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Aficionados realizando barranquismo enTuéjar, un deporte que está en auge. LP
El sector turístico, con las expectativas altas en 2023

El sector turístico, con las expectativas altas en 2023

Las empresas esperan un buen año y entienden que la pérdida de poder adquisitivo por la inflación no se traduce en el descenso de los viajes

Martes, 4 de abril 2023, 23:39

Con la llegada de abril se da el pistoletazo de salida a la temporada alta del turismo. La Comunitat Valenciana es uno de los destinos preferidos del turismo nacional y extranjero debido al buen tiempo y la riqueza de su territorio. Son muchas y variadas las cooperativas dedicadas al turismo, sobre todo, con una oferta marcada en el turismo rural, pues uno de los valores cooperativos es el compromiso con la comunidad en la que están establecidos. La Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT) prevé que la ocupación se sitúe en torno al 90% en los destinos de sol, playa y segmentos como los campings.

La inflación no afecta

Aunque la Semana Santa del pasado año fue ya el punto de inflexión para la recuperación del turismo tras la pandemia, todo el sector turístico coincide en sus buenas sensaciones para esta campaña, ya que la pérdida de poder adquisitivo de las familias por la inflación no se ha traducido en el descenso de los viajes.

«A nosotros nos iba muy bien antes de la pandemia y cuando solo dejaban moverse por la Comunitat por las restricciones, Mar de la Carrasca estaba lleno entre semana, todo el tiempo estábamos ocupados. Ahora, el 'bono viatge' que promueve la Generalitat Valenciana nos saca de esta situación de inflación. Con el bono se queda tan barato el producto que nos deja fuera de la situación de crisis y nos hace tener un producto competitivo de alta calidad. No hemos tenido que implementar nada porque con el descuento todo va muy bien», explica Alberto Ruiz, masovero de la masía Mar de la Carrasca, que forma parte de la Cooperativa Las Masadas, que también incluye La Posada del Río Carbo.

Esta masía ubicada en Villahermosa del Río (Castellón) es un espacio que está enfocado en los encuentros íntimos, según explica Alberto Ruiz. «Nuestro factor diferencial es que tenemos un servicio muy exclusivo porque tenemos muy pocas casas y son espacios amplios y lujosos, no por las cosas que tiene, sino por cómo están hechas las habitaciones. Es una experiencia muy personal con los materiales. Los muebles también los hemos hecho aquí y se nota mucho que todo está hecho con mucha dedicación y suavidad. No son materiales que compras, sino piedras que coges del río o del monte, maderas de árbol que hemos trabajado. Pero no existe un exceso de rusticidad, es una experiencia arquitectónica muy zen. Además, la alimentación es ecológica y hay experiencias de yoga y meditación. Todo esto está sostenido por el paisaje que nos rodea, que es maravilloso y bellísimo, junto con los sonidos y no sonidos, los silencios», valora el socio de la cooperativa castellonense.

«Creo que también este tipo de alojamientos tiene valores que cada vez la gente busca más. Las previsiones son muy buenas, hasta junio están reservados todos los fines de semana y entre semana hay muchas reservas. La perspectiva es que en septiembre vuelva a salir el bono y lo volvamos a petar, porque mayoritariamente nuestro cliente es de Valencia. El verano supongo que será más suave, nosotros también lo deseamos porque hemos trabajado mucho y no nos importa que en verano flojee. Julio es un mes malo para el turismo rural, la gente va a la playa y en agosto es cuando empiezan a subir a la masía. No tenemos piscina y eso hay a mucha gente que no le gusta, pero aquí el tiempo es bastante agradable, incluso en verano», explica Ruiz.

Cambio de costumbres

Otra de las actividades relevantes dentro del entramado cooperativo turístico son los servicios y actividades deportivas, como las que brindan en Atrévete Aventuras. Con la base de operaciones en la primera Reserva de la Biosfera de la Comunitat Valenciana en Tuéjar (Valencia), Atrévete organiza actividades de aventura como senderismo, escalada, descenso de barrancos, espeleología, ciclismo o kayak.

«Ahora que ya llega el buen tiempo las reservas se empiezan a animar, Semana Santa siempre es una muy buena época si el tiempo acompaña. Desde que salimos de la pandemia hemos notado que la gente está más interesada en las actividades al aire libre y, además, nosotros siempre nos hemos querido diferenciar ofreciendo actividades para grupos pequeños, no solemos hacer grupos más grandes de 6-8 personas. A raíz de la pandemia hemos notado que la gente cada vez busca más el turismo de interior. Sobre todo, las actividades que puedan realizar de forma muy personalizada y, si es posible, sin mezclar grupos», explica David Villanueva, técnico en conducción de actividades físico-deportivas en el medio natural y técnico superior en animación de actividades físicas y deportivas.

«No nos atrevemos mucho a pronosticar previsiones, ya que para Semana Santa estamos recibiendo las reservas muy tarde. Esta particularidad también es algo que hemos observado, a raíz de la pandemia la gente no reserva con mucha antelación, la mayoría efectúa sus reservas unos cuatro o cinco días antes. Aún así, pensamos que será una buena Semana Santa y seguro que el verano también», agrega.

La Comunitat, en auge

Además del turismo local y nacional, hay cooperativas como Valencia Sin Límites Travel cuyo mercado se centra en organizar viajes para empresas extranjeras, sobre todo de Países Bajos y Bélgica. «Antes, mi socia y yo trabajábamos para una empresa, pero después de la pandemia empezamos por nuestra cuenta porque el gestor nos informó de este tipo de sociedad y nos gustó. Nuestros clientes suelen ser holandeses y siempre utilizan la bicicleta en las actividades, por eso les atrae Valencia. También organizamos actividades náuticas como paseo en catamarán o gastronómicas como aprender a cocinar paella y les organizamos talleres en algunas masías o barracas. No solemos salir fuera de Valencia y, si salimos, es para hacer rafting o hacer la ruta de vía verde en bicicleta», cuenta la managing director Geneviève Schook.

«Nuestra temporada alta no coincide con las vacaciones, ya que las empresas no suelen salir en periodo vacacional. Nuestra época fuerte es de marzo a junio y de septiembre a noviembre. Durante la pandemia fue un parón total, pero después la gente tiene más ganas que nunca de viajar. El año pasado fue un muy buen año, pero para 2023 las previsiones son muy buenas, y, además, ya tenemos muchas reservas para otoño. A finales del año pasado, en los Países Bajos había una sensación un poco pesimista, con el alto precio de energía y la guerra, pero sigue habiendo sectores que funcionan bien y quieren agradecérselo a sus empleados o clientes invitándoles un viaje al extranjero», finaliza Schook.

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