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La protagonista de la noche se presentó ayer a los valencianos con un traje de tela de estilo damasco en color nude que le confeccionó con mucho amor su madre, Maribel Carbonell, que además es la artífice de todos los trajes de valenciana que luce. Su padre, Paco Martín, mecánico de mantenimiento industrial, estaba feliz «porque se ha cumplido el sueño de mi hija» y su hermana, Isabel, que le regaló los pendientes que lució, se mostró emocionada porque podrá seguir de cerca sus pasos.
Maribel y Paco confesaron que la ilusión de su hija «era primero salir en la Fonteta y ahora ha sido el broche de oro». Su novio, David Blanco, que durante el reinado en la falla le fue haciendo reportaje de fotos, es consciente de que ahora tendrán menos tiempo «pero es su momento y quiero que lo disfrute».
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Carmen estuvo durante todo el acto muy sonriente y animada. «Comenzamos de nuevo. Aportaré mucha ilusión, amor por la fiesta y responsabilidad».
Después de dos ejercicios falleros con restricciones, no teme lo que pueda venir. Reconoció que «cuando nos presentaron a las pruebas, sabíamos a lo que nos ateníamos» y acto seguido añadió que «aportaré valentía porque estos años han sido muy duros, pero voy a demostrar mi pasión por la fiesta». También dijo que Consuelo Llobell «ha hecho un papel muy importante. Ha sido una fallera mayor muy valiente y yo, como su sucesora, también lo seré».
Uno de los momentos que más ganas tiene de vivir, además de la proclamación, es la dansà.
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