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¿Qué pasará si Donald Trump decide hacer efectiva su amenaza de aplicar una moratoria económica del 200% sobre el vino y otros productos ... alcohólicos europeos? Es la pregunta que desde este jueves ronda por la cabeza de los productores vitivinícola de todo el país, aunque la respuesta todavía es difusa. De hecho, la incertidumbre es la sensación que reina entre los actores del sector en la Comunitat, que no ven un problema de tal envergadura en la imposición del arancel, sino en los efectos colaterales que la medida pueda tener entre los competidores de la Unión Europea.
Los productores valencianos temen que pueda desatarse una guerra de precios en caso de que los caldos europeos perciban la penalización anunciada por el magnate norteamericano. «El problema es que poniendo aranceles muy altos se afecta a los mercados tradicionales y eso va a aumentar la competitividad», ha explicado Joan Mir, director general de Anecoop en la rueda de prensa de presentación de resultados.
En caso de que la amenaza arancelaria se cumpliera, el vino que se exporta a Estados Unidos desde distintos puntos de Europa se vería 'obligado' a encontrar un nuevo destino. «¿Si no vamos allí, ese producto dónde va?», se ha cuestionado Mir para explicar que los efectos colaterales pueden ser incluso más perjudiciales para los productores que los propios aranceles.
En el caso de la Comunitat, las cifras de exportación a Estados Unidos se sitúan por debajo de los 15 millones de euros, por lo que el daño directo afectaría, pero lo haría de manera moderada. Sin embargo, los destinos principales del vino valenciano -Reino Unido, Países Bajos o Alemania, entre otros- podrían experimentar una llegada masiva de caldos procedentes de otras zonas de Europa que huyen de la política arancelaria americana.
La apertura de nuevos mercados ha sido clave durante los últimos años para un sector que se ha visto perjudicado por otras cuestiones geopolíticas, como la guerra de Ucrania. De hecho, las bodegas de Anecoop han logrado frenar el descenso de las ventas de los últimos años y conseguir cierta estabilidad gracias a la puesta en marcha de un plan estratégico basado en la llegada a nuevos clientes. No obstante, en estos momentos la incertidumbre reina no solo entre los productores valencianos, sino también entre los del resto de España. «En este momento no sé qué deciros. Hemos logrado estabilizar las caídas, pero estamos con gran incertidubmbre», ha indicado Joan Mir, que considera que la amenaza de Trump llega en un momento de auge del sector en el continente americano, centrado sobre todo en Canadá.
Ese crecimiento al que se refiere el director general de Anecoop se refleja en las cifras de exportación de la DO Utiel-Requena, que en 2023 comercializó 3.449 hectolitros de vino tinto y 2.518 de vino blanco a Canadá por los 2.862 hectolitros totales exportados a Estados Unidos. De hecho, incluso México tuvo una mayor influencia (con 3.604 hectolitros) en los resultados de comercialización exterior que la DO Utiel-Requena registró en 2023.
Más allá del vino, la amenaza arancelaria de Trump empieza a obligar a los gobiernos autonómicos a mover ficha para prevenir posibles daños en otros sectores, como el metal o la automoción. En el caso del Consell, la responsable de Industria, Marián Cano, ha recordado que la Conselleria de Industria ya ha constituido una Mesa de Aranceles donde se están articulando las consultas de las empresas de la Comunitat Valenciana ante el nuevo escenario político y económico impulsado por Estados Unidos.
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