Cuando Carlos Baño Marhuenda (Alicante, 1967) te invita a pasar a su despacho de la Cámara de Comercio de Alicante, lo primero que haces es mirar hacia arriba y fruncir el ceño: «¿Has visto estas luces amarillas tan tristes?». A Baño no le entusiasma ... porque no tienen ni fuerza ni vigor. A él, que al minuto de conocerlo ya sabes que tiene ritmo, no le gusta la languidez. Ha arrasado en las elecciones a la Cámara de Comercio –casi se queda con todo– y aterriza para menear el árbol. Baño no quiere ir ni de telonero ni de aplaudidor, ha llegado para subir los decibelios de una institución que en los últimos tiempos parecía acomodada. Este «comerciante», como él se define, ha estado al frente de Facpyme, que agrupa a la pequeña y mediana empresa de la provincia, y es CEO de Tescoma. Además, durante la pandemia, en lugar de estarse quieto, dio de comer junto a Jesús Navarro (Carmencita) y otros colaboradores a mucha gente con el proyecto Alicante Gastronómica Solidaria. Y lo tiene muy claro: «Si no consigo darle un giro a la Cámara en estos cuatro años no me volveré a presentar».
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–¿Cómo lleva su primer mes de mandato?
–Durante la campaña para presidir la Cámara de Comercio de Alicante generamos muchas expectativas y movilizamos al tejido empresarial. Ahora necesitamos que el día sea de 48 horas y tenemos una agenda intensa. Hemos hecho el primer pleno fuera de la Cámara, como prometimos para vertebrar. Hemos empezado dos proyectos importantes, uno de ellos de formación en colaboración con la Diputación, los ayuntamientos de Elda y Elche, y con la patronal del calzado. Una formación PICE que iniciaremos en septiembre. También hemos llegado a un acuerdo con la hotelería en colaboración con el Ayuntamiento de Benidorm, Hosbec, la Diputación y APA para formar a personal. El problema es que no se encuentra personal cualificado y la Cámara se va a involucrar en ello.
–Arrasó en las elecciones. Es como si la Cámara de Alicante pidiera a gritos una renovación.
–Lo que ha pasado es que hemos promovido un cambio generacional. Se han incorporado empresarios jóvenes con experiencia. Hemos vuelto a ilusionar, a implicar y que los empresarios vean que la Cámara es una herramienta útil. El éxito es no trabajar en individual sino en equipo. La Cámara debe estar donde siempre ha tenido que estar. Hemos conseguido que tres mil empresas y autónomos se hayan querido referenciar en la votación
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–Usted viene de las pymes...
–Yo soy comerciante.
–¿Estar cerca de la mediana y pequeña empresa ha sido una baza a su favor?
–Eso y estar desde joven en la Cámara, la experiencia. Conozco la casa desde dentro, he sido vicepresidente segundo, lo que me ha hecho conocer las posibilidades de la institución. Debemos construir y aunar. Y veo las necesidades del pequeño empresario y sus posibilidades. Además, puse en marcha Alicante Gastronómica, en pandemia no nos acobardamos, convertimos la feria en una solución social, servimos 500.000 menús y eso me dio una responsabilidad, ver que tenemos que ayudar. Además, de lo que aprendía en casa, levantar la persiana todos los días y no mirar por encima del hombro a nadie.
–Llega septiembre. La ministra Calviño ya habla de recesión.
–Las perspectivas no son buenas, pero los empresarios nos tenemos que reinventar y luchar. Cuanto más difícil es, lo que hay que hacer es trabajar más, ser más efectivos. Y desde las instituciones lo que hay que hacer es buscar soluciones y aportar ayudas, promover que se mantenga el consumo. La rueda no puede parar.
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–El aumento de los costes es insoportable, ¿pero sólo medidas como subvencionar el litro de combustible es lo que necesitan los empresarios?
–Aquí la clave es no complicarle la vida a los empresarios que son los que tienen que vender. ¿Recuerda los problemas con el software de las gasolineras? No podemos sobrecargar a los empresarios con tareas que no son su obligación. Hay que buscar grandes acuerdos. No soy partidario de subvencionar constantemente sino de ejercer presión para que las empresas energéticas no especulen. Si no se actúa, la economía se va a parar.
–¿Subvencionar es un parche?
–Subvencionar y acomodar a la sociedad a una prestación lo que hace es que en lugar de promover e incentivar la convertimos en paniaguada, conformista... Electoralmente puede quedar bien pero es contraproducente. Acostumbrar a la sociedad al ir a la cola del hambre a pedir no es bueno. Hay que ayudar pero no puede ser la solución el papá Estado. Hay que buscar la implicación, pero con grandes pactos, no con parches porque esto revienta.
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–¿Qué necesita un empresario para funcionar?
–Necesitamos una administración ágil y menos pesada. Los empresarios necesitamos que se nos deje hacer, dedicarnos a trabajar. Cuando alguien quiere emprender necesita facilidades, no impedimentos. Hay que agilizar la creación de empresas y consolidar las que existen. Una cosa necesaria, y nos tenemos que comprometer todos, es conseguir que los empresarios tengan personal cualificado. Hay paro y hay empresas que no encuentran personal. Es incongruente.
–¿Es un fallo del sistema?
–Hemos querido que todos nuestros hijos sean universitarios y luego el problema es que hay personal titulado a los que les hemos creado unas expectativas por encima de la realidad y divergente de la necesidad que tiene la sociedad. Llevamos muchos años de retraso en el tema de la formación profesional respecto a otros países. Hay que dignificar el trabajo y las profesiones. No podemos tener más abogados que la demanda que existe. Fomentar que las universidades saquen a personal titulado sin experiencia y luego sin puesto de trabajo es tirar dinero público. Y ese personal se tiene que ir de aquí porque no encuentra trabajo y nosotros debemos contratar a personal de fuera porque a los puestos básicos nadie quiere acceder.
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–Necesitamos un cambio de mentalidad. Estaba extendido que el que elegía FP era porque no valía para estudiar.
–En la Cámara de Alicante vamos a iniciar un proyecto que se llama Empréndete. Hemos hecho una encuesta que nos ha arrojado la realidad: el 37% de los chavales que cursan el último curso de la ESO quieren ser influencers; el 33%, funcionarios; apenas el 3,7% quiere se emprendedor y sobre un 10% profesionales liberados. Con estas expectativas en la Comunitat Valenciana estamos ahogados. Hay que dar un giro y concienciar a los padres de que nos estamos equivocando. Hay que hacer una orientación previa, para que los chavales sepan donde está la salida. Y en esto la Cámara vamos a hacer una guía para explicar cuáles son las salidas laborales y dónde se pueden estudiar. Hay que dignificar las profesiones. Es vergonzoso que el calzado no encuentre a profesionales formados porque los maestros se están jubilando. Se ha perdido ese cambio generacional. Los maestros deben formar a los jóvenes. Los haremos con los cursos PICE apoyados por los fondos europeos. Además colaborarán empresas pioneras, haremos la formación in situ. Y las empresas que contraten a estos chicos y chicas tendrán una ayuda de 5.000 euros.
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–¿Se van a perder empresas en la Comunitat?
–Vamos abocados a una situación complicada porque la economía ha estado dopada por el Covid, se han dado muchos préstamos ICO y el problema es que hemos ido tirando a pelo hacia adelante. Ahora con la subida de los costes sumado a la bajada del consumo muchas empresas van a tener complicado cumplir con esos préstamos. Eso sí es preocupante, crear una empresa cuesta mucho, cuando una pequeña empresa cierra es un drama familiar.
–¿Qué le pide a los Gobiernos?
–Dentro de cuatro días hay elecciones, parece que va a haber un cambio en España y en la Comunitat, según los sondeos, como ha habido en otras autonomías. En la Cámara de Alicante somos leales a cualquier administración, sea del color que sea, pero sí que pedimos que sean conscientes de que no hacen falta alharacas pero sí comprometerse y transmitir tranquilidad para que los inversores nos vean atractivos.
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–Los empresarios de AVE quedaron encantados con la visita del popular Núñez Feijóo.
–El empresario necesita un proyecto claro. Cuando hay pactos de gobierno nadie puede definir hacia dónde va porque hay compromisos adquiridos. Un ejemplo de la descoordinación del Consell es la tasa turística e incluso dentro del propio partido mayoritario también hay diferencias y genera mucha incertidumbre. No es bueno para la economía.
–La tasa es un pulso entre Compromís y el PSPV. ¿Qué piensa de esos enfrentamientos públicos entre socios del Consell?
–Genera desconfianza y no es bueno. Hay que ser claro y trasladar tranquilidad. Sé y tengo muy claro que Francesc Colomer –secretario autonómico de Turismo–, tiene mucha sensibilidad, es el primero que no está de acuerdo. ha sido valiente defendiendo al sector. No es positiva la imposición y cobrar un impuesto que en un porcentaje elevado pagamos los ciudadanos de la Comunitat. No tiene sentido.
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–¿Le gusta que Puig haya recuperado uno de los proyectos estrella del PP como es la Ciudad de la Luz?
–A mí me parece maravilloso que con el dinero público Puig recupere un gran proyecto al que habían tildado de despilfarro. Quien promovió el cierre fue una empresa inglesa y los ingleses ya no están ni en la UE. Hay que sumar y son unas instalaciones reconocidas a nivel internacional. Durante este tiempo creo que Puig hizo bien en que no se malvendiera e incluso se le dio un uso social. Si Ciudad de la Luz vuelve a su actividad inicial debemos aplaudirlo. En la provincia de Alicante se generará actividad para que además del cine se desarrollen sectores como el digital, de le carpintería o el de artesanos de fallas y hogueras.
–¿Por qué Valencia y Alicante viven de espaldas?
–La provincia de Alicante es muy peculiar, es muy larga. Por el sur tiene afinidad con Murcia y por el norte y parte del interior con Valencia. Es una tendencia de toda la vida. Desde Benissa se iban a Valencia a hacerse un vestido. También Alicante y Elche viven de espaldas. Es absurdo. Desde las instituciones no se ha favorecido la suma. Desde el primer momento he tendido la mano de la Cámara de Alicante a la patronal y tenemos que ir juntos. Si las decisiones se toman en Valencia, los alicantinos tenemos que tener más presencia allí, y si se toman en Madrid o en Bruselas, pues igual. Tenemos que ser más listos e ir todos a una en la Comunitat. Sumar para multiplicar.
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–¿Qué le parece que haya partidos como Compromís que se opongan a la ampliación del puerto de Valencia?
–Yo no me opongo a la ampliación de nada. Hay que seguir creciendo. No podemos limitar. Dicho esto, también debemos conseguir que el puerto de Alicante se desarrolle y no sea un parque temático. Es incomprensible que el puerto de Alicante no esté conectado eléctricamente con la vía férrea porque faltan siete kilómetros de catenaria. Bajamos un tren de Villena a Alicante con la contaminación que supone. El muelle 19 está parado, faltan grúas, y puesto que el puerto de Valencia está saturado es absurdo no promover otras opciones.
–Dicen que el PP está más cómodo con usted en la Cámara.
–Me une una buena relación personal con Carlos Mazón pero el que nos puso en contacto fue un socialista que fue presidente de la Diputación de Alicante y presidente de la Cámara de Comercio como Antonio Fernández Valenzuela y sigo manteniendo buena relación con su familia y amigos, que son del PSPV. Cuando elijo a mis amigos no pregunto de qué partido o de qué equipo son. Cuando hay afinidad hay afinidad. En una institución debes ser imparcial y si a Mazón le tengo que decir algo que pienso que está en contra de los intereses de la provincia, se lo diré.
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