Artistas y presidentes alertan del peligro de la plantà pero la Junta descarta suspender el concurso

Después de una madrugada de 'patiment' no ha llegado la calma, al menos no para la Sección Especial. El viento no da tregua en el día en el que las fallas deben quedar acabadas y en las comisiones las caras son de verdadera preocupación, pero ya no sólo por llegar a plantar la falla sino sobre todo porque temen cualquier incidente que pueda costar daños personales.

En este sentido, el maestro mayor del Gremio de Artistas Falleros, Paco Pellicer, ha indicado este lunes que no se está teniendo en cuenta «el criterio de los artistas» sobre la seguridad. «La decisión de suspender o no la plantà no es nuestra, pero creemos que no se están escuchando las protestas», asegura Pellicer. Los nervios están a flor de piel en las comisiones de la ciudad.

En los ojos de Vicente Fuster se veía ese desasosiego, el de un presidente con las manos manchadas, literal, por estar día y noche vigilante, moviendo los sacos de arena y recolocando las vallas caídas por las rachas de viento. «Estamos vigilando que no suceda ninguna tragedia, ni a la falla ni a ninguna persona, sobre todo, me preocupa la seguridad», decía el representante de Almirante Cadarso-Conde Altea.

Comenta que es una falla con mucho riesgo, que se sostiene entera sobre una cabeza que representa la vida y que sobre ella se alzan los carruseles que dan vueltas y vigilan todo lo que ocurre en el universo. Una falla que se abre en el remate y que el propio Fuster reconoce «es de mucho riesgo».

Aún así confía en que el monumento aguante hasta la visita del jurado pero lamenta que las inclemencias del tiempo estén ocasionando esta preocupación. «Cuando no es el coronavirus son las inclemencias del tiempo, creo que la falla aguanta, los detalles son lo que más se está moviendo… Lo que quiero es desear a todos nuestros compañeros de otras comisiones que lo superen de la mejor forma posible, que no haya riesgos ni para las fallas ni ninguna desgracia humana», añade.

A primera hora del día se veía poco movimiento de adelantos en las comisiones de Especial mientras el viento hacía de las suyas zarandeando los remates hasta el punto de asustar a los transeúntes. En Convento Jerusalén la grúa era incapaz de colocar una pequeña pieza porque al bajarla con el gancho el viento la movía de un lado a otro.

Allí en los rostros también estaba la pena y la rabia, además de la preocupación. Lo ha reconocido el presidente Francisco Segura que ha lamentado que después de una pandemia y cuando parecía que se empezaban a recuperar «ahora nos toca la peor semana de viento y lluvia cuando en Valencia casi siempre hace un tiempo super estable».

Confiesa que estás Fallas están siendo «muy duras» para la plantà y teme que por cuestiones de seguridad no se lleguen a terminar de plantar. «Anoche los artistas decidieron marcharse porque hacía mucho viento, fue imposible hacer nada y ahora vamos a ver si el día mejora aunque sea un poco y que se pueda terminar, porque sí hace muchísimo viento por temas de seguridad no se va a poder plantar. Esperemos que se resuelva todo», ha dicho Segura.

Por su cabeza dice corre sobre todo la preocupación por la seguridad: «La gente va a estar en la calle, hay ganas de tener fallas pero me preocupa la lluvia y el viento, no estamos teniendo suerte estas fallas la verdad». Por ahora están intentando estirar todo lo posible para poder plantar y aprovechando algunos ratos en los que amaina el viento para acabar los pequeños trabajos de grúa que les queda. Si el clima se lo permite llegarán a tiempo pero sino «si el artista no encuentra el momento de subir las piezas no sé qué va a pasar».

A unas pocas calles de la histórica comisón de La Roqueta descansa otra no menos emblemática: la de la plaza del Pilar. Y ahí, de nuevo, preocupación. Su presidente, José Javier López, explica que han tenido que cerrar la plaza porque les preocupa la seguridad. «La falla es estable pero en la plaza confluyen dos calles y siempre hace viento», explica. No quiere pronunciarse sobre si se debería o no suspender el concurso: «Es cosa de Junta».

Junta, por cierto, sí se ha pronunciado. Fuentes del máximo organismo que gestiona la fiesta asegura que no se han planteado en ningún caso el retraso o la suspensión del concurso, lo que no sienta demasiado bien en según qué comisiones. Una de ellas es l'Antiga de Campanar, donde este martes por la mañana Carlos Carsí y todo su equipo trabajaban en terminar el montaje, lo que prevén que ocurrirá sobre la una o las dos de la madrugada. Rafa Mengó, presidente de la comisión, explica que temen «una plantà peligrosa», aunque en su monumento toda la estructura central ya está levantada.

En esta comisión del norte de la ciudad, dos elementos están apuntalados con vigas de madera. Se trata de un Eduardo Manostijeras muy delgado que este martes bailaba empujado por el viento y de la figura de un trol enorme «que estaba meciéndose», según Carsí. «No es que se vaya a caer pero queremos que sea más estable», ha comentado.

Situación análoga, o muy parecida, la que se vive en Malvarrosa-Ponz Cavite. El retorno de la comisión del Marítimo a la máxima categoría no ha estado exento de problemas, porque ya este lunes cayó un remate y ha tenido que reubicar la falla infantil para evitar lo peor del viento, tal como reconoce José Candela. Los artistas volverán a trabajar «sobre las 18 horas» para apurar la madrugada, cuando se prevé que el viento amaine ligeramente.

En Na Jordana, Pere Borrego es, como siempre, muy gráfico. «Estamos acojonados, la plaza es un embudo y todo el aire que viene es muy intenso», explica el presidente de la comisión, que reconoce que no ha dormido en toda la noche. El monumento de Mario Gual ha sufrido cambios para aguantar el viento: «Hemos tenido que quitar el fallero que había arriba del todo por si acaso, no sabemos si lo subiremos o no, dependerá de cómo vaya la cosa».

Con más tranquilidad y resignación se mostraban en Cuba -Literato Azorín, donde el presidente José Gimenez Pérez, admirando la falla decía que «hay que asumir lo que viene y lo que dicen que está por venir que es la lluvia». Explica que el artista se está esperando  a colocar algunas piezas que faltan por la parte de arriba «que son planas y que el viento se las puede cargar», pero descarta que algo pueda caer al suelo en su caso. Gimenez advierte que «cuando llueve llueve para todos y al final la falla que esté mejor montada es la que aguantará». 

«Es incómodo, lo llevamos como podemos, seguimos adelante, la falla aguanta toda la noche con todo lo que ha soplado y estamos tranquilos. Esperemos que todo vaya bien y que no haya problema», comenta por su parte Pedro Luque, presidente de Sueca Literato Azorín. 

En Reino de Valencia ya han tenido que reparar algunos ninot pero confían en que es una falla muy bien armada tanto en su interior como en el exterior, y así lo comentaban esta mañana algunos miembros de la comisión. Durante la mañana todavía estaban por colocar los bajos pero el artista Sergio Musoles y su equipo trabajaban para dejarla terminada. Las comisiones de Especial no sólo miran al cielo sino también esperan que en esta segunda plantà de riesgo no se tengan que lamentar accidentes ni tragedias.

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