La receta del éxito lleva aceite de cáñamo

¿Se imaginan crear una startup en un pueblo de 431 habitantes? A Antonio Pellón no le pareció ninguna locura. De hecho, no sólo eso. Bautizada como Aldous Bio, nació en 2018 y no sólo eso. El objetivo es alcanzar los 4 millones de euros en 2023. Un reto basado en «datos» que es lo que Antonio Pellón, su creador tiene en cuenta a cada paso que da en una idea que para convertirse en realidad contó con el empujón de Lanzadera. Valencia no sólo está en el origen de esta empresa que vende productos ecológicos, ahora en la ciudad se encuentra la parte de la digitalización.

Antonio Pellón trabajaba durante más de dos décadas en una multinacional. «En el último periodo en el que estuve allí dejé de creer un poco en la empresa porque te quemas. Todo el mundo te dice que ponen el cliente en el centro pero esto es un poco egoísta porque lo ponen en el centro cuando es consumidor, no tienen en cuenta sus circunstancias», comenta. En paralelo estaba terminando ADE y tenía claro cuál iba a ser su proyecto de Final de Grado: «Llevaba envases de Aldous, la compañía de productos ecológicos que había pensado, imagínate cuando le dije a mi mujer: voy a vender espirulina, y me dijo: ¿eso que es?». La cuestión es que las empezó a vender por internet. «La pandemia luego me dio la razón, pero antes ya preveía que la alimentación nunca iba a fallar, así que empecé a vender por Amazon porque es la herramienta más democrática que hay. Todo el mundo puede llegar a vender en ella», los resultados no tardaron en llegar: «En tres semanas estábamos en la primera página de Amazon y esa es la clave, casi nadie llega a la segunda. En un mes éramos líderes de ventas», fue ahí cuando llamó la atención de Lanzadera. «Se pusieron en contacto conmigo pero me dijeron que para poder hacerlo debía dejar mi trabajo y estar allí. Lo dejé», reconoce que no fue fácil aunque sin el empuje de la aceleradora valenciana no lo hubiese hecho: «Siempre buscas excusas porque cuesta, después de 20 años has hecho amigos…».

Desde ese momento han estado replicando el modelo para otros productos. Ahora venden 70 marcas de diferentes categorías de productos, como suplementos, con referencias como espirulina y chlorella; CBD (cannabidiol), presentado en aceites cosméticos; y comida preparada. Entre ellos hay una línea de cremas creadas en colaboración con el chef con estrella Michelin Jesús Segura. Todo esto lo cuenta Pellón desde la tranquilidad de Almonacid del Marquesado, el pequeño pueblo en el que vive, del que es. «Hay un cambio de paradigma en el e-commerce, en España la capilaridad es muy buena, en un día un producto puede ir de Cádiz a Galicia. Ahora ya hay buena conexión a internet», señala. También hay otras ventajas de estar en un lugar pequeño: «La administración, la burocracia, en cuenta es muy cercana, nosotros en un día, con 80.000 personas que somos podemos ir a distintos lugares de la administración a arreglar papeles y demás». Es «más complicado» encontrar perfiles de marketing, es por ello que todo el aspecto de la digitalización, por ejemplo se lleva en Valencia: «Existe un gran ecosistema allí».

El principal canal de distribución de Aldous es el online, con alrededor del 95% del volumen de ventas, pero también está presente en establecimientos como Carrefour o Herbolario Navarro. «La parte offline ya la tienen las marcas más afianzadas con grandes estructuras para la distribución, esa guerra la tenemos perdida. Preferimos ir al mercado online, que, además, es el cliente del futuro. Van a tener que aprender a convivir juntas».

A finales de octubre, Pellón dio un paso al frente vistas las previsiones puso el foco en las áreas de Growth y Customer Care. Nombró a Elena Martínez como Head Of Growth & Digital Business con el objetivo de incrementar la velocidad de implementación de la estrategia validada. «Lo bueno que te dan los datos es que te dan previsión es que se cumplen de hecho el e-commerce desde el pico del confinamiento ha bajado un 35% en Amazon por ejemplo pero nosotros nos hemos bajado. Ahora vendemos más que en el confinamiento, nosotros no buscamos rondas de financiación para crecer a partir de ahí, nosotros pensamos en que el crecimiento sea constante. No somos la típica startup que se dedica a levantar capital, nuestra filosofía es que la financiación viene del cliente, esto nos obliga a exigirnos lo máximo cada vez».

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