Urgente La Bonoloto entrega dos premios de 776.029,99 euros este miércoles
Puig, la noche electoral del pasado 28-M. EP

Puig, el barón del PSOE con el peor resultado respecto a sus candidatos locales

La 'marca presidencial' del líder del PSPV logra 55.000 votos menos que los alcaldables del partido en la Comunitat, algo que sólo le pasó antes a Alberto Fabra

Burguera

Lunes, 5 de junio 2023, 01:18

Puig fue hasta hace una semana el barón socialista más poderoso, por presidir el gobierno autonómico con más habitantes en la esfera de las baronías del PSOE. El 28-M hablaron las urnas y le señalaron como el barón con peor músculo electoral respecto ... a los alcaldables de su partido en su territorio.

Publicidad

En comparación con el conjunto del voto municipal del PSPV, el jefe del Consell en funciones, Ximo Puig, registra el resultado más negativo de todos los presidentes autonómicos socialistas de España que concurrieron al 28-M. Nadie como Puig, ningún otro barón territorial del PSOE al frente de un gobierno, cede más terreno frente a sus alcaldables. En términos de diferencia cuantitativa, porcentual y comparativa, el secretario general del PSPV es el peor líder de las nueve candidaturas autonómicas socialistas presidenciales, en relación al resultado electoral de los municipios en su territorio. Los candidatos del PSPV a las alcaldías en la Comunitat recibieron en su conjunto 746.000 votos. Esa cantidad supera en 55.000 sufragios la candidatura autonómica que encabezó Puig.

El aura presidencial impregna las urnas en unas elecciones autonómicas. Se supone. En el caso de Puig no fue así. El presidente de la Generalitat no ejerció de tractor, no tiró de las listas municipales del PSPV. Si acaso, al revés. En la Comunitat, con excepción de Alberto Fabra, nunca un jefe del Consell había contabilizado menos votos que sus alcaldables en la comparativa entre las elecciones autonómicas y locales.

Se considera que los presidentes autonómicos impulsan el voto en sus territorios para los alcaldes de sus siglas. De ahí la denominación de 'barón'. Hombres de poder, no simplemente los líderes del partido en un determinado territorio. Tienen poder orgánico, sí, pero también en la gestión. Ese impulso baronil se dio con Lerma, siempre. Con Zaplana, siempre. Y con Camps, siempre.

Publicidad

Pero siempre hay excepciones a la regla sobre la supuesta aura del líder autonómico. En el caso de los socialistas, la salvedad es Puig. También es cierto que el que no se consuela es porque no quiere. Alberto Fabra, siendo presidente como él, logró 70.000 votos menos que los alcaldables del PP en 2015, un 9,6% menos.

Jefes del Consell victoriosos

Vayamos al dato del relato. Lerma ganó las elecciones en 1983. Obviamente no presidía la Generalitat. Eran los primeros comicios autonómicos. No poseía el 'aura presidencial'. No ostentaba la 'marca presidencial'. En las siguientes citas electorales autonómicas, tres hasta 1995, como jefe del Consell siempre superó a los alcaldables del PSPV (en 1987, registró 18.000 votos más; en 1991, 19.000 por encima; en 1995, incluso perdiendo frente a Zaplana, 23.0000 más).

Publicidad

Eduardo Zaplana demostró más músculo electoral que el conjunto del voto municipal del PP tanto en 1995 (que no era presidente) como en 1999, cuando ya era jefe del Consell y superó por más de 100.000 votos a los alcaldables populares.

Noticia Relacionada

Camps iba subido a lomos de la marca ganadora de la Generalitat en 2003, cuando se presentó por primera vez encabezando la candidatura autonómica, venció y logró además 94.000 votos más que las listas locales del PP. Esa misma aritmética se repitió en las dos siguientes citas electorales: en 2007 y en 2011. En 2015, con la marca del PP triturada en la Comunitat, Fabra se convierte en el primer presidente que concurre a unas elecciones y logra peor resultado que el conjunto de las listas municipales de su partido. Puig queda a esa misma altura en términos históricos de la Comunitat. Además, en términos actuales y en el ámbito nacional, el balance es aún peor para el líder del PSPV.

Publicidad

En el ámbito nacional

En las elecciones del domingo pasado se puso en liza una docena de gobiernos autónomos: Aragón, Asturias, Islas Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Comunitat Valenciana, Extremadura, Madrid, La Rioja, Murcia y Navarra. Nueve de ellos liderados por socialistas y los tres restantes (Madrid, Murcia y Cantabria), no. Juan Lobato en Madrid, Pablo Zuloaga en Cantabria y José Vélez en territorio murciano ni eran considerados barones ni lograron un resultado el 28-M que les permita alcanzar la baronía.

En algunos lugares, la 'ola azul' de la victoria del PP fue más caudalosa que en otros. Page (Castilla-La Mancha), Barbón (Asturias) y Chivite (Navarra) no se han ahogado. Conservan la presidencia y cumplieron con la máxima de que la candidatura autonómica supera en voto a las de los candidatos locales.

Publicidad

Page mejoró en número de votos en casi un 10% al conjunto de papeletas a favor de los alcaldables socialistas manchegos. En un 11% lo hizo el asturiano Barbón y en un 25% Chivite respecto al conjunto de las listas municipales socialistas en Navarra. Francina Armengol en Baleares, que ciertamente perdió las elecciones, también registra más de un 10% de votos a su favor en relación a las candidaturas locales de su partido en las islas.

Cinco barones con menos votos que sus alcaldables

Hay cinco presidentes autonómicos socialistas que demostraron menos tirón electoral que los alcaldes de su territorio el 28-M. Perdieron las jefaturas autonómicas y perdieron respecto a la captación de votos de sus candidatos municipales.

Noticia Patrocinada

En el caso de Concha Andrés, en La Rioja, casi hay un empate técnico. Ella acumuló un millar menos de votos. Javier Lambán recibió un 3,5% menos votos que el global de los alcaldables socialistas maños, 7.000 sufragios menos para el que ha sido presidente del Gobierno de Aragón. Torres, en Canarias, un 4% menos (10.000 votos); Fernández Vara en Extremadura, un 6,1% menos (16.000 votos de diferencia a favor del conjunto de listas locales extremeñas del PSOE frente a la candidatura del presidente socialista de la región). El farolillo rojo es Ximo Puig.

La «marca presidencial» de Puig no mejora el registro histórica del PSPV ni el tirón de sus alcaldes actuales. Ni en 2015, ni en 2019 ni el domingo pasado, Puig no ha logrado alcanzar los 33 escaños de Alarte en 2011, ni los 32 de Lerma en 1995, que era el peor registro del PSPV en cuanto a escaños en Les Corts hasta antes de presentarse el actual secretario general del PSPV. Puig sólo mejora los datos de un candidato socialista en relación al porcentaje de votos y el número de papeletas recibidos por Alarte, si bien el de Alaquas no se presentó como presidente de la Generalitat. Además, como candidato autonómico en tres convocatorias electorales (2015, 2019 y la de este año), Puig tampoco ha superado nunca al conjunto de votos recibidos por sus alcaldables en las elecciones municipales de esos años.

Publicidad

En 2019, diferentes días

El resultado de Puig en 2019 no es comparable con el de los alcaldables de su partido en las elecciones municipales celebradas aquel año porque, por primera y única vez, las elecciones locales y autonómicas se celebraron en distinta fecha en la Comunitat. Si se comparase, Puig también pierde.

Hace cuatro años, en mayo, el conjunto del voto local deparó al PSPV un total de 732.000 votos (14.000 menos que el pasado domingo). Un mes antes, en abril, el ya presidente Puig ganó las elecciones, pero logró 644.000 votos. La cantidad de votantes de la lista autonómica fue un 12% menor que la de las municipales del mes siguiente.

Publicidad

En abril de 2019, el mismo día que se presentó Puig, al lado de la suya estaba la urna de las generales. A pesar de que el secretario general del PSPV argumentó el adelanto en el deseo de singularizar de manera «histórica» a la Comunitat, en realidad se presentó subido a la ola que entonces impulsó a Sánchez. Mas de 746.000 votantes socialistas apostaron por Sánchez el mismo día y a la misma hora que 100.000 menos lo hicieron por Puig, que siempre ha perdido frente al resto de ofertas electorales del PSOE.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€

Publicidad