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El pleno municipal previo a las vacaciones estivales no se celebra hasta el próximo miércoles, pero en la tarde de ayer el paseo de la Alameda se convirtió en el hemiciclo de Valencia, ya que la inmensa mayoría de concejales del Ayuntamiento se dieron cita en la Batalla de Flores.
Después de dos años de ausencia en este evento que cierra la Feria de Julio, el alcalde, Joan Ribó, presidió el acto. De hecho, Ribó fue uno de los objetivos de los proyectiles florales que lanzó el portavoz de Ciudadanos, Fernando Giner.
La vicealcaldesa del PSPV, Sandra Gómez, y la portavoz popular, María José Catalá tampoco se salvaron del disparo de clavellones y lucieron un peinado lleno de pétalos. También se estrenaron en el lanzamiento de flores el portavoz de Vox, José Gosálbez, y su equipo. Como anécdota, Luisa Notario, concejal de Compromís, acudió a la cita con un abanico con los colores del arcoíris símbolo del colectivo LGTB.
El palco de autoridades pareció quedarse corto, por el aumento del número de partidos, y no estaría mal ampliarlo en próximas ediciones.
Al término de esta particular guerra, Ribó explicó que «es la batalla más pacífica del mundo. Es símbolo del carácter valenciano. Además, es una terapia para relajarse y disfrutar de la fiesta».
Una de las novedades de este año es que la fallera mayor infantil de Valencia, Sara Larrazábal, no dudó en subirse a la cesta de una grúa para llegar al lomo del caballo floral dispuesto a cuatro metros de altura de la carroza diseñada por Marina Puche y ejecutada por las hermanas Guaita. «Me ha impresionado subir a la cesta de la grúa, pero cuando he subido al trono que me han preparado dentro del caballo me he sentido como una reina», indicó la fallera mayor infantil de Valencia. De hecho, cuando pasó la carroza por el palco de autoridades, los concejales tuvieron que alzar la vista para saludar a Sara.
También vio esta particular batalla desde las alturas la fallera mayor de Valencia, Marina Civera, ya que su trono en la carroza diseñada por Jordi Palanca también estaba a cuatro metros de altura, a los pies del edificio del Miguelete.
El premio Barón de Cortes a la mejor carroza de la Batalla de Flores ha ido a parar a mano de tres mujeres: Marina Puche y las hermanas Maica y Cristina Guaita. El primer premio de Especial A fue para Jordi Palanca; el segundo para Vicente Julián y el tercero se concedió a Sánchez. En Especial B la carroza ganadora fue la de María Teresa Meliá y la segunda, carrozas Narán. En ordinaria A, el premio fue para carrozas Cortés y el segundo para carrozas Sánchez. En ordinaria B el primer premio y el segundo fue para Sánchez. En coches ligeros, ganó el Ateneo Mercantil, con flores de La Violeta.
Otra anécdota de la jornada es que el artista fallero Carlos Carsí, tras ayudar al compañero Jordi Palanca en los detalles últimos de la carroza acudió a la carroza de las preseleccionadas de Zaidía, ya que allí se encontraba su prometida, Jéssica Blasco, candidata de Doctor Olóriz.
La fallera mayor de Valencia de 2018 y concejal de Ciudadanos, Rocío Gil, participó también en una carroza junto a sus compañeras de la corte. Todas ellas iban vestidas de músicas de jazz. En el caso de la fallera mayor infantil de Valencia de 2018, Daniela Gómez de los Ángeles, y sus compañeras de la corte, asistieron disfrazadas de mexicanas.
En otra de las carrozas se pudo ver a la regina dels Jocs Florals de Lo Rat Penat, María Chaqués, y su corte de amor. En este caso iban con disfraces de ninfas del bosque.
Y en los coches ligeros desfilaron colectivos festivos como los altares vicentinos de Colón, Ruzafa, Ángel Custodio o El Pilar. Entre ellas estaba Merche Giménez, esposa de Fernando Giner.
En las carrozas destinadas a los sectores de fallas, se pudo ver a las representantes de El Pilar-Sant Francesc vestidas de mexicanas; de Poblats al Sud, con trajes de charlestón o de Zaidía. «Vamos de diosas del mar», indicó Carlota Pons, una de las componentes de este equipo.
Muchas de las participantes ataviadas con trajes de valencianas protegieron con plásticos de gran tamaño las faldas de seda para evitar que se manchara con las flores, como en la carroza de la Bellea del foc, Isabel Bartual, o en las del sector de El Pilar-Sant Francesc.
Los falleros de Acacias Picayo, que tenían dos candidatas preselecionadas (Raquel García y Aitana Paredes) acudieron con guantes de plásticos «para no mancharnos y evitar los bichitos de las flores», indicaron Marí Carmen Oller y Esther de la Torre.
Sobre el resultado de la Batalla de Flores, el concejal de Cultura festiva, Pere Fuset, aseguró que «están rotando las carrozas de colectivos festivos. Por ejemplo, este año han venido los Moros y Cristianos y queremos ir abriendo el abanico. Además, en sectores falleros como Botànic han creado carrozas mixtas, con presencia de niños, y es algo positivo. Hay que tomar nota».
Las falleras mayores e infantiles que han conseguido ser preseleccionadas en los actos celebrados en los sectores o en los jardines del Palau de la Música acudieron ayer, antes de la Batalla de Flores, al Palacio de la Exposició. Como ya es tradición, las jóvenes y niñas posaron de forma individual para que la Junta Central Fallera tuviera una imagen de cada una de ellas. Una hora antes del inicio del evento que cierra la Feria de Julio de 2019 las preseleccionadas se encontraron en el patio del Palacio de la Exposición donde intercambiaron impresiones y dieron los últimos toques a las raquetas que les ayudan a resguardarse de la guerra floral de clavellones. Todas ellas se mostraron muy emocionadas y empezaron a hacer amistades. La próxima vez que se encuentren vestidas de valencianas será en la gala de la Fonteta donde 13 niñas y 13 jóvenes serán las elegidas para la corte. La cita será el 21 de septiembre.
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