Las terrazas de Ruzafa, punto de encuentro veraniego

Cuenta que allí «ha experimentado y vivido cosas que al menos hay que hacer una vez en la vida», como ver una aurora boreal o visitar el pueblo de Papá Noel en Laponia finlandesa, pero lo que más ha echado de menos durante estos meses, además de la gastronomía y el clima, ha sido gran parte del encanto que esconde Valencia en sus terrazas, en concreto las del barrio de Ruzafa. Y en eso, hay que darle la razón.

Durante los últimos años, este barrio se ha convertido en el punto de encuentro de la Generación Z y los millenials. Siete de la tarde del sábado, el termómetro marca 32 grados a la sombra, pero en la terraza de Doña Petrona no cabe ni un alfiler. Las 14 mesas del local están repletas de jóvenes que conversan sobre los temas que más les preocupan a su edad: el desamor y los planes de verano.

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Sara Bonillo

A su alrededor, todavía quedan algunos grupos de personas más mayores que han decidido alargar la sobremesa, y disfrutar de la brisa de aire que comienza a recorrer en la esquina de la calle Perera. Detrás de Doña Petrona están los chefs Germán Carrizo y Carito Lourenço, ambos reconocidos con una Estrella Michelin y 1 Sol Repsol con su Restaurante Fierro, también en Ruzafa.

Este local, que abrió sus puertas en 2016, se caracteriza por «saber unir Valencia y Argentina a través del paladar. Lo mejor de acá y de allá», indica Carrizo. Además de poner de moda su terraza y su restaurante, los chefs argentinos han hecho que 'Juanita', una bebida hecha con yerba Mate y naranja valenciana, sea el nuevo Aperol, de los valencianos.

Al igual que no hay primavera sin invierno o muerte sin vida, no hay cocina sin transformación. Así entienden la gastronomía Alberto Alonso y Mar Soler, chefs y propietarios de 2 estaciones, el restaurante que apuesta por la cocina estacional y cambio como expresión constante. El pasado mes de junio los pétalos echaron a volar para dar paso a la suave brisa y a las olas del mar, con una renovada carta, en la que destacan el bogavante con coco, vainilla y azafrán o el maíz con mole y chocolate negro, que hace única la mezcla del dulce con el picante.

Estos platos se saborean mejor en su acogedora terraza, en la que las horas se convierten en minutos y todo lo demás queda relegado a un segundo plano.

A pocos metros de estos dos restaurantes, llama la atención una terraza abarrotada de gente de todas las edades, El Camerino de Ruzafa, el restaurante que te ofrece el espectáculo de comer como un verdadero artsita. Desde su apertura en 2008, el restaurante se ha ido adaptando a las propuestas y tendencias del momento, por este motivo, en su carta reúne desde los platos más clásicos, como las tradicionales patatas bravas, hasta los más contemporáneos, como sus huevos rotos con puerros y gambas para los más innovadores.

Tampoco nos podemos olvidar de uno de los clásicos del barrio de Ruzafa, el emblemático local de 'Taberna el Rojo', que me atrevo a decir, que ha visto de todo durante estos últimos años. Este espacio, se caracteriza por dos cosas, en primer lugar, por su acogedora terraza interior, y porque al pedirte una consumición, te obsequian con un pequeño montadito. Los jóvenes que acuden habitualmente lo han bautizado con el nombre del 'bar de la terraza mágica', porque según ellos, en esta terraza han celebrado los mejores momentos de su vida y han encontado solución a los que en esos momentos, parecía el problema más grave del mundo.