución y notificación de las solicitudes es el 20 de octubre aunque la previsión es publicar las resoluciones restantes a principios de octubre.

También se conoce ya que, hasta el 19 de septiembre se habían emitido y enviado 100.072 tarjetas, a través de las cuales se han realizado 243.000 transacciones en comercios de alimentación y se han gastado hasta ese momento 5,15 millones. En este sentido, las personas beneficiarias disponen de cuatro meses para gastar el saldo de la tarjeta desde su emisión.

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