Una sede valenciana con fecha de caducidad

La posible fusión entre el BBVA y Sabadell puede suponer un jarro de agua fría para la Comunitat Valenciana ya que tendría difícil retener la sede social del nuevo macrobanco, que todo apunta que se situaría en Bilbao.

En la actualidad la base fiscal de la entidad vasca se encuentra en la Bilbao mientras que la de Sabadell está en la avenida Óscar Esplá de Alicante. El banco catalán decidió mudarse desde Barcelona a la ciudad en 2017, coincidiendo con uno de los momentos de máxima tensión derivados de proceso independentista. Este movimiento no supuso el traslado de trabajadores pero sí el pago de impuestos en la autonomía y la ciudad así como que las juntas de accionistas se celebren en la capital de la provincia. Sabadell tomó esa decisión motivado por el hecho de que contaba con un importante volumen de su negocio en el territorio, heredado de la absorción de la antigua CAM por un euro en plena crisis económica.

Si se materializa este movimiento por el que la sede social estará en Bilbao, que parece que así será por el poco tiempo que lleva Sabadell en Alicante y porque el BBVA es el banco de mayor tamaño, el cambio de la sede social no será la única consecuencia para la Comunitat. El proceso también llevará a que se cierren oficinas valencianas y se reduzcan plantillas para reducir costes y eso supondrá que en aquellas zonas en las que estén presentes ambas firmas dejen de contar con algunas de las sucursales.

También está en el aire la continuidad de instalaciones como el centro de datos, conocido como 'back up', ubicado en Alicante, que otorga unos servicios muy específicos a la entidad y que, aunque puede realizar actividades similares a las que realizan otros departamentos del BBVA, puede tener más futuro. Pese a todo, las negociaciones entre los dos bancos acaban de comenzar y cualquier decisión podría ser reconsiderada conforme avancen los contactos.