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La Tomatina tiñe de rojo las calles de Buñol

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Damián Torres

La Tomatina tiñe de rojo las calles de Buñol

Personas de todos los rincones del mundo se han acercado a vivir está reconocida fiesta en la que 150 toneladas de tomate han sido vertidas

María Asad Hernández

Buñol

Miércoles, 30 de agosto 2023, 11:23

El mediodía de este último miércoles de agosto ha dejado todo el centro de Buñol con una muchedumbre de gente enlatada que no paraba de emitir silbidos, tarareos y toda clase de gritos de entusiasmo ante los escasos minutos para el comienzo de la fiesta del tomate. El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, también se ha dejado ver en el ayuntamiento, acompañado también de la alcaldesa de la localidad.

Los seguidores de la celebración, que no han dejado de luchar por conseguir el jamón del poste de madera de la plaza, han sido rociados durante una eterna hora de espera con el agua de varias mangueras. Unas procedían del staff de la celebración, mientras que otras fuentes de agua como cubos o vasos venían de los propios vecinos que desde los balcones de la plaza observaban la escena. En algunas viviendas se dejaban ver a grupos de niños disfrutando de la música, aunque en otras preferían la opción de tapar con telas de nailon y plásticos las fachadas de sus edificios. En un par de esos balcones, se han visto paraguas abiertos a modo de barrera anti tomates.

Pasadas las doce, el primer camión anunciaba su llegada con fuertes pitidos al claxon. Empezaba la Tomatina 2023. A su llegada, centenares de gritos se mezclaban en la masa humana que juagaba bajo el vaivén de los chorros de agua. Grupos de entre diez y quince usuarios seleccionados aleatoriamente cada año, iniciaban los primeros lanzamientos del arma roja desde el camión.

Para permanecer seguros y no resbalar con el jugo de la hortaliza, los lanceros han tenido que mantener la compostura gracias a unos arneses y cuerdas amarrados al vehículo, según apunta personal del ayuntamiento. Entre la muchedumbre, otro grupo de staff ubicado frente al vehículo, le abrían paso. Las fachadas comenzaban a acoger restos de tomate que desfilaban hasta el suelo, mientras que las camisetas que antes eran de un pulcro blanco se teñían del característico color rosado que deja la fiesta.

La guerra de la Tomatina se extendía por toda la calle del Portal. En la plaza del pueblo, a un lado de la calle, tardaban más en llegar los disparos de la madura hortaliza. Es ahí donde algunos de los vecinos que menos querían mancharse decidían resguardarse de los puntos de ataque masivos. En el otro lado, la llegada de más camiones, acompañados de más pitidos y gritos, empezaba a dejar Buñol con el característico río rojo de casa año.

Ha bastado apenas una hora para que se formen los varios palmos de agua y restos de tomate que tapan los pies de la muchedumbre. Después de explotar la mayor parte de tomates con agresivos lanzamientos por doquier, la gente ha optado por cubrir a sus compañeros con puñados de puré de tomate. Cuando la fiesta llegaba a su fin, el gentío acababa de exprimir los últimos minutos de disfrute haciendo formas de ángeles en el río rojo, sentándose para ser hundido en él o formando bolas voluptuosas con las masas, algunas incluso llegando a la blanca fachada del consistorio, que tampoco dudaban en atacar.

Pasada la una del mediodía, la gente ya da por realizada la batalla, aunque no los festejos. Muchos extreman la diversión hasta el último momento jugando con el zumo que invade las aceras. Otros se encaminan a sus domicilios o al río, donde un baño les espera. El olor ácido del tomate de pera llega a cualquier rincón, aunque acompañado del aroma de las paellas y comidas que se están realizando muy cerca de la plaza

El ganador del jamón

Uno de esos pasatiempos es la lucha de algunos valientes por escalar un poste de madera cubierto de aceite. El gran premio está en la cumbre, donde aguarda un jamón que pertenecerá a quién consiga ascender hasta él. Cada vez que alguien se aproxima, una oleada de gritos llenan la calle. Ningún afortunado ha conseguido llevarse el premio gordo.

Todo Buñol esperaba con ansia el pistoletazo de salida de la Tomatina 2023, que se ha producido a las 12 horas y que ha teñido de rojo las calles de Buñol y los cuerpos de miles de personas que han participado en ella.

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