La fruta exótica llegada de China que se cultiva en Valencia (y se come con la piel incluida)

De ahí que empresas productoras de la Comunitat se hayan dedicado en los últimos tiempos a cultivar este pariente pequeño y asiático de la naranja de toda la vida, con sobresaliente éxito. Es el caso de Huerto de San Eusebio, un negocio familiar ubicado en Carcaixent, que sirve como ejemplo de introducción de la naranja de la china. «Tiene en común con otros cítricos como el naranjo que es de hoja perenne y puede florecer manteniendo los frutos de la temporada, lo que lo hace muy decorativo y por eso es utilizado en jardinería», explica desde la empresa Jesús Sancho, cuya familia gestiona estos cultivos, y que añade una observación: «Es un árbol bastante fuerte pero requiere un suelo bien drenado, temperatura adecuada y buena exposición solar».

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No es un recién llegado por cierto a su catálogo de productos. Huerto de San Eusebio calcula que lleva cultivando este fruto desde hace unos diez años «con muy buenos resultados, debido en parte al cariño que ponemos en su cuidado». El resultado de tantos mimos se traduce en un fruto de curiosa apariencia: de tamaño pequeño, en el entorno de los 3 centímetros, de color naranja intenso y textura firme. Dispone además de otra singularidad: que se consume entero, piel incluida «Es que es una piel dulce y su pulpa, algo ácida», comenta Sancho Según su experiencia, «ese contraste entre los dos sabores es lo que lo hace tan interesante». Un atributo al que agrega su alto valor como fuente de salud: «Es rico en vitamina C, flavonoides y ácido fólico».

Entre sus propiedades debe anotarse también su sabor, que no deja indiferente a nadie que lo pruebe y que está empezando a interesar a la alta gastronomía, como advierte en la empresa de Carcaixent: «Es delicioso tanto en fresco como en mermeladas o en almíbar. Y muy apropiado para dar un toque cítrico a las ensaladas y macedonias de frutas o confitado para acompañar carnes trufadas». Méritos que justifican que su presencia sea cada vez más habitual en las paradas más especializadas de nuestros mercados, aunque en Huerto de San Eusebio son conscientes de que todavía no se consume mucho en España. «Pero los clientes que los prueban siempre repiten», apunta Sancho. «Nosotros lo vendemos online a toda Europa», prosiguen con sus explicaciones, «donde aprecian la calidad de las frutas valencianas sobre todo si están avaladas con el certificado ecológico CAEV».

Por cierto: quien esté interesado en este descubrimiento y quiera conocer más de cerca las características de esta curiosa naranja, puede acercarse por el Huerto San Eusebio: una finca familiar que data de 1860, especializada en cultivos ecológicos, donde se ofrecen visitas guiadas «para conocer la historia de la naranja, que tanta importancia tuvo en el desarrollo de la economía y la cultura valencianas». En la visita se divulgan las más de 40 variedades de cítricos que cultiva esta empresa, pasear entre naranjos, visitar sus edificios de distintos estilos... «Y aprender un montón de cosas interesantes», concluyen Jesús Sancho y su esposa, Isabel Llansola.