Quién es quién en el equipo de Catalá

A la espera de ver qué ocurre con Vox, porque si entra en el gabinete municipal lo normal es que busque visibilidad a través de concejalías como Protección Ciudadana o la portavocía del gobierno, así como alguna vicealcaldía, Catalá ya tiene decidido qué va a hacer con sus concejales. El PP se reservará las áreas de más gestión como Movilidad, Urbanismo, Hacienda o Personal, entre otras.

En ese futuro gobierno parece que los nuevos concejales tienen sus funciones ya asignadas: Marí Olano apunta a grandes proyectos; Carbonell, a movilidad; y Moreno, a cultura. Así lo explicó Catalá cuando los presentó para las listas, aunque todo esto puede cambiar si Vox plantea una negociación y pide concejalías para sus cuatro ediles, que es lo que hizo el PSPV cuando empezó a negociar con Compromís. Con todo, la posición de fuerza del PP es superior porque tiene el triple de concejales de la formación de Badenas.

La alcaldesa mantendrá un perfil institucional, previsiblemente alejado de las cuitas con PSPV y Compromís. No es que no disfrute del cuerpo a cuerpo, como se ha visto en estos años en la oposición, pero lo habitual es que la alcaldesa aparezca únicamente en las cuestiones grandes, como hacía Ribó. Podría optar por un perfil más del día a día, sobre todo los primeros años para darse a conocer.

Juan Carlos Caballero ha sido el hombre fuerte de la campaña y era el número 2 de la lista, por lo que es previsible que sea vicealcalde y portavoz. Tampoco se descarta que gestione algún área de importancia, como Patrimonio, Personal o Recursos Centrales Técnicos, que es la concejalía que se encarga del funcionamiento interno del Ayuntamiento.

María José Ferrer San Segundo ha sido la mujer fuerte de Catalá en el último mandato y todo parece indicar que se hará con áreas potentes, como las económicas, con Hacienda o Personal a la cabeza. Le recompensará así Catalá su fidelidad estos años. Además, San Segundo representa un perfil experto. Es abogada y ha estado en Les Corts, por lo que conoce a la perfección el conocimiento de la administración.

Catalá rescató a Marí Olano en la campaña y ya entonces anunció que se iba a encargar de grandes proyectos. La intención es que el abogado del Estado desatasque la Marina, el soterramiento de las vías de Serrería o el túnel pasante, considerados proyectos estratégicos para la próxima década y que desde el PP creen que Compromís y PSPV han avanzado muy poco en estos últimos ocho años. Es de esperar que caiga también en él la gestión de la Capitalidad Verde Europea.

Moreno Maicas viene de la Filmoteca y de la Academia de Artes Cinematográficas, por lo que es el hombre elegido por Catalá, así lo dijo en campaña, para llevar la concejalía de Cultura. Ahora está dividida en dos: Acción Cultural y Patrimonio Cultural. La primera lleva El Musical y la Mutant y la segunda, los museos municipales y el Palau de la Música, una joya de la corona en horas bajas. Si se mantiene dividido en dos, la segunda parte puede recaer en Julia Climent, como veremos más tarde.

Paula Llobet ha sido la mujer del PP en Las Naves en este mandato, por lo que es de esperar que se encargue de todo lo relacionado con la innovación. Llobet fue jefa del Servicio de Proyectos Estratégicos en la Agencia Valenciana de la Innovación y gerente de la Fundación Inndea. Antes de esto, estuvo en Las Naves, por lo que conoce a la perfección el entramado innovador de la ciudad, que será clave en el próximo mandato.

Nadie conoce las pedanías y la Albufera como Climent, pero es que también ha estado en el patronato del Palau de la Música. Si Catalá optara por mantener Cultura dividida en dos concejalías, tendría sentido que fuera ella quien se enfrentara al reto de recuperar los abonados perdidos en el Palau y reabrirlo al público, que lleva cuatro años cerrado por una reforma integral.

Santi Ballester se conoce a la perfección el mundo de las Fallas: ha sido presidente de Convento Jerusalén-Matemático Marzal, una de las comisiones más importantes de la ciudad, y también ha sido presidente de la Federación de Fallas de Especial. Será el hombre en la Junta Central Fallera, donde la preparación de las fiestas del año que viene ya está en marcha. También presidirá el Corpus y la Gran Fira, donde todo el programa ya está preparado: tendrá en los actos de Navidad su primer evento que podrá organizar él. Por su perfil profesional, también podría gestionar algún área relacionada con la economía o la empresa.

Juan Giner, o Giner Corell, como se le llamó el mandato pasado para diferenciarlo del exportavoz de Ciudadanos, será el encargado de Urbanismo. Es funcionario del Estado, habilitado nacional, el máximo grado de la administración, donde puede ser hasta interventor o secretario municipal. Un hombre de orden que habrá de gestionar PAI atascados como el del Grao o el de Benimaclet.

Jesús Carbonell es un técnico, y es lo que más destaca de él el PP en contraposición al concejal actual de Movilidad, Giuseppe Grezzi. Carbonell se encargaría de un área tensionada estos años. Viene de la Autoridad Metropolitana del Transporte, como la candidata que había presentado el PSPV. Una de sus primeras 'patatas calientes' será la calle Colón.

Mundina se ha pasado cuatro años con los brazos metidos hasta el codo en la EMT. Ha sido, junto a Narciso Estellés, el verdadero 'castigo' de Grezzi. Desde dentro del consejo de administración ha intentado en la medida de lo posible controlar el funcionamiento de la empresa que dirige Marta Serrano (quien, desde las elecciones, se ha dedicado a tuitear sobre Más Madrid y el precio de los comedores en Madrid). Su destino podría ser Correo Viejo si se decide desligar la EMT de la concejalía de Movilidad.

Marta Torrado es una cara conocida en el Ayuntamiento. Fue concejala con Rita Barberá, de Bienestar, por lo que no sería descartable que volviera a su antigua área, que conoce bien. También ha pasado tiempo en el Congreso, en Madrid. Turismo podría ser otro de sus destinos.

Rocío Gil es un misterio. Tras cuatro años en Ciudadanos en los que su labor ha estado centrada en la Diputación de Valencia, ese podría ser su destino, junto a alguna concejalía que no requiriera mucha dedicación. Su conocimiento de las fiestas, dado que fue fallera mayor de Valencia en 2018, podría enviarla a la concejalía de Cultura Festiva si Catalá se decidiera por dar a Ballester algún área económica, que también conoce el concejal.