El PPCV exhibe músculo mientras el PSPV no logra levantar su movilización

Lo que se sabe hasta la fecha, es decir, lo que apuntan las encuestas, mantiene la percepción de empate técnico, por más de que los sondeos que vaticinan una mayoría para la derecha son más en las últimas fechas. El PP valenciano viene manteniendo una intensa actividad, con el apoyo y la presencia constante de la dirección nacional del partido, que contribuye a extender la percepción entre su electorado que esta vez el cambio es posible.

Los populares juegan con la ventaja de verse virtuales ganadores de los comicios, gracias a la desaparición de Cs y a recuperar prácticamente todos los escaños que la formación naranja obtuvo hace cuatro años, un total de 18. Ser la formación más votada ya sería un éxito, aunque resultará insuficiente si la izquierda vuelve a sumar los 50 escaños que marcan la mayoría absoluta.

Por parte del PSPV, la presencia de ministros en actos de partido es cada vez más intensa, con preferencia por la campaña municipal y el apoyo a Sandra Gómez como candidata a la alcaldía. Los socialistas valencianos tratan de vencer los problemas de movilización de su electorado que las encuestas también han venido reseñando, con porcentajes de hasta el 20% del electorado socialista aún con dudas de si volver a votar a este partido.

Los actos de campaña, tanto la ronda de presentación de candidatos municipales que viene protagonizando Carlos Mazón como los encuentros en las plazas que convoca Ximo Puig, están sirviendo para ratificar esa percepción. Las convocatorias del líder del PP valenciano están consiguiendo una notable presencia de afiliados y simpatizantes en los municipios en los que tiene lugar. Mazón arropa a los candidatos populares a alcalde y al mismo tiempo se garantiza la posibilidad de arrastrar voto local para la lista autonómica del PPCV.

En las filas socialistas la campaña no marcha exactamente igual. La decisión estratégica de optar por aforos medianos y pequeños –se ha llegado a hacer bandera del hecho de renunciar a un gran mitin en la plaza de toros como el que sí que ofrecerá el PP el día 21 de mayo- relativiza su impacto además de invisibilizar incluso la presencia de ministros del Gobierno.

El titular de la Presidencia, Félix Bolaños, el de Exteriores, José Manuel Albares, la de Transportes, Raquel Sánchez y la de Ciencia e Innovación, Diana Morant, han pasado por la Comunitat durante las últimas semanas con un impacto público y mediático muy relativo. Además, actos en ubicaciones de tamaño mediano o pequeño, en algún caso con la presencia de poco más de medio centenar de personas pese a tener carácter comarcal, como el de Chiva. En los actos de Puig, además, se ha podido observar una significativa presencia de altos cargos del Consell, respuesta al toque de corneta dado desde las filas socialistas para evitar pinchazo de asistencia de público.

La preocupación por la movilización en las filas socialistas es un hecho. Y que tenga que ser la presencia de ministros del Gobierno la que contribuya a estimular al electorado valenciano no deja de ser contradictorio. Porque la imagen del Ejecutivo central y de Pedro Sánchez en particular está lejos de conseguir unos niveles óptimos. Y buena parte de los barones socialistas así lo demuestran al evitar compartir actos con el secretario general del PSOE. La asistencia relativa a estos actos, unida al músculo que viene mostrando el PP valenciano de Mazón, contribuye a elevar la moral de la dirección de los populares. Tal y como apuntan algunos medios, el plus de movilización del electorado conservador parece jugar a favor del relevo en el Gobierno regional.