Los transportistas alertan de cierres de empresas por la subida del gasóleo

Preocupación en el sector de los transportistas por el alza de los precios de las materias primas, en concreto, del combustible, que representa el 30% de los costes directos que asume el sector y que se ha incrementado casi un 25% en un año. Una situación que ha llevado a que la Federación Valenciana de Empresarios del Transporte y la Logística (FVET) lanzase ayer la alerta de posibles cierres para el segundo semestre de este año como consecuencia de esa escalada de costes directos.

Así se refleja en la encuesta realizada por FVET entre sus asociados, ya que el 78,9% cree que habrá cierres debido al aumento del precio del gasóleo. «Es difícil gestionar una empresa cuando una materia prima sube tanto», reconocía el presidente de la organización, Carlos Prades, que recordaba que es un problema estructural que podría solucionarse eliminando la cláusula 'salvo pacto en contrario' de la Ley del contrato de transporte terrestre de mercancías.

La situación es tal que hay «sensación de pánico» en el sector, apuntaba el vicepresidente de FVET, Juan Ortega, presente en la rueda de prensa, al igual que el secretario general, Carlos García, que resaltó que el sector aporta un 3% al PIB español y aglutina a 14.800 empresas en la Comunitat con 94.000 profesionales. Esos incrementos de costes (donde también incluyen los laborales) han provocado que, pese a que se ha registrado un repunte de actividad y de ingresos en 2021, éste no ha sido «relevante» y no se han traducido en un aumento de la rentabilidad.

Los bajos precios del transporte; los largos plazos de pago, de entre 90 y 120 días –a los que se suman los impagos–; la competencia desleal, para la que reclamaron «inspecciones eficaces»; o la elevada fiscalidad son otros de los problemas que arrastran los transportistas. En este caso, además, Prades recordó que ya pagan 15.000 millones vía impuestos, en referencia a la intención del Gobierno de establecer el pago por uso en carreteras de alta capacidad.

También apuntaron la escasez de conductores profesionales, donde calcularon que harían falta unos 5.000 para cubrir las necesidades actuales en el sector por las jubilaciones.

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