El trivial valenciano que revoluciona los juegos de cultura general

World Challenge Game cuenta tan solo con dos años de existencia, pero pese a su corta edad ya ha recibido alguna que otra distinción. La semana pasada recibió el premio a Mejor Startup Gaming en los VLC Startup Awards. Bogdan Tapu es el CEO de la compañía que todavía se muestra sorprendido por haber sido galardonados pese a tener mucha menos presencia en el mercado que sus competidores. «Nuestro producto busca ser innovador, educativo e inclusivo», afirma Bogdan.

A sus 31 años, el fundador de World Challenge Game ha podido aunar en un proyecto sus tres grandes pasiones: los juegos de mesa, el gaming y la web 3, es decir, la tecnología digital como el blockchain. Bogdan es tiene la ambición por bandera, prueba de ello es que inició su primer negocio a los 17 años y después de haber vivido en su Rumanía natal, Italia y México antes de aterrizar en Valencia. «Llevo seis años aquí y me encanta, siento a la ciudad como mi casa», expresa.

Bogdan tenía metido entre ceja y ceja crear un juego de mesa sobre cultura general que entretuviera y aportara a la sociedad «premiando el conocimiento». Para conseguirlo, él y su equipo necesitaban que las preguntas pudieran ser infinitas gracias a las posibilidades que ofrecía las nuevas tecnologías incipientes. Dicho y hecho. «Necesitábamos evitar que el producto acabara cogiendo polvo en la estantería», asevera el CEO.

Las herramientas sobre las que pivota World Challenge Game están interrelacionadas. La cadena de bloques ofrece la transparencia para que cada usuario pueda gestionar con seguridad su avatar NFT. «Esta tecnología nos permite demostrar que la caricatura es única así como llevar un registro del historial de cada jugador», declara Bogdan. Por su parte, la inteligencia artificial permite que la duración del juego pueda convertirse en infinita a tener la capacidad de generar infinidad de preguntas.

Hoy en día, la edición física de World Challenge Game está equipada con una batería de 400 preguntas relativas a nueve ramas de la cultura diferentes para que compitan de dos a seis jugadores. El tablero de juego es reversible y cuenta con dos mapas: uno de Europa, para las partidas de larga duración, y uno de América, para las cortas. Ganará el participante que acierte más preguntas y conquiste más países. Para los más ductos en lo que a juegos de mesa se refiere, vendría a ser un híbrido entre el Trivial y el Risk. «Hemos eliminado los turnos y los dados porque no queremos ni tiempos muertos ni factor suerte, solo conocimientos», explica Bogdan.

Las apariencias engañan y es que, aunque parezca muy enfocado a los jóvenes, la edad mínima que puede entender su funcionamiento está en los mayores de ocho años, es decir, está diseñado para todos los públicos. La aplicación para poder desarrollar las partidas multijugador online de cuatro jugadores estará disponible a partir del año que viene cuando se conozcan los resultados de la fase beta que tendrá lugar a finales de este mes de diciembre. Pese a que su primer objetivo es posicionarse en el mercado nacional, World Challenge Game tiene firmada ya su expansión internacional por Europa y América. De momento, la tirada que la empresa ha puesto a la venta en tiendas físicas se ha agotado.

Su finalidad pedagógica le ha llevado a granjearse poderosos 'partners' y compradores en instituciones universitarias como la Universidad Europea, la Universitat Politècnica de València y el ESIC. Una de las demandas de estos centros de enseñanza postobligatoria es que además de la versión en español e inglés también se saque una en valenciano. «Pensamos que jugando, las cosas se aprenden más fácil», apunta Bogdan que piensa en ir un paso más allá y convertir a World Challenge Game en algo más que un juego: una marca.

La financiación de este proyecto, como no podía ser de otra manera, también es peculiar ya que se realiza a través de tokens, la moneda virtual con la que ellos mismos premian a sus usuarios. Su producto digital conocido como $WORLD se agotó en tan solo 77 segundos y consiguió recaudar la cifra de medio millón de euros.