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Los promotores descartan construir en la zona de huerta de Valencia y prevén más subida de precios

El sector avisa de que el decreto del Consell que permite edificar en suelo anteriormente protegido se dirige a infraestructuras

Jueves, 13 de febrero 2025, 01:01

«Nos quieren vender que el decreto que es una golosina para los promotores, pero no hay ni un solo promotor que se esté planteando construir vivienda en huerta». Así de contundente se pronuncia uno de los principales promotores valencianos al abordar con LAS PROVINCIAS ... el impacto que puede tener la nueva normativa del Consell en materia urbanística, que abre la puerta a construir en zonas de huerta anteriormente protegida, pero que, por otra parte, prohíbe levantar fincas en 105.000 hectáreas arrasadas por la dana. Según explica este empresario, la Ley de la Huerta de Valencia y el Plan de Acción Territorial (PAT) va dirigido a la construcción de infraestructuras, con el objetivo de minimizar el impacto de una nueva riada.

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Del mismo modo, el portavoz del Colegio de Agentes Inmobiliarios de la Comunitat (Coapiv), Vicente Díez, asegura que la prohibición de recalificar sobre una extensión equivalente a 259.000 campos de fútbol, agravará todavía más la escasez de suelo que hay para obra nueva, por lo que prevé una subida de los precios, algo en lo que coincide el sector promotor. «Por supuesto hay que aplicar criterios técnicos que garanticen la seguridad, pero, cuidado, a ver si nos vamos a comer el suelo que existe», advierte. El empresario valenciano coincide con Díez al considerar que la subida de precios continuará ante el escenario actual de falta de suelo.

A esto, Díez suma otra cuestión que considera importante para descartar la construcción por parte de promotores en estas zonas: la afirmación de la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, de que no buscará resquicios para urbanizar la huerta ahora más desprotegida. «Si en algún punto nos aporta la posibilidad de hacer una dotación pública como un depósito de tormentas que aporte seguridad lo valoraríamos, pero solo en esos casos. No valoramos otras infraestructuras. Solo dotaciones hidráulicas o sociales», indicó la primera edil hace una semana al respecto. Esta postura hace pensar a Díez que el resto de municipios seguirán la misma retórica de permitir sólo construcción de infraestructuras.

Desde la Conselleria de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio explican que si hay una zona muy afectada donde no se recomienda reconstruir, se pueden habilitar otros solares del municipio que en principio no estuvieran pensados para viviendas. «La conselleria crea el marco y cada municipio lo adapta a sus circunstancias», explican desde el departamento de Martínez Mus. Y, precisamente por este punto, el sector promotor insiste en que el decreto actual no se traducirá en una construcción masiva de viviendas ni una «oportunidad de oro», ya que finalmente queda en manos de cada ayuntamiento.

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La Cátedra del Observatorio de Vivienda de la Universitat Politécnica (UPV) valora la nueva normativa como un intento del Consell por acelerar la reconstrucción. «Desde nuestro punto de vista hay que pegar un empujón y estas normativas van en esa línea. Imagino que incluso servirá para reubicar poblaciones o zonas de poblaciones enteras», señala el director de la Cátedra, Fernando Cos-Gayón, quien destaca que, en primer lugar, el objetivo del decreto es construir infraestructuras que eviten otra catástrofe de las mismas dimensiones. «Ello implica hacer obras de infraestructura en las zonas más altas de las cabeceras de los barrancos y de ríos, no solamente de los afectados», agrega.

Tanto Cos-Gayón, como Díez y el sector promotor instan a los ayuntamientos y al Consell a promover vivienda protegida en las zonas afectadas, donde sí sea posible levantar fincas residenciales. «Además de ese modo llegar no se desarrollarán complejos inmobiliarios que no sean del perfil que se precisan en este momento. Por tanto, no veo que el espíritu de la de la ley sea el de abrir espacios para especular», agrega Cos-Gayón.

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Por su parte, el constructor valenciano considera que los municipios deberían destinar los suelos dotacionales a fin residencial. «Esos suelos son de la Administración, no son los promotores. Podrían dedicar esos espacios a atajar la falta de vivienda que hay con vivienda protegida», indica. A esto, el portavoz de Coapiv añade la incertidumbre del sector de construir en la zona sur, la más afectada por la dana. «Estoy convencido de que si se construye en municipios afectados, sobre todo viviendas para alquiler a precio asequible, la gente los va a querer, pero debe ser la Administración la que tome las riendas», apostilla.

Cuatro de cada diez jóvenes valencianos tienen dificultades para pagar su vivienda

Ante un mercado inmobiliario marcado por la escasez de la oferta y la bajada de los tipos de interés, la subida del 'precio del alquiler' y la 'ocupación ilegal' son los aspectos relacionados con la vivienda que más puestos han escalado en el ranking de las principales preocupaciones de los valencianos, de acuerdo con el II Barómetro de la Vivienda 'Planeta Propietario' que anualmente elabora el Grupo Mutua Propietarios para evaluar las inquietudes de la población en este ámbito. En concreto, el 29% de los valencianos aseguran tener dificultades para hacer frente al pago de los costes de la vivienda, pero en el caso de los jóvenes este porcentaje se eleva al 40%. Es decir, cuatro de cada diez admite tener problemas para pagar su vivienda.

Los gastos destinados al hogar (hipoteca o alquiler, suministros y alimentación) suponen el 39,2% de los ingresos medios de los hogares, que se sitúan en una media de 2359,79 euros mensuales, según el barómetro. Este porcentaje de personas con dificultad supera el 90% en los hogares con ingresos de hasta 1.000 euros, mientras que alcanza el 58% entre las personas que viven de alquiler y se lleva el 54,5% de los ingresos de quienes viven solos.

Por otro lado, Fotocasa publicó datos de sobre el precio del alquiler. Los alquileres están un 11% más caros que en enero de 2024. Eso sí, este incremento es inferior al de hace un año, cuando aumentó un 13%. Es decir, siguen subiendo los precios aunque con menor fuerza. Con estos porcentajes, el arrendamiento medio en la región valenciana se sitúa en 12,95 euros el metro cuadrado al mes. Este incremento interanual (11%) es el tercer incremento en cadena superior al 10%. Respecto a diciembre de 2024, el precio sube un 1,3%.

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