El teletrabajo aumenta la demanda de viviendas en la periferia de Valencia

Parece que el teletrabajo ha llegado para quedarse, ya sea de manera total o parcial, y el mercado inmobiliario está reflejando esta realidad. Más allá de las búsquedas de viviendas con pocas zonas comunes y con terrazas amplias, la pandemia está impulsando una transformación del mapa inmobiliario que está dando protagonismo a la periferia de las capitales.

En el caso de la Comunitat, los municipios cercanos a Valencia son los que más están despertando el interés tanto para compra como alquiler. Según ViceDíez, portavoz del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Valencia, se ha detectado un cambio de tendencia en ese sentido que apunta a un «medio y largo plazo».

«La gente quiere comprar más chalets y prefiere irse fuera de Valencia, pero está el condicionante de la familia y aspectos como el colegio de los niños, por lo que es una tendencia incipiente», explica Díez. Además, según señala, esto no sólo se traducirá en una menor presión sobre el mercado de viviendas de la capital del Turia, sino que también «se notará» en el segmento de oficinas. «Se van a ir dejando oficinas y zonas de 'coworking'. Se va a ir vaciando. La gente está habilitando en sus casas una zona de trabajo y se va a reflejar en una relajación del mercado en este sentido», agrega.

Por su parte, el director general de OC Habitat, Fernando Muro de Zaro, también destaca que «el confinamiento y las modificaciones en la forma de trabajar van a motivar que mucha gente que estaba con la duda tome la decisión de cambiarse de vivienda». No obstante, matiza que este fenómeno se notará más en el mercado del alquiler. «Estamos notando una tendencia a la inversa. Antes había un trasvase de gente de la periferia que quería venirse al centro pero eso se ha parado completamente», añade.

En concreto, algunos de los municipios donde más demanda se está registrando en los últimos meses son Bétera -en la zona de Torre En Conill concretamente-, Rocafort, Godella y L'Eliana. Además, Muro de Zaro destaca que tras el confinamiento y de cara al verano se ha disparado la demanda de alquiler de viviendas unifamiliares o con piscina. «Eso en algunos casos ha derivado en demandas de compra. De hecho, el mes de junio ha sido muy bueno en ventas y han tenido mucho peso los adosados en urbanizaciones», indica.

Por su parte, el director de Área Residencial de Olivares Consultores, José Manuel Martínez, explica que en obra nueva también se detecta este trasvase de la demanda de la capital a la periferia, acentuado en los últimos meses por la pandemia. «No es tanto como que no importe la ubicación, pero ya no es un elemento único. Hemos notado mucho la exigencia de terrazas, además de un crecimiento del interés muy elevado por áreas metropolitanas y residenciales», detalla.

En su caso, Olivares ha vendido cerca de 35 viviendas unifamiliares desde marzo en la zona periférica de Valencia, el 30% de todas las ventas acumuladas desde el inicio del año. Además, el 85% cuentan con zonas de ocio común.

En cuanto a los precios, el portavoz del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Valencia indica que el teletrabajo ha acentuado la estabilización de los precios en la capital. «Ya detectamos que en 2019 se había tocado techo y empezaron a bajar. Además hay menos inversores, y también ha menguado el turismo extranjero. No es un cambio de tendencia sino que se acentúa», cuenta.