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Intolerancias a la lactosa, al gluten, a la fructosa, al huevo, etc. pero también veganos o vegetarianos, entre otros colectivos. Cada vez son más ... las personas que tienen determinadas necesidades dietéticas a la hora de salir a comer y que ese gesto, el de reservar un restaurante, supone una odisea si no se encuentra un local que se adapte a esas necesidades. Un problema que las propias fundadoras de Silocomo han padecido y que les llevó a impulsar la creación de esta plataforma.
Así, esta aplicación, que nació como un trabajo de grado en la universidad hace un par de años, ofrece información detallada sobre los establecimientos gastronómicos seguros para este tipo de personas, una información que, además, nace de los propios usuarios. «La comunidad de Silocomo es fundamental. Los usuarios envían recomendaciones de lugares seguros, compartiendo sus experiencias y ayudando a construir una base de datos sólida. Los establecimientos también se suman a la acción, contactando con Silocomo para destacar sus opciones y conectarse con su público», explica Claudia Cambra, CEO de esta startup que actualmente está bajo el paraguas de Lanzadera y que ha recibido recientemente el premio Emprendedoras 2023 del Ayuntamiento de Madrid por el mejor proyecto del canal horeca.
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Cada recomendación y colaboración es sometida a una revisión exhaustiva: el equipo verifica protocolos sanitarios, certificaciones (especialmente para el gluten) y evalúa comentarios de otros viajeros. «Para nosotros lo más importante es no fallar en la información que facilitamos. Es una labor compleja y, por eso, todos estamos involucrados: comensales opinando y valorando sus experiencias, recomendando nuevos sitios, y también alertando de los que ya no cumplen la normativa adecuadamente; asociaciones y entidades educando y formando correctamente; y restaurantes y personal de hostelería cumpliendo la normativa y enviándonos sus cartas y productos para que puedan ser revisadas y añadidas a la plataforma», asegura Cambra.
De hecho, Silocomo no sólo destaca por su enfoque tecnológico, sino también por su impacto social. A juicio de su CEO, «facilita la inclusión y la accesibilidad en el mundo gastronómico, creando un puente entre los consumidores con necesidades dietéticas especiales y los establecimientos comprometidos con ofrecer opciones seguras y deliciosas».
Empezaron en Alicante, siguieron por Valencia, acaban de aterrizar en Madrid y ya se plantean ciudades como Barcelona, Sevilla o Bilbao. No obstante, aunque no estén presentes en esas ciudades, cuentan con un servicio de asesoría personalizado en el que ofrecen información sobre restaurantes a aquellas personas que viajan y no saben dónde pueden ir a comer.
También han puesto en marcha una nueva funcionalidad: la capacidad de reservar en los restaurantes, lo que permite a los usuarios indicar necesidades alimentarias específicas, facilitando la preparación adecuada de los establecimientos con antelación y añadiendo mayor seguridad. «Esto permite, por ejemplo, aligerar el servicio en la sala», apunta.
Actualmente, su comunidad está formada por más de 2.000 usuarios y entre los planes de 2024 figuran crecer y llegar a otras 15 ciudades. «Nos gustaría cubrir toda España y también estar en los principales destinos de viajes», avanza Claudia que utiliza el símil de sello de calidad para explicar cómo es el servicio que ofrece Silocomo, que está disponible mediante una app descargable en Google Play y Apple Store.
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