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El alcalde de Valencia, Joan Ribó, pidió ayer una reunión con el puerto y los empresarios favorables a la ampliación norte después de que la semana pasada la CEV anunciara que iban ellos a pedirle un encuentro al primer edil. «Mi disponibilidad es evidente», dijo el alcalde. «Conozco la opinión de los empresarios pero me parece muy importante hablar con la gente que no tiene una opinión favorable», indicó Ribó en la presentación de las obras de la plaza de la Reina.
Además, Ribó se reunirá con los alcaldes pedáneos de los pueblos del sur de Valencia como El Saler, Pinedo o El Perellonet porque quiere saber «qué piensan de cómo afectaría la ampliación a sus playas». Cabe recordar que la semana pasada el alcalde se reunió con las asociaciones vecinales y la Comissió Ciutat-Port. Antes de ese encuentro, Ribó dijo que pedirá una declaración ambiental «como la ley manda porque hay riesgos». También anticipó que la controversia generada con la ampliación norte es un «tema largo» que, a su juicio, «probablemente se resolverá en los tribunales».
En este sentido, tanto la Comissió Ciutat-Port como partidos como Compromís han anunciado recursos contra la decisión de Puertos del Estado, a quien Ribó criticó de nuevo por dejar en manos de la Autoridad Portuaria la decisión final sobre una nueva evaluación ambiental al convertirla en órgano sustantivo de la DIA. «No se puede ser juez y parte», resaltó. Los materiales para el relleno de la ampliación, la afección visual y paisajística sobre «la gran playa de Valencia» y, un problema de movilidad» son los riesgos que enumeró el primer edil.
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