Verano, tiempo de horchata: la marca de Alboraya que mantiene viva una refrescante tradición valenciana

Una bebida que invita a revivir instantes de felicidad y conexión con los seres queridos, celebrando la tradición cultural de Valencia: Panach actualiza ese legado, que adapta con nuevos formatos y experiencias

Jueves, 4 de julio 2024, 16:03

«Açò no és llet, açò és or, xata!». Así expresó su fascinación el rey Jaime I al probar por primera vez la horchata, una bebida que acompaña y endulza el verano de los valencianos desde hace siglos. Y es que, aunque esta anécdota ... es parte de la rica tradición oral, la historia de la horchata se remonta a tiempos antiguos, mucho antes de que el rey la probara. La horchata de chufa, tal como la conocemos hoy, tiene sus raíces en la época prehistórica. De hecho, se cree que llegada a España se debe a los árabes, quienes la introdujeron durante su invasión en el siglo VIII. Al descubrir que las tierras valencianas eran ideales para su cultivo, comenzaron a plantar chufas en la región, especialmente en Alboraya, que desde el siglo XIII se ha consolidado como el epicentro de la producción de chufas en el país. En aquellos tiempos, la bebida se conocía como «llet de xufes». No obstante, su receta ha permanecido prácticamente inalterada a lo largo de los siglos: agua, azúcar y chufas molidas, con un toque de canela y piel de limón.

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Más allá de su sabor refrescante, la horchata es una bebida muy saludable. Es rica en minerales como fósforo, calcio, magnesio y hierro, así como en vitaminas C y E. Su bajo contenido en sodio la hace adecuada para personas con hipertensión, y al no contener lactosa, caseína ni gluten, es apta para intolerantes y celíacos. Vamos, que es una bebida apta prácticamente para todos los públicos.

Un símbolo de identidad para los valencianos

Son muchas las familias que han llevado la horchata más allá de las fronteras de Valencia, y una de ellas es la familia Panach. Desde 1971, esta familia de horchateros ha trabajado incansablemente para perfeccionar la receta de la horchata y hacerla accesible a todos. Su última innovación, 'Xufatopía by Panach', busca capturar los recuerdos y sensaciones del pasado en un formato diseñado para el consumo doméstico.

José Ramón Panach, actual director de la firma, recuerda con cariño cómo su familia siempre ha estado unida en torno a la horchata. «En nuestra familia, todo ha girado alrededor de la horchata», comenta. Desde la construcción de la primera máquina para recolectar chufas en 1970 hasta hoy, innumerables recuerdos se han creado tras la barra de la Horchatería Panach. Su primo, José Vicente, recuerda cómo, con solo 10 años, pudo comprarse su primera bicicleta ayudando en la horchatería durante el verano. «Yo quería una bicicleta, así que mi tía me ofreció ayudarla durante el verano. Cada día, me ponía detrás de la barra y le servía horchata a los camareros que atendían las mesas», recuerda.

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Y es que, la horchata no solo es una bebida, sino un símbolo de identidad para los valencianos. Belén Arias, presidenta de la Academia de Gastronomía de la Comunidad Valenciana y originaria de Oviedo, cuenta que descubrió la horchata durante sus veranos en Alicante. «Era un producto local que no se conocía en el resto de España. Desde que la probé, esperaba con ansias la llegada del verano para disfrutarla», asegura. Su amor por esta bebida refrescante la llevó a incluirla en sus recuerdos de infancia, junto con los paseos en bicicleta y las meriendas con fartons.

Ahora, Xufatopía by Panach ha logrado capturar la esencia de recuerdos de miles de valencianos en una botella. Su exclusivo sistema de envasado al vacío permite conservar todas las propiedades organolépticas de la horchata, manteniendo su sabor auténtico y fresco. Esta innovación ha permitido que la horchata llegue a hogares de toda España, llevando consigo un pedazo de la tradición valenciana.

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Esta propuesta es mucho más que una bebida; es un viaje a través del tiempo que ha tocado a numerosas generaciones. Representa esos momentos inolvidables de las largas tardes de verano, los paseos en bicicleta por las calles tranquilas del pueblo, los refrescantes baños en el mar al atardecer y las risas compartidas con amigos, donde el tiempo parece detenerse. Es la esencia de los recuerdos más preciados, esos que nos acompañan toda la vida y que se siguen creando cada vez que disfrutamos de un vaso de horchata. En cada sorbo, la horchata nos invita a revivir esos instantes de felicidad y conexión con nuestros seres queridos, celebrando la tradición y el legado cultural de Valencia.

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