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Ximo Puig saluda la noche del domingo tras conocerse los resultados de las autonómicas. J. Monzó
Elecciones autonómicas 28-A | Las claves del Botánico II

Las claves del Botánico II

Un Gobierno con más consellerias, que incluya a Podemos y diluya el papel de Oltra | El PSPV recuerda que la nueva correlación de fuerzas con Compromís y Podemos también debe visualizarse en el futuro reparto de carteras

JC. FERRIOL MOYA

Valencia

Martes, 30 de abril 2019, 12:53

Habrá nuevo Gobierno del Botánico. Los resultados de las elecciones autonómicas conceden al bloque de izquierdas -PSPV 27, Compromís 17 y Unides Podem-EU 8- la única posibilidad de formar gobierno, reeditando el pacto que en 2015 ya les permitió poner punto y final a dos décadas de hegemonía de la derecha.

Habrá nuevo Botánico, pero no será exactamente igual. La formación morada, que ha retrocedido cinco escaños en estos comicios, ya ha asumido que la decisión de quedarse fuera del Consell hace ya cuatro años les ha penalizado, en términos de visibilidad, durante toda la legislatura. Su candidato a presidir la Generalitat, Rubén Martínez Dalmau, ya ha anticipado su voluntad de que el partido acceda ahora sí al nuevo Consell. El bipartito formado por PSPV y Compromís se convertirá, ahora sí, en tripartito a todos los efectos.

El PSPV apuesta por diseñar un nuevo encaje de áreas entre los socios del Consell

La incorporación del partido de Iglesias al futuro gobierno valenciano -no se espera que la investidura de Puig se produzca antes de las municipales del 26 de mayo- implicará una reordenación de carteras. No sólo eso. En los planes del jefe del Consell entra una significativa reestructuración de su Ejecutivo. En primer lugar, con una más que posible ampliación del número de carteras. Y en segundo lugar, con un nuevo diseño que abandone el reparto paritario de carteras que han mantenido socialistas y nacionalistas de Compromís durante la pasada legislatura.

Las fuentes consultadas por este diario consideran que el mestizaje, como fórmula que permitió la integración de equipos de ambos partidos en las distintas consellerias, podría mantenerse -aunque también cuenta con firmes detractores-. Eso sí, la estructura por la que se visibilizaba ese Gobierno de dos con un reparto de carteras, cuatro para cada partido, encabezados por el presidente Puig y por Mónica Oltra en la vicepresidencia, podría verse alterada.

Podemos ya anunció que ahora sí desea incorporarse al nuevo Gobierno Botánico

En primer lugar, porque el reparto de fuerzas salido del 28-A es significativamente distinto del que dieron las urnas hace ahora cuatro años. El 23 a 19 -en alusión al reparto de escaños entre PSPV y Compromís- deja lugar ahora a un 27 a 17, que los nacionalistas no podrían compensar ni en el caso de que pretendieran sumarse los 8 de Podemos. «El reparto de carteras debe responder a la nueva proporcionalidad electoral», se apresuró a remarcar ayer un veterano dirigente socialista. Con la incorporación de Podemos al Consell, ese aviso a navegantes podría significar que, incluso en ese caso, los consellers socialistas superaran a la suma de los de esos otros dos partidos.

El detalle

Pero hay otra posibilidad sobre la mesa. Algunos de los colaboradores del presidente de la Generalitat consideran que el resultado del 28-A obliga al PSPV a asumir una posición de mayor protagonismo frente a Oltra. La 'vice', como desde cargos de Compromís y de distintos ámbitos se ha venido refiriendo toda la legislatura a Oltra, podría pasar a ser 'una vice'. Es decir, no la única. La fórmula de contar con dos vicepresidentes, ensayada en algunas otras épocas con gobiernos del PP valenciano, permitiría al PSPV diluir el peso de la figura de la líder nacionalista. Las fuentes socialistas consultadas ven poco probable que Puig pueda plantearse un Gobierno en el que no figure la dirigente de Compromís - «sería un desprecio demasiado grande, y él no es así», se señala-, pero sí se abre la posibilidad a que su protagonismo político pudiera verse mediatizado por el de otra figura política que pudiera aparecer como referencia de contrapoder a la hasta ahora única vicepresidenta. Esa opción, o la de que Oltra no siguiera manteniendo la portavocía, iría en la misma línea de diluir el protagonismo de Oltra.

Que Puig se haya mostrado partidario de mantenerla colaboración con Compromís y con Podemos no implica que la valoración de la labor del primer Botánico sea 100% positiva. «Tenemos que hacer balance y ver qué cosas se pueden mejorar», se señala. El razonamiento pretende poner el acento en que el reparto de carteras vigente durante la pasada legislatura no tiene por qué repetirse en la actual.

La formación que lidera Puig advierte de que, después de las elecciones municipales, es muy probable que no se celebren nuevos comicios durante cierto tiempo. «Eso obliga a gestionar sí o sí», se señala. El perogrullo hace referencia a que la gestión de algunos departamentos los últimos cuatro años ha desembocado en muchos más dolores de cabeza que éxitos. Y eso cambiará. Carteras como Economía o Educación, que a lo largo de la legislatura han protagonizado distinats etapas de dificultades de gestión podrían verse afectadas ahora por ese nuevo reparto de responsabilidades entre los partidos. No hay prisa, por el momento, pero el jefe del Consell ya perfila las líneas maestras del que quiere que sea el nuevo Botánico.

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