El furor de la vivienda en la Comunitat Valenciana

La vivienda como valor refugio vuelve a cobrar más fuerza que nunca en momentos de incertidumbre como el actual. La alta volatilidad de los mercados, la inflación, los vaivenes del bitcoin, la crisis energética y de materias primas y el conflicto en Ucrania invitan a los inversores a apostar por el sector inmobiliario, llegando a convertirse en el 20% de los compradores en la Comunitat Valenciana, según indica el director Ferran Font, director de Estudios de pisos.com, a LAS PROVINCIAS.

«En general en Valencia hay mucha demanda de reposición pero también hay más inversores. Este año hay bastante consenso en que casi el 20% de los compradores son inversores. Esto es porque el ladrillo se ha confirmado como valor refugio en momentos de bastante inestabilidad», explica Font. Del mismo modo, la presidenta de la Asociación de Inmobiliarias de la Comunitat Valencia (Asicval), Nora García Donet, destaca que el 20% de las adquisiciones en el mercado valenciano las están ejecutando compradores extranjeros, una cifra que Font eleva al 40% en la provincia de Alicante. «Compran para poner el piso en alquiler convencional o bien en alquiler turístico. También hay quien compra vivienda habitual», asegura la presidenta de Asicval.

Mientras, en la otra cara de la moneda se sitúan los particulares que han aprovechado el ahorro conseguido con la pandemia para adquirir un inmueble, ya sea su primera vivienda en propiedad o una reposición. En paralelo, el stock se agota y los pisos por menos de 120.000 euros empiezan a ser una rara avis en la Comunitat. Con ello, el acceso para los que buscan su primer hogar se complica cada vez más. «La vivienda siempre ha sido un valor refugio importante, pero el grueso de las operaciones siguen siendo para vivienda habitual. Es más importante el número de compras por hipotecas que al contado. Actualmente, un piso de 90 metros cuadrados con tres habitaciones en la Comunitat está entre 160.000 y 180.000 euros de media», añade García.

Y es que, tal y como indican tanto García como Font, cada vez son menos las viviendas disponibles. Según los datos facilitados por el director de estudios de pisos.com, en la Comunitat hay 23.848 pisos que están por debajo de los 120.000 euros frente a los 35.749 que había hace justo un año. Es decir, el stock de inmuebles por debajo de esta cuantía ha caído un 33,29% en un año.

«Sí que es cierto que la Comunitat ha tardado algo en recuperarse pero lo ha hecho con mucha fuerza y uno de los motores de esa recuperación es el turismo, sobre todo en Alicante ciudad y Alicante provincia», indica Font, quien agrega que la vuelta del turismo internacional tras las restricciones por el Covid-19 ha tenido un efecto importante en el incremento de los precios.

Además, destaca que el cambio de tipos genera una demanda muy activa en un momento en el que cada vez hay menos oferta. «De hecho, el Banco de España ya demostró su preocupación por la poca oferta disponible. Se tarda de media cuatro años en generar oferta nueva. Además, desde la burbuja hay menos de 100.000 visados de obra nueva al año en toda España. Todo esto trae como consecuencia ese aumento de precios, un aumento que se ve claro desde verano del año pasado y en la Comunitat vemos como esa aceleración empieza a producirse hace más o menos un año», indica Font.

Y es que, los datos más recientes del Consejo General del Notariado, correspondientes al mes de abril, constatan esta aceleración tanto de las compraventas como de los precios en la Comunitat en el último año. En concreto, las transacciones aumentaron un 21,5%, por encima del 15,5% de media nacional. Por su parte, el precio del metro cuadrado subió un 13,1% interanual, más del doble que en el conjunto de España, que aumentó un 6,5%.

En concreto, el mercado inmobiliario valenciano registró 9.121 transacciones y el precio del metro cuadrado se situó en 1.268 euros en abril, lo que la sitúa como la octava región más cara, aunque con un incremento sobresaliente en el último año, ya que fue la tercera comunidad autónoma en la subida de precios al dispararse un 13,1, por detrás de Andalucía (+18,3%) y Murcia (+13,1%).

La autonomía con el precio más elevado por metro cuadrado es Islas Baleares, con 3.031 euros, seguida de la de Madrid, con 2.637, y País Vasco, con 2.380 euros. Además, destaca que Baleares y Madrid también registraron incrementos muy significativos respecto a abril de 2021 al crecer un 10,2% y un 11,1%, respectivamente, pese a sus precios elevados de base.

En cuanto al tipo de inmuebles adquiridos en la Comunitat, el 22,9% fueron pisos y el 17,7% viviendas unifamiliares. En cuanto a los préstamos para comprar una vivienda, se firmaron un total de 3.361 con un importe medio de 108.543 euros. De este modo, el número de hipotecas firmadas se ha elevado un 10,1% respecto a abril de 2021, probablemente provocado por una inminente subida de tipos de interés.

Este incremento se está produciendo en todo tipo de núcleos de población, puesto que la tendencia se confirma al analizar el comportamiento del mercado en el medio urbano y en el rural, así como también en el interior y en la costa, según explica el censor primero de la Junta Directiva del Colegio Notarial de Valencia, notario de Ayora y delegado de Nuevas Tecnologías del Consejo General del Notariado (CGN) para el Consejo de Notarios de la Unión Europea (CNUE) y para la Unión Internacional del Notariado (UINL), José Carmelo Llopis Benlloch.

«No obstante, cada zona tiene su tipología propia edificatoria, y lógicamente en municipios rurales de interior hay mayor oferta y demanda de viviendas con un mayor espacio. En cualquier caso, el mercado de vivienda en propiedad horizontal (pisos) parece que vuelve a tomar cierto protagonismo, tras una larga temporada en que las viviendas unifamiliares, adosados y en general edificaciones con zonas comunes habían sido más demandadas por las consecuencias y el cambio de necesidades que había producido la pandemia en el consumidor de vivienda», destaca Llopis.

El experto notarial destaca que las familias que han podido ahorrar prefieren no depender de financiación bancaria para adquirir una vivienda. En concreto, el 53% de las compraventas en España han sido financiadas mediante un préstamo hipotecario en el mes de abril, si bien en la Comunitat no llega al 37%. En ese sentido, indica que la entrada en vigor de la Ley de Contratos de Crédito Inmobiliario, que ofrece una mayor seguridad jurídica al consumidor, ha contribuido a la opción de pedir hipoteca.

«Tras haberse consolidado los tipos fijos en los últimos años, vuelve a verse con mayor asiduidad los tipos variables o mixtos, que no dejan de ser variables, pero con un tramo inicial fijo, normalmente de duración corta», asegura Llopis, quien afirma que los consumidores ahora intentan estar más informados y conocen que los tipos están volviendo a subir, con el Euribor en niveles positivos. «Esto no se veía desde hace mucho tiempo», concluye.

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