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El cocinero que se volvió de Panamá para hacer paellas premium en Valencia

Gastronomía ·

Ángel Carrero se suma al proyecto de Luis Valls y lidera el equipo en cocina de La Barraquita

Jaume Lita

Valencia

Jueves, 29 de junio 2023, 18:43

La vida, a veces, lleva unos caminos poco previsibles, sorprendentes y, por momentos, llamativos. Si al Ángel Carrero de hace dos años le comentan ... que 730 días después va a sumar miles y miles de kilómetros en su mochila gastronómica, aventuras por Centro América y un regreso triunfal a Valencia, no nos creería. Pero para eso está el paso del tiempo, para recordar todo lo que hemos sido, hecho y dicho. El 25 de diciembre de 2020 abría la puertas del recuperado Bar Villacastín, junto a la estación del AVE, hoy en día está liderando el equipo en cocinero de un proyecto que lidera Luis Valls. Así es la vida.

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Tras aquel festivo día de Navidad en el que los fogones del Villacastín sirvieron aquellas bravas tan especial, la aventura llegó a su fin el 29 de julio de 2022. Los «altos costes» de mantener el negocio precipitaron el inicio de una aventura gastronómica que, sin haber durado una eternidad, ha servido para que el efecto boomerang se consolide a las mil maravillas. Ángel Carrero se fue lejos y rápido y ha regresado por la puerta grande a La Barraquita.

El reputado Luis Valls acogió la idea de un empresario para reflotar La Barraquita, un restaurante que navegaba por futuros desaconsejables. El aprendiz de Quique Dacosta pensó en Ángel Carrero, el cocinero que había estado por Panamá aprendiendo cómo se cocina cada pescado, qué técnicas culinarias que se aplican en aquellas tierras con piezas frescas. Así que Carrero pasó de viajero a «jefe de cocina». Las ganas de aprender sobre el terreno, realmente, no variaron, lo único es que cambió las lecciones autóctonas por seguir las indicaciones de un chef con dos estrellas Michelin. «Me llamó Luis Valls y no pude decirle que no», admite un ilusionado Ángel carrero.

«Tengo un magnífico equipo en cocina, con gente joven que tiene muchas ganas de aprender. Disfruto mucho, también enseñando», destaca a LAS PROVINCIAS. Por ahora la carta se basa en «platos de Luis», aunque Ángel confía en que «más adelante pueda cocinar, por ejemplo, ceviches al momento, como los que aprendí en Panamá. Pero ahora es momento de ir de la mano de Luis Valls y del equipo que hemos formado desde cero».

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La carta base del proyecto ha empezado con «el arroz como plato principal, así como con brasas y pescados frescos». A partir de ahí fluye la creación de Luis y el hacer de Ángel con todo el equipo entre fogones y cocina. El cocinero viajero ya no es aquel que intentó dar un toque maestro con el Villacastín. «Ahora soy un Ángel diferente, muy seguro. Estar en un proyecto así es un orgullo, pero también un reto enorme. Estoy muy satisfecho por la oportunidad profesional y por el equipo que me rodea cada día», explica.

Ángel Carrero transmite en cada palabra esa satisfación compartida de un cocinero, tanto cuando sirve sus platos como cuando comparte esfuerzo dentro de un equipo. «Cuando termina un servicio fuerte, que los hemos tenido, levanto la cabeza y veo a la gente contenta porque lo hemos sacado bien». Así que el cocinero ha sabido regresar por todo lo alto a su Valencia para hacer arroces especiales, como el de «sepia y blanquet, que tiene bastante éxito, o la fideuà. Sin olvidar los pescados frescos a la brasa, como el salmonete con salsa donostiarra».

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Ángel es el claro ejemplo de que la felicidad vuelve, como él de Panamá, de que la felicidad puede estar muy cerca de casa aunque el camino tenga una meta volante a miles de kilómetros de distancia. Irse y volver con tanta potencia, directo a los fonoges con Luis Valls. Un 'efecto boomerang' bañado por el mar: de Panamá a Valencia.

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