Cada vez más inquilinos manifiestan su hartazgo con la subida de los precios del alquiler. Ahora, el Ministerio de Vivienda ha publicado el mapa de ... precios de referencia con el que cada residente puede comprobar si el precio que paga se ajusta a la horquilla recomendada por el Gobierno atendiendo a las características de la vivienda. LAS PROVINCIAS ha hecho este ejercicio de comparación y en la mayoría de los casos cotejados el alquiler se sitúa por encima del tope en Valencia y área metropolitana.
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Incluso, algunos inmuebles llegan a duplicar ese máximo, como sucede en el barrio de El Carmen con un piso en la calle del Pare d'Orfens, que se oferta por 1.400 euros al mes. Se trata de una primera planta sin ascensor y de 94 metros cuadrados. Según el mapa del ministerio, debería costar como máximo 750 euros. Es decir, el precio por el que se alquila es el doble del tope fijado por el Estado, según el estudio esta herramienta que orienta a las comunidades autónomas que quieran limitar las rentas del alquiler si así lo desean en el marco de la ley de vivienda.
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Sin embargo, la Generalitat de Carlos Mazón ya indicó que no aplicará este mecanismo, a diferencia de lo que sí ha decidido Cataluña. «Nuestra vía para aliviar la tensión en el mercado inmobiliario es modificar el marco jurídico y ampliar el parque de viviendas», explicaban desde la Conselleria de Bienestar Social, Igualdad y Vivienda a este periódico en referencia a la promesa del presidente del Consell de construir 10.000 viviendas VPO esta legislatura.
Aunque el centro de la capital del Turia siempre se ha caracterizado por sus elevados precios, con Ciutat Vella, El Pla del Real y L'Eixample a la cabeza, lo cierto es que el incremento de las rentas en otros barrios es especialmente significativo. Es el caso de un residente de la calle Río Escalona, número 14, en un piso de apenas 50 metros cuadrados, con sólo una habitación y necesidad de reforma. En su caso, paga 650 euros frente a los 503 euros de referencia fijados. Es decir, un 22% por encima del máximo que debería pagar si se aplicara un tope a los precios con arreglo a la ley de vivienda de Sánchez.
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En Safranar, en la calle Fontanars Dels Alforins, el precio que pagan dos inquilinas por el inmueble es de 757 euros mensuales. Sin embargo, según la referencia estatal están pagando un 62% más del tope fijado en el índice, situado en 471 euros para este piso. En Benicalap se encuentran diferencias del 25%, como sucede en un inmueble de la calle Agullent , donde los inquilinos pagan 750 euros frente a los 597 euros situados como cantidad máxima.
Aunque la mayoría de los inquilinos consultados por este periódico prefieren no dar la dirección exacta por temor a perjudicar su relación con los propietarios, algunos casos rozan tal nivel de desesperación que están dispuestos a hacerla pública con tal de denunciar lo que consideran un abuso. Es el caso de un residente de la calle Río Escalona, número 14, en un piso de apenas 50 metros cuadrados, con sólo una habitación y necesidad de reforma. En su caso, paga 650 euros frente a los 503 euros de referencia fijados. Es decir, un 22% por encima del máximo que debería pagar si se aplicara un tope a los precios con arreglo a la norma de Sánchez.
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«En el edificio donde vivo los pisos de la primera planta y los de la quinta están ocupados. La gentrificación nos va a tirar a todos lejos del barrio y al final acabaremos en la periferia y dando gracias», explica el inquilino, quien añade que las compraventas que se realizan en su finca las ejecutan inversores. «No es gente que vaya a vivir ahí, si no que lo reforman para ponerlos en alquiler por un precio mucho mayor», añade.
Otro piso cotejado se encuentra en la calle Cádiz, 57, donde se ofrece un cuarto piso de 80 metros cuadrados por 1.295 euros, un 55% más caro del tope estatal. Hay casos que no superan el máximo, como un piso en Amado Granell, donde la renta es de 1.200 euros pero debido a sus características el Gobierno cifra el tope en 1.120 euros. Hay que señalar que es fundamental el año en el que se firma el contrato de alquiler, puesto que la escalada se aceleró en los dos últimos años. En la calle Puerto Rico, en Ruzafa, una mujer paga 750 euros, por lo que roza los 748 euros de límite establecidos en el índice.
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En la calle Arquitecte Arnau, número 3, la propietaria de la puerta 5 pedía hace unos meses una renta de 1.200 euros mensuales, tal y como cuenta una ex inquilina, motivo por el que se mudó. Según el índice, este piso debería moverse en una horquilla de precios entre los 538 euros hasta los 726 euros, por lo que se sitúa un 60% por encima de la referencia máxima.
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