Zona del PAI del Grao. J.L.Bort

El plan de Valencia contra el alza del mercado de la vivienda: liberar suelo para 5.389 pisos

El Ayuntamiento aspira a que las actuaciones activadas en el primer año de Catalá sirvan para abaratar el precio de la vivienda

Jorge Alacid

Valencia

Lunes, 9 de septiembre 2024, 00:44

«El gobierno anterior tenía un problema de fondo con los desarrollos urbanísticos, estaban adormecidos, casi olvidados en un cajón». Sobre esta impresión que trasladan los responsables del Ayuntamiento de Valencia debe entenderse la estrategia impulsada durante el primer año de mandato de María José ... Catalá al frente de la ciudad: el desbloqueo de cinco sectores urbanísticos cuya tramitación había encallado en los despachos municipales y que aspiran ahora a hacer realidad una de sus promesas: abaratar el precio de la vivienda. En otras palabras, pinchar la burbuja o al menos desinflarla: uno de los factores que distinguen la inquietante coyuntura que atraviesa el sector y que merece de LAS PROVINCIAS una serie de reportajes para ofrecer luz sobre este problema y plantear al tiempo enfoques que contribuyan a su solución.

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A esa idea también apuntan los planes del Ayuntamiento: la puesta a disposición del mercado de Valencia de un total 5.389 nuevos pisos, que se edificarán en barrios diseminados por toda la trama urbana: del Grao a Benimaclet, pasando por San Marcelino y el barrio que nace al sur de Malilla. Un plan que incluye una actuación de tamaño más contenido (51 casas sobre una superficie cercana a los 13.000 metros cuadrados) en la zona de Fausto Elio y que se aleja, según los datos que esgrimen en el Ayuntamiento, de pasadas políticas: «Ribó y el PSPV sólo hicieron 14 viviendas publicas en ocho años», recuerdan.

«Ni el Botánico ni el Rialto han sabido gestionar», alegan estas fuentes del Ayuntamiento. «Hemos llegado y la política de vivienda se ha puesto encima de la mesa como una de las grandes prioridades», añaden. Un compromiso que se concreta por un lado en su pretensión de «construir VPP directamente» y dispone de otra aspiración de fondo: «Definir el futuro de la ciudad, trabajar por los desarrollos urbanísticos y que la colaboración público-privada permita los desarrollos que aumente el número de viviendas y permita también construir más VPP». «El Botánico tenía muchos fantasmas ideológicos que les impedían desarrollar planes por el bien de la ciudad», reiteran en el Ayuntamiento, cuyos responsables confían en que el desbloqueo de estos sectores ayude «a que gane la ciudad la ciudad de Valencia porque también ganan nuestros vecinos». «Uno de los problemas que se plantean en todas las reuniones con asociaciones de vecinos y sectores profesionales es la falta de vivienda», relata un responsable municipal. «Y durante muchos años», prosigue, «no se ha dado respuesta a esta necesidad».

Las acciones urbanísticas van del Grao a Benimaclet, pasando por Malilla Sur, San Marcelino y una más pequeña en Fausto Elio

«El anterior Gobierno no sabía gestionar», alegan desde el Ayuntamiento, donde recuerdan que Ribó hizo 14 VPP en ocho años

Su intención de «seguir impulsando el desarrollo de la ciudad» se canaliza, entre constantes críticas a la coalición Compromís-PSPV («Hemos desterrado la política de brazos cruzados»), hacia un horizonte donde la imparable escalada del precio de la vivienda se contenga o incluso se frene, aunque los dirigentes del Ayuntamiento también avisan de que esa tendencia hacia el encarecimiento obedece «a muchos factores». De ahí su compromiso con la aportación en materia urbanística de «nuevas ideas» que mitiguen lo que consideran «escasas iniciativas del Botánico, que no consiguió ninguna de los objetivos que se marcaron» sus responsables. «Al contrario», observan desde el Ayuntamiento, «el precio de la vivienda siguió subiendo y el mercado del alquiler estaba estancado por la desconfianza que se trasladaba a los propietarios».

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Unas tendencias muy arraigadas en el sector que Catalá y sus colaboradores pretenden desmontar. Y ahí ponen el foco sobre el desbloqueo del suelo en esos cinco puntos de la ciudad, donde la apuesta por la vivienda de protección pública se concreta en que 1.144 de los pisos planificados responderán a ese modelo, de un total de 5.389: un porcentaje que supera el 20% y concuerda con el mensaje de fondo de su discurso: activar «la movilización del suelo público que estaba olvidado para que se construya más vivienda». «La Administración no puede pedir compromiso a la esfera privada si no somos los primeros en reacción y en ofrecer medidas claras», añaden los responsables municipales, que además advierten que este programa de actuaciones, llamado 'Plan + Vivienda' «no es una utopía, sino una realidad que poco a poco se está ejecutando con resultados concretos».

Plazos de construcción

La pregunta que surge de manera natural es cuándo. Es decir, en qué momento verá Valencia que esas más de 5.000 viviendas se materializan y sirven, según los planes municipales, para mejorar la salud de las economías domésticas, ahora mismo entrampadas en la burbuja alcista de la vivienda. En el Ayuntamiento responden con cautela. Las fuentes del Gobierno municipal consultadas apuntan que «los desarrollos urbanísticos son lentos», alegan además que se trata de «iniciativas a largo plazo» y señalan que cada uno de los sectores «tiene sus propios inconvenientes».

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No hay fecha definida, en consecuencia, aunque en recientes declaraciones este diario, Juan Giner, concejal de Urbanismo, advertía a propósito del impulso propinado a uno de esos barrios (el Grao) que esperaba que las obras de urbanización comenzaran ya el próximo año. Giner agregaba una particularidad al respecto de cómo se habían activado esos cinco expedientes: que más allá de que ayudan a mejorar el estado del endiablado mercado inmobiliario, confía en que contribuyan a terminar de encajar las piezas que faltan en la trama urbana. Es una idea que palpita desde luego en la zona del Grao, porque la construcción de 2.550 viviendas se verá acompañada por una intervención global en equipamientos, zonas verdes y conexiones viarias, sobre más de 300.000 metros cuadrados, que vertebrarán el conjunto de Valencia.

Un espíritu que late también en proyectos como el pensado para el sur de Malilla (donde se levantarán cerca de 300 casas sobre un total de 35.700 metros) y también en San Marcelino, que tiene previsto acoger 1.151 viviendas sobre una superficie superior a los 86.000 metros cuadrados. También el proyecto que permitirá desbloquear la edificación de 1.345 pisos en Benimaclet en solares que suman más de 161.000 metros cuadrados, un plan largo tiempo varado en vía muerta, insistirá en esa idea de despejar los déficit de movilidad urbana y conexiones que lastran esa esquina de la ciudad.

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Terrenos en Malilla Sur. J. Signes

Diversificar la construcción de vivienda pública

Los datos que maneja el Ayuntamiento ayudan a entender las dimensiones de un conjunto de actuaciones, el denominado 'Plan + Vivienda', que el concejal Juan Giner enmarca dentro de en un programa «que va a permitir que la ciudad de Valencia amplíe el parque de VPP en más de 950 viviendas». «Y para conseguir que sea un éxito», explica, «hemos diversificado las vías para que se construyan». Una iniciativa que detalla en estos términos: «Hemos comprado viviendas ya construidas, como en el caso de Safranar y además estamos construyendo otras a través de Aumsa o de la Sociedad Plan Cabanyal, a la vez que colaboramos con la Generalitat y permutamos terreno público por viviendas que ya se están construyendo». Y advierte: «Hemos puesto en marcha los derechos de superficie para que tengamos 221 VPP destinadas a alquiler asequible». «Es un programa realista que pone a la vivienda en el centro del trabajo del equipo de gobierno», concluye.

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