En el mes de marzo abrió sus puertas en la plaza de la Reina un restaurante que nace en la Marina y que tiene como guardián a don Rafael Guastavino. Bien se podría brindar cada bocado con el genio arquitectónico que nació en las fincas que se alzaban en la actual plaza. Al emprendedor por tierras americanas se le podría ofrecer cada bocado de su añorada Valencia. Es más, Guastavino se habría emocionado de probar a miles y miles de kilómetros platos tan tradicionales como una titaina, una tortilla de patata o un juego de croquetas con sabores tan valencianos. Si en aquella época el almuerzo hubiera sido tan popular como es ahora, Guastavino no se habría podido resistir a tomarse un chivito mirando a los muros de la capilla del Santo Cáliz. Valencia es así.
La Vie en Vlue lleva ya semanas haciendo las delicias de los comensales que se sientan junto a la estatua de Guastavino para disfrutar de una terraza con vistas al punto de la ciudad por el que más turistas transitan. El negocio es una continuación de Vlue Arribar, el restaurante que le da un toque de horno a la paella valenciana o el que ofrece un excelente entrante de gambas ciertamente picantes. Así que de aquella cocina tan marítima nacen unos fogones que no copian en nada a sus hermanos mayores de la Marina.
En el nuevo restaurante de Ángel Brandez y Carmen Collado el comensal se sienta ante una mesa por la que se programa un desfile de la referencia gastronómica valenciana. Es decir, que el turista conocerá los sabores más identitarios de la cocina valenciana y los autóctonos paladearán sabores de siempre pero no como siempre. El bocadillo 'Almussafes' es una croqueta, como el mítico Chivito.
Sí hay un plato que une la cocina de ambos Vlue: las gambas. Si en la Marina el sabor provoca casi adicción, en la plaza de la Reina se apuesta por un carpaccio de gambas al ajillo. 4,77 kilómetros separan ambas cocinas. Pues las diferentes propuestas del mismo producto bien sirve de túnel, nudo o conexión inexplicable. Un bocado con los ojos cerrados traslada al comensal de una terraza a otra, capaz de sentir en el centro la brisa de la zona portuaria o de escuchar ante el Veles e Vents el eterno paso de turistas sorprendidos con el corazón de la ciudad.
La filosofía de trabajo es idéntica en ambos sitios, aunque en el caso de La Vie en Vlue se podría definir el proyecto con una carta muy popular, muy de tapas y bocadillos con toque valenciano, justo lo que no se puede encontrar en una zona repleta de franquicias o servicios ajustados a comensales de fuera.
Así es La Vie en Vlue, un nuevo restaurante en el centro de Valencia que nació de una cocina en la Marina y que en el centro tiene en la puerta a un Guastavino que controla que la bóveda gastronómica de Valencia no colapse.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.