Toño Pons, presidente de Importaco. Iván Arlandis

Toño Pons: «Está bien visto emprender, las startups... pero una vez pasas a ser empresario ya no»

El presidente de Importaco Lamenta la imagen negativa que se asocia a las empresas aunque sean «lo mismo» y aboga por trabajar «para ser ejemplo allá donde estemos»

Isabel Domingo

Valencia

Lunes, 15 de abril 2024, 01:04

Con una facturación de 810 millones, 17 centros productivos y 2.311 empleados, Importaco, fundada en 1940, es uno de los gigantes empresariales de la Comunitat aunque su trayectoria se caracteriza por un trabajo silencioso que le ha llevado a estar presente en los ... hogares españoles a través de sus frutos secos (comercializados bajo la marca de Mercadona) y el agua mineral Agua de Cortes y Bronchales. Toño Pons, tercera generación, está al frente desde 2018.

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–¿Cómo afronta Importaco este 2024 tras un año con aumento de facturación y beneficio?

–2023 fue un año muy bueno y hubo un cambio de tendencia porque fue el posterior a la salida del Covid y todo lo que nos pasó, con la súper inflación, donde tuvimos que reordenar un poco las prioridades de la empresa. En 2023 empezamos a recoger todos los frutos de los trabajos de eficiencia que realizamos y, además, nuestras categorías de productos han crecido y hemos recuperado los márgenes. Entonces en 2024 lo que esperamos es continuar con los crecimientos, mejorar nuestra oferta de productos y continuar liderando el mercado europeo. ¿Cuáles son los retos? Pues los de siempre. Nuestros productos son de todo el mundo, con lo cual lo que pasa por ahí nos afecta; consolidar el equipo que tenemos; continuar con los proyectos de eficiencia; incrementar las capacidades… El año pasado crecimos en cifras de dos dígitos y este año también lo prevemos, por lo que un reto importante es incorporar nuevas capacidades en nuestras plantas productivas. Y luego hay un reto que nos va a acompañar toda la vida: cómo nos adaptamos mejor a lo que nuestros consumidores quieren y el consumidor quiere consumir nuestro producto en cualquier momento, en cualquier lugar, en cualquier tamaño, en el sabor que crea conveniente, etc.

–Anunciaron un plan de inversiones de 33 millones. ¿En qué se va a traducir?

–Tenemos la obligación de ser más eficientes, así que nuestras máquinas tienen que producir más y mejor; e incrementar la calidad de nuestros productos todavía más. Luego está la parte de sostenibilidad y mejorar la eficiencia energética, la reducción de emisiones, etc. No estamos pensando en una nueva fábrica sino en incorporar mejoras, ir renovando todos los equipos. Hay inversión en todas las plantas productivas, incluidos los manantiales, entre tres y cinco millones en cada una.

–¿Qué impacto tiene el actual contexto socioeconómico, marcado por las guerras en Ucrania e Israel, costes energéticos, materias primas, inflación…?

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–Es una espiral, una montaña rusa. A ver, 2022 fue el peor año con mucha diferencia, no sólo por los costes energéticos, sino porque los costes de los fletes se dispararon y no pudimos repercutirlo a nuestros clientes (era demasiado) y eso nos afectó. En la medida que los fletes han ido aminorando y los costes energéticos se han suavizado un poquito, nos metimos a ver eficiencias. Ahora creo que estamos ya en un mix, es decir, los frutos secos son un producto 'premium' en la alimentación pero a nivel mundial está bastante equilibrado: la demanda continúa creciendo, pero hay muchísima oferta y están los precios equilibrados. En el agua lo que nos pasa es al revés, tenemos que ver cómo la valorizamos. Ahora tenemos la sequía de por medio, que seguramente va a afectar y estamos casi seguros que en el futuro habrá limitaciones.

–Habla de cómo valorizar el agua. ¿Se le da poca importancia a una botella que puede costa no más de 20-30 céntimos?

–Muy poca importancia el consumidor y, en general, todos. Con el cambio climático las cosas no van a ir a mejor en cuanto a nivel de capacidades, por lo que tenemos que empezar ya a trabajar en serio en los temas de la eficiencia en el agua.

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–¿Cómo afecta el cambio climático a una empresa como Importaco?

–Sequías, olas de calor seguidas, incendios brutales en todos los sitios… Lleva a menos producciones, por ejemplo, lo que sucedió el año pasado con el aceite o la almendra en España, o ahora con el cacao. Todo afecta aunque, al final, hay equilibrio entre oferta y demanda. Los precios suben, hay menos consumo y se va equilibrando. Pero el problema es que en cuanto se acumulen varias cosechas malas, ¡cuidado!, que cambia ya absolutamente todo el ecosistema. Vamos a tener que adaptar todo poco a poco; adaptando cultivos a diferentes zonas, también en función de la disponibilidad de agua podrás cultivar unas cosas u otras. Nosotros ahora estamos trabajando tanto en un plan tanto de adaptación como de resiliencia climática.

«Uno de los problemas que tenemos en Europa es que es difícil hacer los controles»

Toño Pons

–En este sentido, ¿qué papel juega la innovación?

–Lo que queremos hacer con nuestro centro tecnológico es que sea un centro de conocimiento de toda la cadena de valor, es decir, cómo lo que espera el consumidor podamos empezar a hacerlo desde la semilla.

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–¿Y a las empresas valencianas les falta un empujón?

–Nos queda camino porque es difícil, son inversiones a largo plazo y las empresas estamos muy pendientes del corto y de la cuenta de explotación, pero son el futuro. La rueda es difícil de empezar pero cuando lo haces y ves el retorno, inviertes más.

–¿Y cómo se puede incentivar?

–Sembrando y aceptando que hay que tener tolerancia al fracaso. En España nos cuesta más innovar, Europa es más abierta.

Pons accedió a la presidencia de Importaco en 2018. Iván Arlandis

–¿Por qué esa diferencia?

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–Somos muy tradicionales. En Europa renovamos la gama un 20% todos los años. En España un 2% anual es lo máximo. Eso sí, el trabajo de mejora es continuo, ya que aunque el consumidor a priori no lo note, hay una mejora. Es que todas las almendras naturales sean exactamente iguales, que crujan igual, el mismo sabor, la textura... Hay mucha ciencia detrás. Pero el consumidor europeo está más abierto a probar nuevos sabores y aquí somos más tradicionales.

–Uno de los handicap de las empresas es atraer, y retener, talento. ¿Tienen problemas para contratar algunos perfiles?

–Mira, algunos de nuestros manantiales están en la España vaciada y tenemos problemas. Sin embargo, en nuestro manantial de Cortes todo el que vive en el pueblo y está dispuesto a trabajar lo tiene. Al mismo tiempo tenemos esa parte de que la gente quiere vivir en las grandes ciudades, en los entornos urbanos. Es un reto muy importante.

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–¿Y es un reto que la gente contemple ser empresario como una opción de trabajo?

–Esa es la labor que está haciendo la Asociación Valenciana de Empresarios, intentar dignificar la figura del empresario. Está muy bien visto ser emprendedor, las startups, pero una vez pasas de ser startup a empresario, pues ya está mal visto.

–Pero es lo mismo.

–Es lo mismo. Entonces, por muchos debates que se crean, al final pienso que cada uno tiene que poner su granito de arena y tenemos que intentar ser ejemplo allá donde estemos.

–Se pone en la diana a bollos, chocolates, snacks, etc. ¿Por qué esa persecución? ¿Qué puede hacer el sector en un momento en que se da prioridad a los hábitos saludables?

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–Con las grasas trans ha habido mucho debate y han confundido bastante al consumidor. En los últimos años empezó la tendencia de quitar toda clase de aditivos para que los productos sean lo más sano o más natural posible. Y esa tendencia va a seguir aunque, obviamente, cuesta algo más. Así que también hay que ver dónde está el equilibrio porque las cosas más naturales siempre cuestan algo más. Creo que no hay debate; al final la ventaja que tenemos es la posibilidad de elegir, pero, sí, la tendencia saludable es imparable. Y luego está la otra tendencia: la de voy a pasármelo bien y darme un capricho de turno para el aperitivo o para la tarta.

–¿Hay excesiva regulación en la industria alimentaria?

–Sí, es que estamos en Europa y es la que más leyes pone y la que más inconvenientes, o más burocracia, tiene. Y luego el control de todo lo que legislan, donde creo que está uno de los problemas que tenemos en Europa, que es muy difícil de controlar. Ahora está toda la protesta de los agricultores, que es el ejemplo. Nosotros estamos en todo el mundo y vemos que los americanos son muy prácticos pero tienen sus ventajas y sus inconvenientes. Muchas veces se equivocan y hacen daño, pero tiran hacia atrás. El daño ya está hecho. En Europa lo que nos da es una estabilidad. Es decir, toda esta burocracia nos complica la vida, pero es más difícil que pasen escándalos de temas alimentarios, como en Estados Unidos. Así que lo que decimos aquí es que no importa, pues cuantas más restricciones, más difícil nos lo pongan, mejor para nosotros, porque son barreras que creamos contra nuestra competencia. Aún así, reitero, faltarían controles. En Europa falta eso.

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«Tenemos que empezar a trabajar en serio en los temas de la eficiencia en el agua»

Toño Pons

–¿Se han planteado tener marca propia?

–No. Este negocio lo arrancó mi abuelo, que trabajó de forma local. Luego mi padre y mi tío lo desarrollaron de forma importante en el envasado de graneles, donde no teníamos marca. Con lo cual empezamos a hacer marca de distribuidor de paquete pequeño. En nuestro ADN nunca ha estado hacer marca propia. A veces nos hemos planteado un piloto pero es bastante incompatible con lo que hacemos ahora. Somos de mucho volumen, mucha rotación, producto muy fresco y nos es difícil encontrar ese producto 'premium' con poquito volumen y con bastantes márgenes. De hecho, lo poco que tenemos son cosas periféricas y por completar gamas, no nos vemos compitiendo contra las multinacionales.

–¿Por dónde pasa la expansión internacional?

–Hay que consolidar los clientes que tenemos en Europa y abrir mercado en algún país. En Europa nos queda mucho, por ejemplo, en Francia no tenemos prácticamente nada. Cuando hablamos de estar en algún país, es con una planta y entonces los retos son Alemania y Francia y consolidar Inglaterra e Italia, que para eso necesitas estar en un 15% del mercado como mínimo.

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