En un panorama empresarial marcado por la rápida evolución tecnológica, las compañías se enfrentan a nuevos desafíos al adoptar e implementar tecnologías como la inteligencia artificial (IA). Si bien estas innovaciones presentan oportunidades también plantean retos importantes, especialmente en lo que respecta al talento. Para ... Luis Ferrándiz, profesor en IESE Business School experto en transformación y marketing digital, el mayor reto radica en la capacidad interna de las organizaciones para ejecutar eficazmente estas tecnologías emergentes. La demanda de profesionales capacitados en disciplinas como IA, metaverso, blockchain, ciberseguridad y ventas digitales supera con creces la oferta disponible en el mercado. Esta escasez de talento conlleva una inflación en los precios y una competencia feroz por atraer a los mejores candidatos.
- Vivimos en una época de constante cambio marcada por nuevas tecnologías como la Inteligencia Artificial (IA). Usted tiene una amplia experiencia en el entorno de la digitalización, casi 30 años vinculado a la industria digital. ¿cómo se ha vivido desde dentro de las corporaciones esos cambios?
- De forma muy intensa. Una de las características de esta industria es que está en constante evolución, con cambios significativos que se suceden prácticamente mes a mes. La capacidad de adaptación a las nuevas tendencias y tecnologías se vuelve crucial para mantenerse competitivo. Hay que estar muy al día y muy atento a todo lo que va sucediendo porque tiene implicaciones muy claras en el negocio.
- En este contexto, ¿qué estrategias deben seguir las empresas para mantenerse a la vanguardia en un entorno empresarial en constante evolución?
- Es muy importante mantener una escucha activa en todo momento. Estar muy pendientes tanto de los desarrolladores de soluciones como pueden ser Microsoft, Google… y cuáles son las innovación tecnológicas que traen, así como cuál es el impacto potencial que puede tener eso en cada sector y en nuestra compañía. Yo diferenciaría tres niveles. Un primer nivel tiene que ver con compañías de tamaño relevante, las cuales pueden explorar aplicaciones de esas nuevas tecnologías. Un segundo bloque de compañías más medianas, donde esa escucha tiene que estar activa no sólo en torno a las tecnologías que van saliendo sino a esas aplicaciones que otras organizaciones pueden estar realizando en su industria. Un último, el de aquellas empresas pequeñas que deben centrarse en encontrar huecos de oportunidad que hagan que tu compañía crezca o genere nuevos modelos de negocio relevantes para la organización y su futuro.
- ¿Cuáles cree que son las principales oportunidades que las nuevas tecnologías ofrecen a las empresas en la actualidad?
- Existen muchas oportunidades a raíz de todo lo que estamos viendo ahora mismo relacionado con aplicaciones de IA. Hay casos de uso de impacto muy alto relacionado con la función comercial y de marketing y también con todo lo que tiene que ver con el desarrollo de software. Ahí hay aplicaciones de uso que ya están generando impacto en términos de eficiencia muy considerables.
- En la otra cara de la moneda, ¿qué retos plantea la implementación de estas nuevas tecnologías en las compañías?
- El reto cae en el lado del talento. Es decir, en las capacidades internas de una organización para poder ejecutar esos casos de uso de las nuevas tecnologías. Eso nos lleva, además, a una segunda conversación sobre la falta de profesionales formados en estas disciplinas. Hay una carencia muy relevante y, por tanto, una considerable inflación en precios. Además, nos enfrentamos al constante cambio. Las capacidades requeridas no son fijas sino que evolucionan. Encontrar talento que sea capaz de desarrollar esas actividades de IA, de metaverso, blockchain, ciberseguridad, ventas digitales, está costando. Ya no basta con solo fichar el talento sino que tienes que tener toda una estrategia de gestión de ese talento y de esas capacidades que, quizá a las compañías tradicionales les está costando más por la herencia y por la tipología de negocio tradicional en la que están inmersas.
- En esta línea, ¿en qué posición se encuentra España respecto a la generación y gestión del talento?
- Este país es una cantera de talento. Hay grandes profesionales y la gente joven se está moviendo mucho y muy bien. Estamos generando talento pero no el suficiente para cubrir la demanda que hay. Y lamentablemente con la deslocalización estamos experimentando una fuga de talento. Todas las capacidades nuevas que se requieren tienen la particularidad de que son susceptibles de ser deslocalizadas. Pese a ello, existe una enorme oportunidad para este país. Las características que vuelven a España un atractivo turístico permiten también que pueda ser un sitio de encuentro de ese talento y de estancia de ese talento, montando hubs para ese cometido, algo que ya está sucediendo. Tenemos que lograr que las administraciones fomenten esa atracción de talento. También ayudar a las compañías para que esas inversiones se vuelvan rentables. Y por último, involucrar a las universidades y que enfoquen sus esfuerzos en las necesidades del mercado laboral.
- Comentaba también la dificultad de las grandes corporaciones para encontrar talento e incluirlo en sus procesos dados esos modelos de negocio tradicional que prevalecen. En este sentido, ¿qué papel pueden jugar las startups y los emprendedores? ¿Pueden ir de la mano de las empresas para fomentar la innovación?
- Es una buena pregunta que tiene difícil respuesta. Desde luego a nadie se le escapa que sería óptimo que la vinculación entre grandes corporaciones y startups fuera mucho mayor. Eso ya está sucediendo y se está intentando en algunos casos con bastante éxito. Quizá no con la suficiente envergadura como para que tenga un impacto relevante. El porqué no está terminando de germinar es difícil de explicar.. Es un cúmulo de variables. Probablemente el tema regulatorio tenga que ver. Desde el punto de vista de la flexibilidad laboral y determinadas peticiones o leyes que están surgiendo que lo que hacen es acotar esa fluidez. Por otro lado, seguro que también tiene que ver con un choque cultural entre una forma de hacer negocio más tradicional con una de hacer negocios más dinámica.
La opinión del experto
«Los esfuerzos regulatorios de la UE en materia de tecnologías deberían ir hacia una mayor flexibilizacion»
Luis Ferrándiz
Profesor de IESE
- Otro reto que traen las nuevas tecnologías viene por el lado de la regulación. Europa ha sido pionera en esta línea, ¿hacía dónde deberían dirigirse los esfuerzos regulatorios de la UE?
- Hacia una mayor flexibilización. Yo entiendo la necesidad de Europa de proteger al usuario final, algo en lo que es líder a nivel mundial, marcando la pauta a seguir. Sin embargo, este afán regulatorio que estamos teniendo no está favoreciendo que diversas iniciativas o inversiones recaigan en Europa. Según datos aproximados, existen en el mundo alrededor de 1.000 unicornios. Son un KPI del grado de innovación de las geografías. Un mayor número de unicornios implica compañías que generan valor y que potencialmente a futuro pueden ser empresas muy relevantes. Más del 50% están en EEUU. Alrededor de un 15-20% en China y en Europa, contando con Gran Bretaña, hay un 14%- 15%, de los cuales la mitad está en Londres. Si nos comparamos con Estados Unidos, estamos muy por debajo. ¿Qué te proyecta eso de cara a futuro? Tenemos la mejor regulación, lo cual está fenomenal, pero a lo mejor estamos perdiendo otra batalla que es la del tejido productivo. Debemos combinar ambas cosas, la protección del usuario, que insisto, alabo y aplaudo, con una mayor flexibilidad para desarrollar innovaciones. Si seguimos en esta tendencia Europa seguirá sufriendo de forma muy relevante.
- Por último, ¿qué consejo daría a las empresas que desean aprovechar al máximo el potencial de estas tecnologías emergentes y mantenerse competitivas en el mercado global?
- Apostar por la innovación y por el talento es apostar por el futuro.