Startups e igualdad de género: chequeo al ecosistema valenciano en vísperas del 8M

A las puertas de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, en 2023, los datos sobre emprendimiento femenina reflejan que el apoyo y la visibilidad a figuras referentes todavía es necesario. Los datos a nivel nacional, según varios estudios, reflejan que sólo entre un 13 y un 20% de las startups tienen una mujer como cofundadora. Así se recogió en el Espacio Fundación Telefónica. En el análisis plantean un futuro en el que este número irá «decreciendo»: «Cada vez hay menos mujeres emprendedoras», concluían. Si desviamos el foco hacia la Comunitat Valenciana descubrimos un oasis en el que se llega a doblar el número de féminas que se ponen al frente de negocios de nueva creación.El informe del Observatorio Startup de este territorio elaborado por Startup Valencia publicado apenas unos días atrás refleja que el 40% de las startups o empresas innovadoras y tecnológicas del territorio cuentan con, al menos, una cofundadora en su equipo. Además, de las casi 1.100 startups registradas en el organismo, el 80% afirma estar comprometido con la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible impulsados por Naciones Unidas. «Es muy importante para que las futuras generaciones de directivas, ingenieras o emprendedoras lo tengan más fácil que nosotras y ya tengan sus propios referentes. Les inspirarán a seguir luchando por conseguir sus objetivos», afirman desde la entidad.

Startup Valencia es una organización privada sin ánimo de lucro que, desde 2017, representa a las startups de la Comunitat y es referente de un ecosistema de empresas innovadoras y tecnológicas que impulsa la competitividad de la economía. El compromiso de la organización con la promoción de startups de este tipo lideradas por mujeres es uno de los pilares de su creación.

Un referente en la tecnología Big Data es Majo Castillo. Es CEO de Zeus, antes, ayudó a levantar Sesame, empresa que gestiona los horarios laborales mediante un innovador sistema de fichaje a través de dispositivos móviles, de la que es Directora de Operaciones. La valenciana, reflexiona sobre el papel y la posición de las mujeres en el mundo tecnológico. «La realidad es que son muchísimos más hombres dedicados a funciones como la programación o el cloud computing que féminas. En nuestra empresa son muchos más ellos los que se postulan a ocupar estos puestos». Matiza Castillo en que existen otros perfiles también relacionados en el desarrollo de software en el que el porcentaje de hombres y mujeres es más paritario: «En puestos más creativos como diseñadores y maquetadores sí que hay aumenta el número de mujeres».

Con motivo del décimo aniversario de StartUPV, ecosistema del emprendedor de la Universitat Politécnica de Valencia, se publicó un informe en el que se reflejaba que el 40% del total de empresas nacidas en la incubadora universitaria se encontraba impulsada por mujeres en 2022. Un año antes, la cifra apenas había superado el 21% del total. Por sectores, ellas sólo alcanzan el 50% en el textil. El porcentaje ronda el 10% en Prop/ConstrucTech (aglutina la tecnología e innovación aplicada al mercado inmobiliario.), Mobility Logistic (se preocupa de la planificación y optimización de la movilidad de personas y bienes para asegurar una distribución eficiente, segura y sostenible de los recursos y servicios).

Las causas directas reiteran términos que escuchamos una y otra vez pero que se encuentran lejos de extinguirse: según los expertos, serán necesarias dos generaciones. Las soluciones pasan por la educación, dar visibilidad para que las niñas tengan referentes mientras las empresas y las instituciones deben aportar medidas de corrección.

Nuria Lloret, como profesora de la Escuela Superior de Informática y de Telecomunicaciones de Valencia detecta que cada año el número de alumnas es cada vez inferior. « Los desarrollos tecnológicos del futuro los harán las personas que lo están estudiando hoy. Si no tenemos estudiantes diversos, no tendremos diversidad en el desarrollo». Preocupa a la impulsora de Atenea el futuro. Para ello desarrolló el programa Mentoras, un proyecto I+D+i de aplicación educativa que tiene como objetivo promover la formación científico-tecnológica de niñas, niños y jóvenes, a través de métodos interdisciplinares e innovativos que apuestan por la combinación de ramas STEM y las Artes. «Tenemos un problema con las mujeres en las carreras técnicas. Las Universidades tienen problemas, pero las empresas también. Al haber pocas estudiantes, tampoco pueden llegar a cargos de dirección por porcentaje. La mentorización tiene que empezar en Primaria porque cuando hablas a las chicas en Bachiller ya saben hacia dónde van». Y matiza: «Es en Primaria donde se les tiene que explicar que todas las personas capacitadas para hacer cualquier cosa. En Secundaria, se pueden tomar medidas como que en los grupos de trabajo, las chicas tengan roles activos como programar. En ciencias también vemos que ellas van más hacia la medicina, los cuidados».

Reflexiona Lloret como su papel en la formación y mentorización como antesala a su experiencia cuando toma el rol en Metric Salad, empresa que lidera que está posicionándose con fuerza en el mundo del metaverso y el blockchain. «Hay que romper barreras y apostar por la diversidad para experiencias inmersivas o avatares. La sociedad del siglo XXI avanza muy rápido y en la creación de todo este tipo de tecnologías debe haber detrás personas con distintos perfiles para reflejar esta diversidad». La catedrática desarrolla esta idea: «Si todos los que desarrollan por ejemplo avatares para el metaverso tienen el mismo perfil que ha habido, se siguen manteniendo un tipo de figuras sexualmente atractivas, por ejemplo. Al seguir con ellos, la inteligencia artificial con la que se trabaja, toma datos de los usuarios y comprueba que interactúan más entre ellos con estos perfiles, por lo que se perpetúa más este tipo de estereotipo. Ahora, si personas diversas también forman parte de esos desarrolladores, el perfil de estos avatares variará, es la única forma que romper este círculo vicioso».

Formación desde la infancia, dentro y fuera del colegio, y referentes son las claves para revertir la situación en el sector según Lloret. Unos referentes que es más importante que sean cercanos que cosechando éxitos al alcance de unas pocas: «Si los referentes son Marie Curie, por ejemplo ellas pueden pensar: ¿si no voy a alcanzar a ser como ella, para qué?'. Simplemente hay que poner de ejemplo a personas que trabajan en lo mismo que tú, o en lo que te gustaría, pero que lleva más años y te ayuda a ver cómo podía ayudar. En eso nosotras debemos realizar un trabajo de empoderamiento, si me llaman a mí yo llamar a otras para ser más en este tipo de ejemplos».

Por su parte, Majo Castillo también reivindica ambos aspectos. El de los referentes y el de la educación. No así considera otro tipo de medidas correctivas que se están poniendo en marcha: «No soy proclive a los cupos porque me parece que hacer eso es pensar que las mujeres no están capacitadas y que merecen un cupo preferencial, eso sí, no debe haber discriminación ni cortapisas hacia ellas: Que estudien lo que quieran». Precisamente para tener esa oportunidad de escoger, es fundamental que se les informe bien de todas las opciones. «Se debería explicar bien en los institutos lo que son las disciplinas TICC que cada vez son más amplias, no sólo las relacionadas con el desarrollo software, también con la inteligencia artificial, con el diseño o las matemáticas. Creo que sería muy importante que se transmita cuáles son las carreras que existen, el futuro que tienen, que se visibilicen». En este sentido incide en que es importante la participación de féminas: «Que no sólo hombres vayan a explicarlo, también mujeres referentes en estas disciplinas. Todo parte de una educación previa sobre unas materias a las que quizás los niños están más acostumbrados a sentirse parte por videojuegos o porque han visto que lo hacían los padres».

Aunque en el sector tecnológico según Castillo, cargos como CEO lo ocupan en su mayoría hombres, sí que hay algunos perfiles femeninos en puestos también decisivos: «En operaciones, de gestión o de marketing hay muchos ejemplos de mujeres por la capacidad de gestionar que tenemos. En nuestra empresa, por ejemplo el 80% de los perfiles directivos son mujeres. No se ha hecho pensando en que debían serlo, ha sido de forma natural porque tenían las habilidades necesarias para hacerlo», añade.

«Es fundamental que la voz de las mujeres que nos dedicamos a esto se escuche. No nos lo impiden pero posiblemente no ponemos la atención que deberíamos en saber contar y escuchar que hay mujeres que estamos en estos puestos y que lo hacemos muy bien», concluye.

Precisamente las medidas de las que hablan Lloret y Castillo son fundamentales para terminar con una de las reivindicaciones de la Asociación de Empresarias y Profesionales de Valencia (EVAP), tal y como reconoce su presidenta Eva Blasco: «Existe una brecha digital que afecta a las mujeres pero, sobre todo, existen menos mujeres con vocaciones STEM y si los trabajos del futuro están más vinculados a esos ámbitos eso puede hacer que se incremente esa brecha».

Mientras el panorama emprendedor en la Comunitat guarda datos esperanzadores, hay otras cifras que siguen siendo motivo de preocupación en las empresas ya consolidadas y que forman parte del tejido económico y empresarial del territorio. En el último informe del Observatorio GECE, iniciativa de CaixaBank, y el Ivie (Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas) revela que el porcentaje de mujeres en el accionariado de las empresas con sede en la región apenas supone el 20,6% del total de accionistas. Es decir, sólo una de cada cinco personas con participación en el capital de las empresas es fémina. Una cifra dos puntos inferior a la media nacional (22,6%).

La diferencia entre la presencia hombres y mujeres en los órganos de gobierno de las empresas también es abismal. Ellas sólo suponen el 23,6% de los miembros de los órganos de gobierno de las firmas valencianas. Un porcentaje que, en el caso de las empresas españolas, asciende al 24,9%.

En este sentido, Araceli Císcar, directora ejecutiva de la alimentaria Dacsa, incidió en los sueldos. «Es muy importante que las mujeres sean valoradas en la nómina real. Cuando se tiene que renunciar a algo por la familia suele renunciar la mujer porque el salario es más bajo. Las mujeres deben apostar por no renunciar a la carrera profesional y tener claro que es una inversión de futuro, no sólo para ella, para la familia, porque no es el salario de uno u otro, es el de la pareja».