Ruta de almuerzos detrás de los ciclistas: locales en la CV 35

Dicen que el auténtico inventor de los almuerzos no fue un agricultor como sostiene la tradición, sino un ciclista. Hay quien opina que en realidad el éxito de este hábito tan valenciano es compartido: comenzó formando parte de las rutinas de las gentes del campo, que precisaban de una alimentación recia para reponer fuerzas, hasta que los amigos de la bici empezaron a imitarles y buscar en esos locales consagrados al rito de almorzar su propio refugio para recargar las baterías y comentar la jugada. Desde que el ciclismo se convirtió en el gran pasatiempo que puebla de sus fans nuestras carreteras, una serie de bares ubicados en las rutas más demandadas se han transformado en su particular compostela. A ellos peregrinan los ciclistas pero también quienes van siguiendo su rastro: como ocurría antes con los camioneros, allí donde vea usted una bicicleta detenida, es que se almuerza bien.

Por ejemplo. En la carretera CV 35 encontramos en el municipio de Serra, al pie del puerto L´Oronet, el bar así denominado, muy codiciado por los aficionados al almuerzo y la bici. Sin salir de este enclave junto a la sierra de Calderona, otra referencia indiscutible es El Chaparral, famoso por su parrilla. En la misma ruta, ya en Pedralba se erige el restaurante El Chiringuito y en Ribarroja, el Biking Turia, un local singular: es una tienda de bicicletas que dispone de bar y terraza con paellero. Atentos a sus carnes a la brasa.

Seguimos nuestro viaje por la misma carretera en dirección ahora hacia Villamarchante, donde aguarda el Saló Civera, ubicado en el polígono industrial Enxilugar del Rulo. Cerca, en Marine Nuevo, la recomendación se llama Bar Los Pinos, sito en la calle Olocau. Y sin ir muy lejos, la siguiente etapa sugerida pasa por Olocau: atentos al L´Arquet, que es hostal, bar y restaurante con una terraza muy demandada.

Concluimos la expedición. Si todavía no hemos saciado nuestro apetito, en Domeño podemos encontrar un par de sitios muy aconsejables: el restaurante L ´Altet y el bar Ca Sergi. Y para quien se haya quedado con hambre y enfile con su bicicleta la localidad de Chulilla, si pide mesa en Bodegas Vanacloig seguro que acierta.

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