Un viaje a Guatemala desde los fogones valencianos

«Con esta cita pretendemos aportar un valor distinto a la ciudad y a nuestros clientes. Queríamos darles la oportunidad de conocer sabores y texturas que es imposible que conozcan salvo que viajen a Guatemala», explica la chef.

La cocina de Diego tiene un estilo vanguardista y único en Guatemala, inspirada en el libro K'iche Popol Vuh, un relato que atesora gran parte de la sabiduría y tradiciones de la cultura maya. Actualmente, su restaurante Flor de Lis forma parte de los mejores restaurantes a nivel mundial. «Comemos cultura, servimos historias», así es como describe Diego su cocina.

Cultura que empezaron a saborear los comensales con los tres primeros snacks. Para abrir el menú, Diego propuso una tostada de ceniza acompañada de chile dulce, amaranto, cebolla, ancas de rana y setas. Servido al mismo tiempo que un tartar de quisquillas típico de Fierro y una crema de rúcula con ostras y algas valencianas que complementaban la propuesta de Diego y preparaban el paladar para todo lo que vendría después.

Entre variedad de texturas, el viaje de los comensales continuó con explosiones de sabor a través de cinco platos sobre los que trabajaron los tres grandes chefs. «Queríamos que cada bocado fuese una explosión de sabor», indica Carito, quien explicaba a los comensales los ingredientes de cada uno de los platos. «Me estoy comiendo cosas que jamás habría probado, pero confío tanto en vosotros y está todo tan bueno siempre que vengo, que me dejo llevar con vosotros», indicaba uno de los clientes.

Esta velada llegó a su fin con cuatro propuestas dulces. Dos de ellos a cargo de Fierro elaborados con una base de manzana, tomillo y apio. La propuesta de Diego fue más allá y quiso aunar el arte y la gastronomía con un postre muy típico de Guatemala, la alfombra de Semana Santa. Un tapete comestible que se hace con pigmentos de distintas frutas, verduras y algas. «Es un dulce muy bonito, muy visual porque realmente parece una pintura maya. Y ya no es solo la presentación, sino también el sabor», detalla Carito aún con resaca emocional por todo lo vivido durante la noche.

Después del éxito de esta cita, los chefs argentinos ponen su mirada en el futuro y trabajan en las próximas propuestas. «Estas citas nos nutren a todos. A la ciudad, a los profesionales y también a los clientes. Creemos que este va a ser un buen año en Valencia y queremos aprovecharlo al máximo», concluye la maestra de la cocina.