Los centros comerciales abren con éxito y los bares ya atienden en el interior en el primer día de la fase dos en Valencia

Primer día de la fase 2 en Valencia y la calle ya se nota más concurrida desde primera hora de la mañana pero hoy el trasiego de debe sobre todo por las compras. Las ganas de lanzarse a los centros comerciales y las tiendas de ropa se notaban sobre todo en el centro de la ciudad de Valencia.

En plena calle Colón el responsable de El Corte Inglés Pintor Sorolla, José Antonio Guill, minutos antes de abrir las puertas agradecía la fidelidad de los clientes que hacían cola para entrar. «El centro ahora está pensado para su seguridad», ha asegurado ante una treintena de personas.

En esta nueva etapa de la desescalada el principal enemigo para los establecimientos sigue siendo el límite de aforo. Para los centros comerciales está fijado en un 30%, mientras para el resto de comercios será un 40%, incluidas aquellas tiendas que se encuentre en el interior de estos grandes centros.

El responsable de la cadena recordó a la clientela el uso obligatorio de la mascarilla y el respeto hacia los compañeros y empleados, por la necesidad de garantizar el distanciamientos social y las medidas de higiene. «Tenemos hidrogel para darse un baño», ha bromeado. Además, ha informado de que disponen de mascarillas a la venta por unidades.

«Pese al distanciamiento social sentimos la proximidad emocional todo el equipo con los clientes es algo emocionante», ha comentado Guill que ha empleado unos minutos para tranquilizar a los clientes sobre el nuevo uso de las instalaciones. «Se pueden probar ropa con total garantía, se ha realizado la desinfección de las prendas previamente y tras ser utilizadas si finalmente no adquieren la prenda se volverá a desinfectar».

Por ahora no todas las plantas de moda están habilitadas para poder garantizar el control del aforo que lo realiza un equipo del centro comercial mediante cámaras y manualmente en las entradas. «Espero que vengan más a comprar que a devolver», ha dicho el responsable.

A las diez en punto se abrían las puertas y los empleados en un pasillo recibían a los clientes con un aplauso. Un momento inédito que muchos han calificado de «increíble». En el resto de tiendas también se han subido las persianas y las colas a las puertas de las tiendas de ropa han sido habituales.

Algunas boutiques y tiendas pequeñas lo tienen más difícil pero aún así agradecen poder atender a los clientes en persona. En la mayoría hay dispensadores de gel, atención por turnos y la ropa se desinfectan tanto antes como después de tocarla o usarla los clientes.

Lunes y el primer día de la fase dos. La desescalada está siendo algo más complicada para el sector de la hostelería que arrancaba en este primer día con apenas cambios con respecto ayer. «Hay poco movimiento, esto es la pescadilla que se muerde la cola, si la gente teletrabaja, las oficinas están cerradas, nosotros tampoco tenemos gente», comentaba Aurelio propietario de The Coffee Place, una pequeña cafetería en calle del Mar en pleno centro de Valencia.

No puede evitar disimular lo duro que les resulta. «Clientela hay muy poca y sólo estamos trabajando nosotros dos, que somos los propietarios y sin poder contratar a nadie, esto es durísimo, es una realidad y lo que nos ha tocado», reconoce mientras sirve a una mesa en el interior con tres personas. Su local como el de tantos otros, tan sólo podrá acoger a nueve personas en su interior, más las tres mesas disponibles fuera.

Muchos bares seguían con el cartel de cerrado hoy lunes por ser día de descanso, otros aprovechan para ultimar los preparativos y hasta mañana no levantarán la persiana. Las terrazas estaban visiblemente llenas, con movimiento en las horas del desayuno y el almuerzo, pero en otras zonas como la Alameda o Blasco Ibáñez se mantenían cerrados. Desde la Federación de Hostelería consideran que habrá que esperar al fin de semana para confirmar cómo les irá al sector en la segunda fase y si se va retomando poco a poco la actividad.