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La Banda Municipal, 120 años con los valencianos

Nació en 1903 Salvador Ginery el maestro Santiago Lope impulsaron una formación que atesora una extraordinaria tradición musical

F. P. PUCHE

Domingo, 17 de diciembre 2023, 23:19

El 8 de diciembre pasado, la alcaldesa de Valencia asistió, en el Palau de la Música, a un concierto excepcional: la Banda Sinfónica Municipal de Valencia cumplía 120 años y se aprestaba a interpretar el mismo programa que el que ofreció a los valencianos, en la plaza de toros, el día de su presentación. Era el año 1903. El impulso del concejal Vicente Ávalos, el del maestro Salvador Giner, y el del primer director de la formación, Santiago Lope, hicieron posible el nacimiento de una institución musical, casi 40 años anterior a la Orquesta, que atesora una larga tradición y el afecto de miles de valencianos.

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En la plaza de toros, la nueva Banda Municipal se presentó a los valencianos en la mañana del 8 de diciembre de 1903. El clima era benigno: «El sol lució como en mayo», dijo el periódico al día siguiente. Los actos se iniciaron a la una de la tarde, cuando la Banda se concentró en el Ayuntamiento, en la calle de la Sangre: el alcalde, José Maestre, impuso a la bandera de la nueva formación una corbata de color rosa, bordada por las monjas de San Gregorio, con una dedicatoria.

Después hubo desfile por las calles de la ciudad. Abrió la marcha la guardia municipal a caballo, los timbaleros de la ciudad y las músicas de los Bomberos, La Lira, La Vega, los Veteranos y las de los regimientos Mallorca, Guadalajara y Tetuán, acompañantes de la Banda recién formada. Después, en la sede social de la Asociación de Profesores de Orquesta, tuvo lugar la imposición de otra cinta homenaje y se escuchó por primera vez «L'entrá de la murta», de Giner, «muy original y muy inspirado», según nuestra reseña.

Lope tuvo una brillante pero corta carrera al morir con sólo 35 años. Está enterrado en el cementerio de Burjassot

La gran fiesta musical tuvo lugar a renglón seguido en una plaza de toros expectante. El plato fuerte se dio cuando los 350 músicos interpretaron la marcha titulada «París», himno de la Exposición Universal de 1900. Luego sonó el pasodoble «Valencia», de Santiago Lope, una pieza entrañable que el pasado día 8 volvió a sonar, bajo la dirección de su actual titular, Miquel Rodrigo. Finalmente, el maestro Lope, tomó la batuta y volvió a escucharse «L'entrá de la murta», que entusiasmó a todos, con lo que se cerró un brillante programa.

El impulso

Valencia, en su Feria de Julio, tenía instituido, desde 1886, un importante certamen de bandas de música, al que concurrían las mejores formaciones de toda la región; sin embargo, no tenía una banda propia de la municipalidad. En la ciudad había numerosas formaciones musicales privadas de círculos y sociedades, también los Bomberos tenían su música, que amenizaba fiestas y participaba en actos oficiales; pero se anhelaba lo que el concejal Vicente Ávalos Ruiz propuso a la corporación en agosto de 1902: una Banda Municipal.

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La necesidad era tan extendida que la idea fue aprobada enseguida. En enero de 1903 la institución fue dotada de un reglamento y comenzó las pruebas de selección de directivos: Salvador Giner fue nombrado director musical y el maestro Santiago Lope consiguió la plaza de director entre nueve candidatos.

La calidad de los músicos que integraban la plantilla de la Banda se hizo proverbial. El 9 de diciembre, la Banda Municipal inició su contacto con los valencianos a través de un cierto ofrecido en la Glorieta. Se iniciaba así la verdadera vocación de la Banda, su regular presencia en parques y jardines como complemento de la asistencia a las fiestas solemnes y a los actos oficiales de la ciudad. La Glorieta, la Alameda -donde hay una pérgola musical muy abandonada-y, sobre todo los Viveros, han sido escenario de miles de actuaciones, con programas populares, que gozaban del favor del público.

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Las reseñas de los éxitos populares de la Banda Municipal se pueden rastrear en la colección de LAS PROVINCIAS desde el día de la presentación de los músicos. Se puede afirmar que no ha habido visita real o ministerial, primera piedra o inauguración en la que nuestra Banda no se haya hecho escuchar. En las Fallas, en las fiestas de la Virgen, en el Corpus, las ferias de Julio o Muestrario, el 9 de octubre o cualquier otra solemnidad, la música es un punto imprescindible para la cultura valenciana y en ella está siempre presente la Banda, que ha visto pasar a diez generaciones de los mejores músicos valencianos.

La Banda Municipal hizo un primer viaje, invitada por el Casino Mercantil de Zaragoza. Después participó, con éxito, en 1905, en el Certamen de Bandas de Bilbao. Santiago Lope, que al mismo tiempo dirigía en el teatro Ruzafa y componía, se hizo especialmente famoso cuando la Asociación de la Prensa Valenciana le pidió un pasodoble para la corrida de toros que la entidad organizaba anualmente. Lope compuso no uno, sino cuatro pasodobles, dedicados a Gallito, Fernando Gómez Ojeda (Gallito II), Ángel González y Manuel Pérez, apodado Vito.

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Músico vocacional

Santiago Lope nació en 1871 en la localidad riojana de Ezcaray y mostró su inclinación musical desde muy temprano: se formó con el organista de la parroquia y muy pronto se integró en la banda local. A los doce años comenzó sus estudios en el Conservatorio de Madrid, donde tuvo como profesores a Monasterio y Arrieta. A los 15 años ya era violinista del madrileño teatro de Apolo, donde fue director a los 26 años, edad en la que se le conocen ya varias composiciones.

Se trasladó a Valencia en 1902 para encargarse de la dirección musical del teatro Ruzafa y de su programa de zarzuela. Familiarizado con las obras de Serrano, Chapí y Salvador Giner, encontró en este último un valedor. Lope tuvo en Valencia una carrera brillante, pero desgraciadamente corta. Compuso más de una docena de zarzuelas y la partitura de numerosos pasodobles. Pero su salud se resintió muy pronto: enfermo del estómago, tuvo que reducir su actividad en el teatro y en ocasiones también en la Banda, donde Damián Gasó le sustituía. Falleció finalmente en Burjassot, donde residía, el 25 de septiembre de 1906. Contaba sólamente 35 años.

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La viuda del maestro, doña Urbana Rico, hizo construir un mausoleo, en 1955, en la tumba del cementerio de Burjassot donde Lope está enterrado. Cuando falleció, en 1958, el testamento dispuso la creación de una fundación con la que se sufragan estudios de jóvenes músicos en el Conservatorio de Valencia.

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