Viviendas ubicadas en Aldaia, donde sólo hay seis pisos completos en alquiler. Damián Torres

El alquiler de viviendas en el área metropolitana de Valencia se agota

La oferta de municipios como Aldaia o Alaquàs no llega a la decena de pisos

Miércoles, 24 de abril 2024, 00:36

Aquellos que deben resignarse a buscar una vivienda de alquiler en el área metropolitana de Valencia ante la escalada de precios que sufre la capital se están encontrando con que apenas hay oferta en los municipios de alrededor. Especialmente significativos son los casos de ... Alaquàs y Aldaia, de l'Horta Oest, donde sólo hay cuatro y seis pisos disponibles, respectivamente, en la principal plataforma de anuncios de arrendamiento. Es decir, cuatro pisos en alquiler en un municipio de 29.341 habitantes y seis en otro de 31.492 –según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística de, correspondientes a 2018–.

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Esta proporción da buena cuenta del agotamiento del mercado del alquiler. Mientras que en la ciudad de Valencia la oferta de disminuyó un 6% en el primer trimestre de este año respecto a la del mismo periodo en 2023, en el área metropolitana ha bajado un 34%, 6% y 17% en las Hortas Nord, Horta Oest y Horta Sud, respectivamente, tal y como muestra el último informe de la Cátedra Observatorio de la Vivienda de la UPV. La Cátedra ya advertía que los testigos –inmuebles disponibles– en la ciudad de Valencia, a pesar de haber subido gradualmente, no se han logrado igualar a los niveles posterior a la pandemia de Covid-19, con un batacazo de hasta el 61% en comparación con el cuarto trimestre de 2020.

Los motivos que explican esta drástica reducción de la oferta de alquiler en el área metropolitana, hasta el punto de no llegar a la decena de inmuebles en los casos mencionados, son varios. Según la Cátedra, disminuyen a costa de aumentar los alquileres vacacionales y los de estancia corta –inferiores a once meses– porque los propietarios consideran que les libran de los efectos de la Ley de Vivienda. «Esta ley genera mucha inseguridad a los propietarios porque tienen miedo de que una familia no pague y se quede viviendo en el inmueble. Es la declaración de la vulnerabilidad lo que más les frena y el motivo por el que algunos optan por el alquiler de estancias cortas o vacacional», explica el director de la Cátedra, Fernando Cos-Gayón, quien recuerda que la ley de vivienda no permite desahucios hasta 2027.

Y, es que, sólo en la ciudad de Valencia, hay 1.300 las viviendas en alquiler tradicional frente a más de 2.100 viviendas en alquiler de corta duración. Es decir, casi el doble de viviendas respecto al alquiler tradicional se alquila por períodos menores al año. Pero, además, la reducción de las viviendas en alquiler en el área metropolitana se explica porque cada vez más son los que apuestan por alquilar habitaciones.

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Según explica Vicente Díez, vicepresidente y portavoz del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Valencia (COAPIV), en toda el área metropolitana cada vez es más frecuente encontrar que en la mayoría de poblaciones hay más habitaciones en alquiler que viviendas. «Es más acusado que en Valencia capital incluso. Y vemos precios mínimos más elevados. En muchas poblaciones que están en más de 600», agrega.

De hecho, en una búsqueda rápida en Idealista, se puede ver que en Alaquàs, donde hay sólo cuatro pisos en alquiler, hay once habitaciones disponibles, mientras que en Aldaia hay 21 habitaciones en alquiler frente a los seis pisos completos anunciados. «En Valencia descendió el número de compraventas en 2023, sin embargo, en el área metropolitana creció. Esto puede ser porque el inversor ha visto más rentabilidad ahí, ya que los pisos para comprar están más baratos, por lo que obtiene más margen, que además es aún mayor al alquilar por habitaciones. Además el alquiler de habitaciones es bastante más económico en el área metropolitana que en la ciudad», explica.

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Por otro lado, Cos-Gayón recuerda que hay más de 36.000 viviendas vacías en Valencia que no están en condiciones de ser habitadas, pero que podrían reformarse y darles salida si «antes se modifica» la ley de vivienda para estimular a los propietarios que saquen al mercado sus inmuebles. «Tenemos unas ayudas Next Generation para reformas, pero quien la va a renovar tiene miedo de no poder actualizar la renta con la inflación», señala el director de la Cátedra, que insiste en que la ley estatal es «un freno» para aumentar el mercado del alquiler. «Se teme a la 'inquiokupación' y a no poder subir más de un 3% la renta al actualizarse el contrato», señala.

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