La lluvia no frena el fervor a la Mare de Déu en el Besamanos

La lluvia con la que ha amanecido este miércoles la ciudad de Valencia no ha conseguido frenar el gran fervor que sienten los valencianos por la Mare de Deú. El tradicional acto del Besamanos ha comenzado puntualmente a las 7 de la mañana, momento en el que se han abierto las puertas de la Basílica.

Los devotos han asistido ataviados con paraguas para poder protegerse del agua durante el tiempo de espera, mientras hacían cola en la plaza de la Virgen hasta poder acceder al interior de la Basílica.

La primera en comenzar la cola fue María Luisa Rosa Alfaro, una valenciana que vive entre Valencia y Francia que ha aguardado paciente en la puerta de la Basílica desde las 17 horas del martes, es decir, 14 horas antes del inicio del acto. Además, es el sexto año consecutivo que es la primera, salvo los años que no se celebró por la pandemia. Afirma que está muy agradecida a la Virgen «porque siempre me concede lo que le pido. De hecho, una de mis hijas no podía tener descendencia y ahora tiene un hijo, Santi, de cinco años».

A las 4.30 de la madrugada ya eran seis las personas (dos hombres y cuatro mujeres) que estaban en la cola, entre ellas Ana Isabel Gómez, de Borbotó, que todos los años acude a estas horas. «Vengo a dar las gracias por la salud, por el trabajo y porque en la familia estamos todos bien», indica emocionada.

Y es como ya anunció el presidente de los Seguidores de la Virgen, José Luis Albiach, «no hay plan B, el Besamanos se hará aunque llueva».

El mensaje ha calado en los valencianos, que han querido acercarse para ver a la 'Mareta' en este acto que cumple ya su XVII edición.

No hay que olvidar que en 2021 ya hizo un día desapacible, con lluvia y frío, pero estas circunstancias no frenaron la asistencia masiva.

Este miércoles, en el interior de la Basílica, los asistentes han podido ver de cerca el manto que estrenaba la imagen, una sedalina de Vives y Marí, cuya tela es obsequio de Álvaro Moliner, y que ha sido una donación de la comisión Ribera-Convento Santa Clara, coincidiendo con la celebración del 50 aniversario de la falla, contando con el diseño del restaurador Pedro Arrúe.

Los fieles desde las 7 de la mañana pueden acercarse a la Peregrina para dirigirle oraciones, plegarias o para bendecir a los recién nacidos en un día tan especial.

Cabe destacar que el Besamanos seguirá todo el día hasta que pase el último devoto. De hecho, el pasado año no se cerraron las puertas de la Basílica hasta las 2,10 de la madrugada y pasaron ante la Virgen 24.000 personas, si bien el año récord fue en 2019, cuando se contabilizaron entre 26.000 y 27.000 devotos.

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