Marina García: «Tengo ganas de volver a los domingos de paella con el iaio»

Si mira atrás, se da cuenta de que va a echar de menos, sobre todo, a las personas. A las que ha ido conociendo durante todo este intenso año: «voy a dejar de ver a personas muy especiales, a todos los 'vices', a los acompañantes, a Santi, a Nico. Es duro». Pero si se queda en todo lo experimentado, cree que cada momento cuenta, «pero en especial la llamada, la Fonteta y todo el mes de marzo, además de la Crida y la exaltación». Sabe que la relación con su corte va a seguir, también con la corte mayor, con quien ha podido mantener una relación muy especial, y se queda con el vínculo creado con la fallera mayor: «Mi Estelita».

Mientras Marina García ha sido fallera mayor infantil de Valencia ha tenido que renunciar a muchas de sus rutinas, y tiene claro cuál será la que recupere con más ganas: «los domingos de paella en la casa del iaio, que no he podido ir a ninguno este año». Para Marina son momentos especiales porque «nos reunimos mis tíos, mis primos, mis hermanos, mis padres y mis iaios». La fallera mayor infantil quiere además volver a compartir tiempo en familia y tambien con sus amigos.

Marina García ya está en el instituto, a pesar de que el año pasado faltó bastante a clase. «Tengo la suerte de que soy buena estudiante». De que ha pasado de curso sin problemas y tiene ganas de explorar esta nueva etapa. Mientras, «mi familia dice que por un lado van a recuperar a su 'Marineta'». La fallera mayor infantil es consciente de que todavía es una niña, pero quiere guardar todo lo vivido en su memoria, y de mayor poder recordar un año muy especial.

Entre los consejos que le va a dar a quien lleve la banda tras ella, tiene claro que el primero «es que disfrute de cada momento, porque es una experiencia única, y que aunque suene muy típico, es verdad: se le va a pasar como un suspiro». Lo que más le ha gustado, quizás, es haber podido ir descubriendo cada acto como una experiencia nueva, sin perder nunca la capacidad de asombro y de sorpresa. «Paula me ayudó y me dio todos los consejos del mundo», recuerda Marina. Espera con ganas poder conocer a esa niña que llevará en 2025 la banda que ha lucido con orgullo. «Tenemos una comida pendiente las dieciséis». Tienen muchas cosas que contarse, que compartir, unas por todo lo vivido, otras por todo lo que van a descubrir.