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Clara Alfonso
Valencia
Martes, 14 de mayo 2024, 00:16
La reducción de la jornada laboral planteada por el Gobierno está en boca de todos, y no es para menos. El Ministerio de Trabajo ha anunciado avances significativos en las negociaciones con sindicatos y patronal para llevar a cabo esta medida, que se espera tenga un impacto positivo en millones de trabajadores.
En un contexto donde la conciliación entre la vida laboral y personal se ha vuelto cada vez más relevante, el Ministerio de Trabajo ha adelantado que se encuentran en avanzadas conversaciones con sindicatos y patronal para formalizar una propuesta legislativa que establezca esta reducción de la jornada laboral antes del próximo verano. La ministra Yolanda Díaz, en el marco de la celebración del Día del Trabajador el pasado 1 de mayo, confirmó la importancia que el Gobierno otorga a esta medida, que busca mejorar las condiciones laborales de la población trabajadora en el país.
Aunque los detalles específicos aún están siendo objeto de negociación, se conoce que la jornada máxima de 40 horas semanales se reducirá progresivamente, llegando a las 38,5 horas en 2025 y a las 37,5 horas en 2026, manteniendo los salarios sin variación. Este cambio significativo no solo implica una redistribución del tiempo de trabajo, sino que también plantea desafíos y oportunidades para la organización del trabajo y la productividad en distintos sectores de la economía.
Una de las cuestiones clave que ha despertado el interés público es quiénes serán los principales beneficiarios de esta medida. Según un análisis realizado por Comisiones Obreras el año anterior, se estima que el 88,7% de los trabajadores asalariados del sector privado que laboran a jornada completa actualmente ya cumplen con los nuevos límites propuestos, lo que sugiere que aquellos trabajadores que no están cubiertos por convenios colectivos serán los más favorecidos por esta medida.
Se estima que alrededor de 12 millones de empleados asalariados del sector privado podrían verse beneficiados por esta reducción de la jornada laboral. Asimismo, se ha observado que tendrá un impacto diferenciado según los sectores y las ocupaciones. Según dicho análisis, se espera que los trabajadores de Industria y Construcción sean los más beneficiados, con un porcentaje cercano al 98%, mientras que los técnicos y profesionales superiores, así como los trabajadores de los servicios, podrían experimentar un impacto menor.
Para CCOO y UGT, la mejor forma de implementar esta reducción de jornada es mediante una modificación legislativa del artículo 34 del Estatuto de los Trabajadores. Esta demanda busca garantizar que la reducción de jornada alcance a todos los trabajadores del país, independientemente de si están sujetos a un convenio colectivo o no, evitando así posibles lagunas o exclusiones en su aplicación.
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