![Web3 | ¿Qué futuro le espera al Internet que conocemos?](https://s1.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/202205/16/media/cortadas/WhatsApp%20Image%202022-05-16%20at%209.04.58%20AM-RLvbFVYTSmdAg4RKugHhtMM-1248x770@Las%20Provincias.jpeg)
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DAMIÁN RODRIGUEZ
Lunes, 16 de mayo 2022, 19:27
Internet ha supuesto una de las grandes revoluciones de la historia de la humanidad. No hay día en que Internet no esté presente en la vida de casi cualquier persona: desde el señor mayor que espera el autobús observando los minutos de espera que le ... indica la marquesina, hasta la recién nacida que ya ha sido fotografiada y mostrada al mundo a través de las redes sociales. Pese a esto, Internet tal y como conocemos, dominado por grandes corporaciones como Google o Facebook, podría ir pivotando de modelo gracias a la progresiva irrupción de la Web3 o Web 3.0 y su voluntad principal: la descentralización de la información.
La Web3, lo que algunos ya han bautizado como el Internet del futuro, es un nuevo concepto completamente revolucionario de lo que entendemos hoy en día como Internet. «El problema del internet actual, a grandes rasgos, es que se ha vuelto un poco agresivo con la privacidad de los usuarios. Una de las ventajas que te ofrece Web3 es poder tener esa privacidad. Tener ese control y que vuelva a tu mano«, explica Sergio Gutiérrez, CTO de Internxt.
Actualmente, son estas grandes compañías las que controlan una parte muy sustancial de los datos que se generan a nivel mundial. La Web3 pretende todo lo contario: que el poder deje de concentrarse en esas multinacionales y resida en el usuario y en la comunidad. Es decir, pasar de que las compañías almacenen los datos de los usuarios, y los moneticen y utilicen a su antojo, a que los usuarios sean quienes conserven sus propios datos.
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«La Web3 busca que la propiedad de los datos sea de los propios usuarios. Por eso está enlazada con el concepto de identidad digital», cuenta David Ortega, CEO de Dekalabs, empresa valenciana de desarrollo de software que ya en 2016 empezaron a desarrollar en blockhain. Este cambio de paradigma viene de la mano de una creciente demanda social por tener mayor control sobre los datos en Internet, algo que se ve reflejado también en las nuevas generaciones de emprendedores, más concienciados con la privacidad, y en los cambios legales que se están dando en materia de protección de datos.
En Valencia, ya existen compañías que han nacido con esa vocación y en los que el cambio de paradigma es más evidente. Es el caso de la startup Internxt, compañía fundada por el emprendedor valenciano Fran Villalba, de 24 años, y su servicio de almacenamiento de archivos en la nube basado en Web3. En palabras de Sergio Gutiérrez, su director de tecnología: «En Internxt cuando un usuario sube un archivo lo encriptamos todo en el cliente, con una clave que solo el cliente tiene en su dispositivo. De esta forma, cuando recibimos el contenido está encriptado y nosotros no tenemos forma de desencriptarlo».
La privacidad y la seguridad como valor en alza
Los cimientos sobre los que se quiere construir la Web3 son la privacidad y la seguridad gracias a tecnologías como blockchain. «En Web3 de la mano de la privacidad vendría la descentralización, que reduce muchísimo el margen de pérdida de datos, minimiza muchísimo la probabilidad de que los sistemas se caigan y ayuda a que la red no sufra ante actores maliciosos» afirma Sergio Gutiérrez. En la actualidad, el poder que los datos de los usuarios proporcionan a las grandes empresas también las convierten en más vulnerables. Esto es algo a lo que quiere poner fin la Web3. Según David Ortega: «Las páginas web que ahora son propietarias de los datos de los usuarios están por acabarse».
¿Qué ocurre si hackean a una compañía como Facebook? Al almacenar tanta cantidad de datos, la privacidad de millones de usuarios quedaría expuesta de forma grave. O, sin irse tan lejos, en el caso del escándalo de Facebook con Camdrige Analytica. La Web3 pretende que ninguna gran empresa almacene todos esos datos. Por lo tanto, ningún tercero podría acceder a toda esa información, ni se producirían vulnerabilidades en la privacidad de los usuarios. En la Web3 desaparecerían también las caídas de servicios como ha ocurrido en los últimos meses con WhatsApp. Al estar la información descentralizada, fragmentada y encriptada, los ataques a estos servicios serían mucho menos dañinos.
Día de InternetEl 17 de mayo se celebra en España el Día de Internet. La ONU acordó dedicar ese día a las telecomunicaciones y a la Sociedad de la Información gracias a una iniciativa promovida por la Asociación de Usuarios de Internet y a la Internet Society.
Desde Valencia
También cobrarían más importancia las criptomonedas, ya que estos tokens, al construirse sobre redes de blockchain, facilitarían el desarrollo de la Web3. «Las criptomonedas están ligadas al concepto de internet del valor, en esta Web3 se puede premiar en una capa a los usuarios a través de criptomonedas para que realicen determinadas acciones», argumenta David Ortega. Actualmente, la sociedad se ha acostumbrado a vivir con una serie de facilidades ofrecidas por estas grandes corporaciones a cambio de sus datos. Por lo tanto, está por ver la postura que adoptan los usuarios respecto a la importancia de su privacidad y su migración hacia nuevos servicios que la respeten. Según David Ortega, «No tengo ninguna duda de que todos los que tengan interés en que las cosas sigan como están, se opondrán. Pero los cambios son inevitables».
«Depende de los usuarios, depende de regulaciones, depende de muchas cosas pero principalmente somos los usuarios los que tenemos el poder de que las cosas cambien realmente. Si no le damos importancia a nuestros datos, los seguirán gestionando terceros», continúa Ortega desde Dakalabs. Si el poder digital reside en el pueblo, debe ser el pueblo el que encabece el cambio.
Como ya sucedió con la transición de lo que conocemos como Web 1.0 a la Web 2.0, el cambio no se producirá de forma repentina. Más bien, debe ser un cambio progresivo que combine la aparición de nuevos servicios que compartan los principios de la Web3 con un cambio en los hábitos de consumo de los usuarios.
Tampoco se puede olvidar que la Web3 choca frontalmente contra los intereses de los dueños del actual Internet: los Google, Facebook... Algo que complica todavía más el cambio y la adopción de este nuevo paradigma. «Mucha gente se pregunta por qué muchos servicios de Google son gratuitos. Si vemos los ingresos de Google, una gran parte viene de anuncios. ¿Por qué? Porque tienen métricas de usuarios muy precisas que han recolectado sus aplicaciones gratuitas. Y, entonces, ¿el producto quién es? Esto es algo que Web3 intenta frenar», explica Sergio Gutiérrez de Internxt.
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