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La reforma asistencial del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), en vigor desde el pasado 1 de noviembre, trae consigo cambios significativos en el sistema de subsidios por desempleo. Aunque se presentó con la novedad de una subida en la cuantía inicial del subsidio, que pasó de 480 a 570 euros, los detalles del nuevo modelo revelan una disminución progresiva de esta ayuda con el paso de los meses. Este esquema se aplicará al subsidio convencional, que se concede tras agotar la prestación contributiva, y tiene una duración máxima de 30 meses.
El nuevo sistema divide la cuantía del subsidio en tres tramos, determinados por el tiempo que el beneficiario lleva recibiendo la ayuda:
1. Primeros seis meses: Durante este periodo inicial, los desempleados percibirán 570 euros al mes, lo que equivale al 95% del Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM).
2. Del séptimo mes al primer año completo: La cuantía se reduce al 90% del IPREM, es decir, 540 euros mensuales.
3. A partir del primer año: El subsidio baja al 80% del IPREM, quedando en 480 euros mensuales hasta el límite máximo de 30 meses.
De esta forma, aunque la reforma incrementa los ingresos durante los primeros meses, los desempleados a largo plazo recibirán la misma cuantía que antes de la reforma, especialmente si se prolonga su situación de desempleo más allá del primer año.
Con la integración del subsidio para mayores de 45 años en el subsidio genérico, ahora la duración de la ayuda depende de factores como la edad, las responsabilidades familiares y el tiempo consumido de prestación contributiva. Por ejemplo:
• Menores de 45 años: Necesitan haber agotado al menos un año de paro para acceder a un subsidio de seis meses.
• Mayores de 45 años: Basta con haber consumido 120 días de prestación contributiva para optar a seis meses de ayuda.
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• Con responsabilidades familiares: El criterio de edad no aplica, y la duración del subsidio puede extenderse hasta los dos años si han agotado al menos cuatro meses de prestación contributiva. En casos donde se hayan consumido 180 días, la ayuda podrá alcanzar los 30 meses, el máximo permitido.
Para quienes no han cotizado el tiempo necesario para acceder al subsidio convencional, se mantiene el subsidio por cotización insuficiente. Esta ayuda requiere al menos 90 días de cotización y puede durar entre 3 y 21 meses, dependiendo de las circunstancias de cada beneficiario.
El importe del subsidio está vinculado al IPREM, actualmente fijado en 600 euros según los Presupuestos Generales del Estado. Esto significa que cualquier cambio en este indicador podría afectar las cuantías de los tramos. La reforma, en esencia, mejora las condiciones iniciales de los desempleados, pero reduce progresivamente su apoyo financiero a medida que se prolonga su situación de desempleo.
Con estos cambios, el SEPE busca ajustar el sistema de ayudas a las realidades económicas, fomentando al mismo tiempo la reincorporación al mercado laboral. Sin embargo, para los desempleados que atraviesan largos periodos sin empleo, los ingresos se mantendrán en niveles similares a los previos a la reforma.
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