Dónde se cocina el roscón de Reyes valenciano más innovador

Un roscón elaborado con la receta “de toda la vida pero con toques innovadores”, tal y como indica la chef, con ingredientes locales como el agua de azahar, la masa madre o la ralladura de naranja. Pero los componentes especiales y exóticos que han hecho destacar a esta propuesta ganadora han sido el dulce de leche y el ‘parfait’, palabra francesa que hace alusión a la combinación de estos dos ingredientes: “perfecto”. Se trata de una crema muy ligera hecha a base de huevos y azúcar montada, que suaviza la intensidad del dulce de leche.

El dulce navideño está relleno con trozos de sablé de cacao amargo que le complementan y le dan “ese toque característico y cuidado de la central de postres”, asegura Carito. Para la cobertura final del roscón, en vez de escoger la típica fruta escarchada, han optado por una capa de avellanas cantonesas que lo hacen aún mucho más crujiente y original y que lo ha llevado a ser la propuesta estrella.

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Dentro de la propuesta de temporada de la central de postres destacan los tradicionales dulces navideños como el famoso roscón de nata. Aunque no se trata de uno cualquiera “es un roscón hecho con natural que le da un sabor exquisito y diferente a los demás. Es un sabor que no se puede contar, se tiene que probar”, indica la propia chef.

La carta incluye otros tres roscones más innovadores y exóticos como el roscón de trufa, de dulce de leche e incluso de pistacho para los paladares más atrevidos. Además, dentro del catálogo triunfan las referencias clásicas como la tarta de chocolate, el rogel de dulce de leche o la carrot cake, “una de las tartas más demandadas por los clientes junto a las famosas trufas de chocolate”, explica Carito.

La central de postres forma parte del proyecto Tándem gastronómico y surge de la mano de la chef con el propósito de dar las soluciones más dulces tanto a los restaurantes como a los clientes de casa. Aunque sólo trabajan con tienda online, los roscones de Reyes se pueden encargar y recoger en las pastelerías de La Petite Brioche situadas en la calle Sorní, 28 o calle Cuenca, 31. Un sabor que no crees hasta que lo compruebas por ti mismo.