Los trabajadores de las ITV valencianas alzan la voz ante la incertidumbre de la reversión

Las 1.200 personas que trabajan en las diferentes estaciones de las ITV valencianas siguen sin tener claro cuál será su futuro una vez se materialice la reversión del servicio que prepara la Generalitat. Ante la incertidumbre y la falta de información del proceso los empleados se han manifestado hoy para reclamar que se les concreten las condiciones del traspaso.

La plantilla ha ofrecido una imagen de unidad al estar presentes representantes sindicales de UGT, CCOO, CSI-F e Intersindical en la concentración que ha tenido lugar frente al Palau de la Generalitat. La denuncia de los empleados es generalizada, no saben apenas nada salvo la promesa de que los puestos están garantizados.

Sin embargo, los sindicatos temen que esto solo sea así para los trabajadores fijos y que se deje de lado a los temporales que han representado el grueso de las contrataciones en los últimos meses. "Faltan tres meses y no sabemos nada", ha denunciado Rosario Benítez, representante de UGT en declaraciones a Europa Press, ya que ha advertido que la empresa pública que pretende crear el Consell para gestionar las ITV "todavía no es una realidad".

Desde CCOO e Intersindical han incidido en que es necesario conocer la letra pequeña para tener claro que la reversión no afectará a los trabajadores. Un punto en el que insistió CSI-F, que ha recordado que existe "una desigualdad salarial bastante importante entre los siete lotes y prometieron equiparar a todos los trabajadores". Pero de la misma tampoco se tiene noticias.

La adjudicación de las ITV decae el próximo 1 de enero de 2023, aunque la Generalitat está abierta a una pequeña prórroga de dos meses para compensar a las adjudicatarias por la pandemia. A falta de negociar ese plazo que las empresas quieren alargar, desde la Conselleria de Economía se insiste en que a partir de ese momento gestionarán el servicio y bajarán los precios.