Cremaet de siete capas, un arcoíris líquido en Catadau

«Llevo cinco años preparándolo pero ahora es más conocido ya que lo incorporado a la ruta de los almuerzos», explica Ximo que denomina a la perfección la técnica del cremaet y que ha estado presente en el primera feria de esta bebida celebrada en Xeraco. El cremaet de siete capas destaca por su apariencia y por servirse en un vaso más grande para que pueda albergar todos los pisos. En la planta baja, una base de miel seguida de leche condensada, el ron quemado, café con leche coronado con un buena espuma y adornado de canela y cacao. Se trata de una fusión de carajillo, bombón y capuchino que hace las delicias de los amantes del café y de los sabores dulces.

Un éxito que ha ido pasando de boca en boca para convertir este bar de Catadau en uno de los templos del cremaet. El de siete capas no es el único innovador que prepara Ximo también se puede degustar un carajillo asiático, un nombre curioso para una bebida tan valenciana. En este caso, se prepara con Licor 43 y se le añade leche condensada, espuma de leche y cacao, una versión reducida del de siete capas y con un licor que le otorga un sabor diferente.

Pero el Mesó de Pep no es sólo conocido por sus cremaets, también es uno de los lugares de los amantes de los almuerzos. Su bocadillo de la casa lleva dos décadas siendo uno de los más buscados. Carne de caballo, ajos tiernos, tomate y patatas, son los ingredientes del éxito y las manos de todo el equipo que forma parte de este bar como son Mari Carmen, Nana, Lanka y Rubén. «Comenzamos en 2002 y desde entonces hemos estado en diferentes locales y pueblos pero la clientela siempre nos sigue», explica el responsable de esta creación que ha regentado establecimientos en Alfarp, Llombai y ahora en Catadau y siempre llevando por bandera su bocadillo de carne de caballo.

«No pasa de moda, muchos han intentado copiarlo pero es muy importante la calidad de los ingredientes», destaca Ximo que está orgulloso de haber conseguido una clientela fiel y que se ha ido ampliando año tras año. Y es que al principio era un lugar más de ciclistas pero ahora van a degustar sus bocadillos todo tipo de personas y no sólo de la Ribera, si no también de lugares más lejanos como Valencia, Sagunto o Llíria.

Pero no sólo el bocadillo de carne de caballo afianza la clientela de este bar situado en el centro de Catadau. Otra de las estrellas del Mesó de Pep es su alioli casero, preparado con cariño y con una experiencia que sirve para conseguir su textura perfecta. El ali oli sirve para acompañar otro de los bocadillos con más seguidores, el de chipirones rebozados o unas clásicas patatas bravas.

La tapa de morro, la ensalada valenciana con su 'samorra' y el cacao de collaret tampoco faltan en las mesas de este establecimiento. Ximo no para de innovar y recientemente ha incluido otro bocadillo de carne de caballo, la especialidad, que espera se convierta en referente de su carta. La carne se acompaña de bacon, cebolla caramelizada y salsa de boletus, todo un almuerzo gourmet para paladares exigentes.

Desde hace años se ha demostrado que la cultura del almuerzo valenciano se ha llevado a otro nivel y un claro ejemplo es el Mesó de Pep donde se fusiona la tradición con la innovación para seguir creando más adeptos al equipo 'esmorzaret'.