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Ca Jaume, homenaje al pescado en Altea

el descubridor ·

Una modélica casa de comidas donde saborear las delicias del Mediterráneo

Jueves, 26 de agosto 2021, 19:49

Hace no demasiado tiempo, se repartían entre nosotros este tipo de casas de comidas. Eran locales sencillos, humildes si se quiere, pero dueños de una poderosa personalidad que se materializaba en una serie de atributos cuyos dueños defendían como quien posee un tesoro. Una carta no demasiado larga, concreta, que evitaba despistes a la clientela. Producto fresco, cercano: inventaron el kilómetro 0 tal vez sin saberlo. Un trato cordial, agradable, para que la parroquia se sintiera mejor que en casa. Y un servicio profesional, eficaz, a cargo de una bien adiestrada plantilla de camareros, todos ya con mucha mili en el oficio. Como resultado, sentarse en la mesa de esta clase de restaurantes era garantía de éxito. Una placentera experiencia que algunos de ellos retienen para satisfacción de la feligresía.

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Es el caso de Ca Jaume, casa de comidas de acusado sabor local aposentada frente al mar que baña Altea. ¿Qué ofrece su ideólogo, el simpático Jaume que dirige esta orquesta como un Von Karajan en mandil mientras con el rabillo del ojo vigila que el cliente esté atendido a la perfección, no se retrase la comanda y el vino se sirva en su punto exacto de temperatura? Lo antedicho. Gran servicio, muy profesional, y un producto óptimo de frescura que sale de sus fogones en perfecto estado de revista. Una carta escueta pero gozosa: imposible que defrauden sus pescados, a quienes Ca Jaume rinde tributo en sus distintas encarnaciones.

Por ejemplo, la negra, sabrosísima sin otro aderezo que un ligero pase por la plancha; o el gallo de San Pedro, que aquí se sirve al horno: un golpe de calor que reactiva su profundo sabor. O las gambas rojas de la cercana Denia, ese milagro que equivale a una explosión de mar en el paladar. Un aperitivo con la riquísima fritura de pescado sirve como adecuado preámbulo para disfrutar luego del resto del menú a la orilla del mar, acompañado por los buenos vinos de su carta.

Como los postres son también de la casa y aseguran un excelente broche al almuerzo o la cena, se entenderá que el local presente tanto en la terraza como en el interior llenos casi diarios. Se aconseja por lo tanto reservar con alguna antelación y dejarse luego guiar por los entresijos de su carta por el propio Jaume o sus camareros. Quien lo pruebe recordará que antaño cualquier comensal disfrutaba de la felicidad en sitios como Ca Jaume.

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