Los ángeles protectores durante la mascletà

Las primeras en llegar son dos voluntarias. A los pocos minutos aparece la primera ambulancia en la plaza con los responsables de logística, José Luis Alonso y Eusebio Mora, quienes se encargan de ubicar todo el material de logística antes de que lleguen todos los demás voluntarios. Mientras tanto, la plaza continúa llenándose pese a que el termómetro marca 29º a la sombra. En primera línea se observan algunos valientes con sillas de plástico y libros para entretenerse mientras que para otros ya es tradición y conversan con sus `compañeros de mascletaes', como a ellos les gusta llamarlos. «Éste es nuestro sitio desde hace seis años. No nos vemos durante todo el año, pero en Fallas nos reencontramos todos», indican los asistentes.

A las 12 en punto aparece junto a los demás voluntarios Roberto Ojeda, jefe de servicio, al que se le diferencia por el color amarillo chillón de su casco. A continuación, el jefe reúne a todo el equipo y después de darles algunas indicaciones comienza a distribuirlos por lo que llaman ellos 'equipos oscar'. Un total de 12 equipos que conforman cinco o seis personas. «Atención, miembros del Oscar número uno», se le escucha decir a Roberto mientras dice el nombre de las cinco personas.

Después de que se les haya asignado a cada uno un equipo oscar, acuden a la ambulancia donde se encuentra todo el material de logística. Allí José Luis y Eusebio comienzan a repartirles el kit de protección, visibilidad y agua «es muy importante también hidratar a nuestros voluntarios», indica Ana Gómez, responsable de comunicación de Cruz Roja de Valencia.

Una de las cosas que más llama la atención es la agilidad de Jose Luis, el responsable de 67 años que lleva más de media vida como voluntario de la Cruz Roja «a mi esto es lo que me da vida, lo que me mantiene vivo. El ayudar a las personas», comenta Jose Luis mientras reparte el material al último equipo oscar. Minutos más tarde, la plaza ya está prácticamente rodeada de todo el personal de emergencias y preparada para dar como cada día, el mejor servicio médico.

Una vez todo el personal está repartido por la Plaza, los responsables de las dos postas, situadas cada una en un extremo del Ayuntamiento, comienzan a preparar todo el equipo sanitario dentro de ellas. Manel, responsable de comunicación explica cómo se distribuye la posta, que pese a tener un espacio reducido dispone de todo lo necesario para atender a los pacientes. «Tenemos dos camillas con sus respectivas zonas de cura, las constantes para la tensión y la glucosa, un pequeño espacio para la fluidoterapia y las vías y también un ampulario con agujas y jeringuillas», explica Manel.

En la misma posta Alberto Nieto y Silvia Ruiz preparan todo el material necesario para su cometido. Ellos son los encargados de atender las emergencias que necesiten de asistencia en ese preciso momento. «Nos llaman los in situ», explican Alberto y Silvia, quienes preparan en sus mochilas todo el material.

Alrededor de las 13.20h un grupo de personas avisa a los socorristas de que algo está pasando. Los encargados de esa zona abren inmediatamente las vallas mientras levantan sus cascos de protección para lograr abrirse paso entre la gente, que por lo general suele facilitar el trabajo del personal. Instantes después un chico joven aparece entre el público y es atendido por los socorristas, quienes lo acercan a la posta para que logre estabilizarse y recuperarse lo antes posible. Las lipotimias y los ataques de ansiedad están siendo las principales causas este año. «Nos habíamos acostumbrado a las mascarillas y a la distancia de seguridad y ahora nuestro cuerpo reacciona diferente ante estas situaciones», explican fuentes del personal.

Lo primero en estos casos es «sacarlo del foco principal y trasladarlo a la posta para que podamos atenderlo lo mejor posible», explica Paula Iglesias, coordinadora del servicio, quien explica que cuando se trata de situaciones más graves los pacientes son trasladados al hospital en alguna de las ambulancias.

Al terminar la mascletà, mientras miles de personas se acercaban al Ayuntamiento a aplaudir y alabar el espectáculo que había encendido hoy la Pirotecnia de Tamarit, justo enfrente del balcón el equipo de CMO (Centro Móvil de Operaciones) de la Cruz Roja contabilizaba el número total de atendidos durante el martes. Una pequeña pantalla sumaba 28 pacientes junto a los motivos de su atención. La mayoría, como hemos comentado por lipotimias y ataques de ansiedad. Algunas otras por heridas o quemaduras.

Esto es todo lo que no se ve de las mascletaes. La parte menos bonita pero más gratificante para los trabajadores que prefieren no disfrutar del acto pirotécnico y hacer todo lo posible para que las Fallas sigan siendo unas fiestas seguras y controladas. «Esto es algo que no se ve, pero Cruz Roja tiene desplegado para estas situaciones además de todo el personal, cuatro ambulancias básicas, dos avanzadas, un centro móvil de operaciones y dos postas. Y esto es solo una pequeña parte», explican fuentes de la institución. Un servicio tranquilo en comparación con lo que se espera para los próximos días.

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