La última de feria suspendida por el mal estado del ruedo

La infausta y tan poco taurina climatología de estas fallas acabó saliéndose con la suya y provocando la suspensión de la ultima corrida del abono. La lluvia caída a lo largo de la jornada había convertido el ruedo a la hora de comenzar el festejo, en un autentico barrizal que hacía impracticable el toreo con un mínimo de garantías para los lidiadores. Unos minutos antes de la hora del comienzo, la terna compuesta por El Juli, Manzanares y Emilio de Justo salió al ruedo para comprobar el estado en el que se encontraba el piso considerando por unanimidad lo inconveniente de celebrar el festejo, decisión que anunciada por el equipo de megafonía de la plaza provocó los pitos del numeroso público que con ganas de toros ya ocupaba los tendidos.

Los trabajos de los servicios de mantenimiento de la plaza que habían tratado de retirar el agua y aportar nueva arena seca desde que terminase el festejo matinal de rejones, fueron baldíos y a la hora de comenzar el festejo era evidente que no se podía torear. El agua caída hasta apenas dos horas antes de la corrida y las galopadas de mañaneras de las cabalgaduras de los rejoneadores que remueven los pisos incluso en condiciones normales, pudieron más que la decisión inicial de torear de los diestros. A partir de ahora y hasta el día 23 los espectadores podrán pedir la devolución del precio de las localidades.

Minutos después se reunía jurado de la Diputación en las dependencias de la plaza para dilucidar los triunfadores de la feria, eligiendo a Roca Rey como triunfador de la feria y autor de la mejor faena de manera muy mayoritaria en ambos casos. El premio al novillero triunfador del abono fue para el valenciano Niño de las Monjas, siendo Dani Duarte el subalterno más destacado del serial. El galardón destinado a reconocer el mejor toro fue para Centinela de Toros de Cortés, dejando desierto el premio a la mejor ganadería.

Más allá de los premios oficiales queda el recuerdo de grandes faenas y momentos puntuales que a buen seguro contarán en la memoria de los aficionados y a la hora de componer las próximas ferias. La faena de Manzanares al quinto toro de Victoriano del Río, estará sin lugar a dudas entre las mejores de la temporada. Tampoco se olvidará la faena de Pablo Aguado por su elegancia y temple en la tarde denominada del arte, en la que Morante sublimó la verónica y firmó pasajes con la muleta de alto rango, sin obviar el toreo a la verónica de Juan Ortega ese mismo día. Y no habría que olvidar, no sería justo, la exhibición de torería y capacidad lidiadora de la que hizo gala Daniel Luque frente a una difícil corrida de Victorino Martín.

En resumen, feria breve que todavía se achicó más con la suspensión del día de San José, con momentos muy interesantes, que debe servir para que la nueva empresa tome el pulso a una plaza que a través de la respuesta en taquilla de los aficionados ha dado claras muestras de una personalidad muy definida.

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