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Ponce es sacado a hombros de la plaza. LP

Ponce se acuerda de Valencia en su despedida de Lima

Triunfal despedida del diestro de la plaza del Bicentenario de Lima

José Lus Benlloch

Valencia

Lunes, 4 de noviembre 2024, 12:58

En una tarde muy emotiva, llena de deferencias y reconocimientos, el ídolo de Lima, Enrique Ponce, se despidió de la afición peruana treinta y seis años después desde su primer paseíllo. Y lo hizo por todo lo alto, abriendo la puerta grande de Acho por duodécima vez, convirtiéndose en el torero que más veces ha salido a hombros en las setenta y siete ediciones de la feria limeña, superando a Palomo Linares y Curro Girón que empatan a once, escribe el cronista Jaime de Rivero en Aplausos. El maestro tuvo repetidas referencias de solidaridad y cariño con los valencianos

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De este modo, continua Rivero, se cerró una relación de cariño y admiración que abarcó más de tres décadas, en el que Ponce estuvo presente en 20 ferias moradas, la mayoría de ellas con corte de apéndices. La tarde estuvo signada por el mal juego del ganado de El Pilar, de correcta presentación, pero sosos. El éxito grande llegó en el quinto de la tarde que fue el que más posibilidades ofreció. El valenciano lo percibió claramente desde los primeros tercios en los que cuido la lidia y al toro, haciendo lo justo y necesario para convencer al animal a embestir. Dirigió la suerte de varas y el tercio de banderillas orientándolas a no agotar al astado. En todo momento, lo lidió con suavidad, sin ninguna brusquedad, tanto por el pitón derecho como el izquierdo, siempre llevándolo toreado para que termine haciendo lo que él quería. Terminó con unas poncinas de mucho sentimiento y lo fulminó de una estocada entera. La plaza se cubrió de pañuelos y le concedieron las dos orejas.

Al arrastre del sexto toro, Andrés Roca Rey saltó del tendido al callejón para cargar en sus hombros al maestro que se va. También lo hicieron los también matadores peruanos Gabriel Tizón, Flavio Carrillo, Aníbal Vázquez y Fernando Roca Rey entre otros, en uno de los gestos de reconocimiento y aprecio hacia el último «Torero de Lima» más valioso que se recuerda. Fue una de las muchas imágenes de la emotiva despedida de Enrique Ponce de Lima. Dos ídolos de Lima juntos. Ponce, con seis escapularios (trofeo de triunfador de la feria del Cristo de los Milagros) y Roca Rey, con cuatro. Padrino y ahijado. El torero peruano, horas después, publicaba una imagen en sus redes sociales con el siguiente mensaje: «Mi tierra, mi plaza, mi padrino, su despedida». Hay resaltar que en ese ambiente de felicidad artística en las últimas horas el maestro ha tenido repetidas referencias de solidaridad y ánimo a los valencianos por el drama que están viviendo.

El peruano Joaquín Galdós no tuvo oponentes y aun así logró cortar una oreja y salvar el honor.

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