María José Catalá, candidata a la alcaldía de Valencia por el PP, se ha desplazado este sábado hasta Benicalap para anunciar la construcción de cuatro aparcamientos disuasorios en las entradas de Valencia, uno de ellos en el barrio, que estarán conectados con el centro mediante autobuses lanzadera. La idea es dar servicio especialmente a los vecinos procedentes del área metropolitana, de manera que puedan dejar su vehículo privado a las afueras y conectar con el transporte público para llegar a su destino final.
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También ha prometido, en caso de imponerse el próximo 28-M, una nueva línea de metro, así como hacer toda la fuerza posible para conseguir que la propiedad del Valencia inicie la construcción del polideportivo incluido en el proyecto del futuro Mestalla.
Así se ha pronunciado desde el puesto montado por el partido en el mercado de Benicalap, muy frecuentado tanto por los vecinos como por los residentes de las localidades que flanquean la CV-35. Al merchandising habitual -pulseras, sobres electorales y propaganda, que volaban del stand- se han unido abanicos e incluso monodosis de aceite de oliva con el logo del PP.
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«En este barrio hacen falta muchas cosas, pero especialmente cuestiones básicas como limpieza, presencia de la policía de barrio o una mejor comunicación con el centro. Por eso nos comprometemos a hacer una nueva línea de metro que una Benicalap, Torrefiel, Orriols y Ciutat Fallera con el centro, para que los vecinos puedan acudir tranquilamente en servicio público», ha comenzado la candidata popular.
La mole de hormigón que se levanta a espaldas del mercado, la estructura del nuevo estadio del Valencia, ha tenido su dosis de protagonismo en la intervención de Catalá. «El barrio lleva demasiado tiempo esperando el polideportivo anexo al futuro Mestalla. En los cien primeros días como alcaldesa me reuniré con los portavoces para coordinar una posición conjunta para exigirle a Meriton que cumpla con un equipamiento tan esperado y necesario», ha dicho.
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«La propiedad del club debe construir el polideportivo de Benicalap y hacerlo con urgencia. Debe cumplir con la ciudad», ha sentenciado, antes de apostar por conseguir una «posición institucional fuerte» para instar también a que se finalicen las obras del estadio, en contraposición a la «postura débil y «descoordinada» que existe actualmente. «La propiedad debe respetar al club, a la ciudad y al valencianismo», ha sentenciado.
En cuanto a los aparcamientos disuasorios, los otros tres se situarán en Campanar, en la zona norte (avenida Tarongers) y en la sur (San Marcelino). Català ha enmarcado estas infraestructuras dentro de un plan de movilidad que incluirá la creación de 8.000 plazas de aparcamiento en los barrios.
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